¿Cómo afecta a Uruguay la llegada de Trump al poder en EE.UU.?
El regreso de Trump a la presidencia impacta el dólar y la economía uruguaya; analistas prevén un ciclo económico complejo y poco auspicioso, con altibajos y potenciales alteraciones.
Los recientes eventos en Estados Unidos, particularmente el retorno de Donald Trump a la presidencia, han generado repercusiones inmediatas en los mercados financieros a nivel global. En el caso de Uruguay, los economistas y analistas han comenzado a evaluar repercusiones en su economía, especialmente en relación con el dólar y la estabilidad económica interna, ante un escenario que se perfila como complejo y lleno de desafíos.
Reacciones en los mercados financieros
Desde el anuncio de la victoria de Trump, los mercados han mostrado reacciones notables. Los bonos a largo plazo en Estados Unidos experimentaron un incremento en las tasas, al tiempo que el dólar se fortaleció frente a otras divisas principales. Este comportamiento se acompaña de un incremento en los índices bursátiles, siendo Wall Street el principal beneficiado en este contexto. Las expectativas sobre un recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal también están influyendo en la percepción de los inversores respecto al futuro inmediato.
Los agentes de mercado están atentos a cómo el gobierno de Trump implementará su política económica, que incluye una serie de propuestas que podrían modificar el contexto financiero mundial. Estas reacciones de los mercados son indicativas de un ciclo que, aunque presenta oportunidades, también conlleva riesgos que es importante considerar.
Análisis de los expertos sobre el ciclo económico
Ignacio Umpiérrez, economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), advirtió que el retorno de Trump podría extender temporalmente un ciclo de crecimiento sostenido en Estados Unidos, gracias a políticas de reducción de impuestos y un ambiente de inversión menos regulado. “Un ciclo más ruidoso que virtuoso” es como Umpiérrez define esta situación, donde las ventajas instantáneas se pueden ver opacadas por problemas subyacentes como la sostenibilidad fiscal y el ambiente inflacionario.
El economista considera que si bien este nuevo ciclo puede beneficiar a algunos sectores, también puede acentuar tensiones comerciales con potencias como China, lo que a su vez podría llevar a una ampliación del diferencial de crecimiento entre Estados Unidos y el resto del mundo desarrollado.
Perspectivas de crecimiento y riesgo para Uruguay
Las proyecciones para América Latina no son mejores, ya que la mayoría de los países de la región presentan un historial reciente de bajo crecimiento y altos niveles de deuda. Umpiérrez destaca que Uruguay llega a esta nueva coyuntura con mejores indicadores fiscales que otros países, lo que le permitiría “amortiguar” un ciclo adverso, pero también enfrenta desafíos significativos, incluido un déficit fiscal persistente y presiones de gasto que deben ser gestionadas en un entorno donde el crecimiento tributario es más moderado.
Alberto Landeira, economista de Balanz, enfatiza que los efectos de la política económica estadounidense no impactarán a Uruguay de la misma manera que lo harán en países como México, que tienen vínculos comerciales mucho más profundos con Estados Unidos. Sin embargo, el fortalecimiento del dólar y el incremento en las tasas de interés en EE. UU. podrían ejercer presión sobre la economía uruguaya, incluso dificultando recortes en la Tasa de Política Monetaria (TPM) por parte del Banco Central del Uruguay.
Medidas para la gestión de riesgos
Es fundamental que el gobierno uruguayo mantenga políticas monetarias flexibles y continúe priorizando la prudencia fiscal, alineándose con reglas establecidas que aseguren una trayectoria de deuda sostenible. Los economistas sugieren que la administración uruguaya debe estar atenta a los cambios en el entorno global, desarrollando estrategias que garanticen la estabilidad económica.
La política de Trump hacia América Latina, marcada por un enfoque proteccionista, genera incertidumbre en los acuerdos comerciales y podría llevar a ajustes en las relaciones de negocio que Uruguay ha cultivado durante años. La necesidad de diversificar mercados y mantener alianzas estratégicas se vuelve crucial en este escenario.
Expectativas en el ámbito político
A nivel local, la elección de Trump ha suscitado opiniones diversas entre los líderes políticos uruguayos. El presidente Luis Lacalle Pou expresó sus felicitaciones al nuevo mandatario, enfatizando la importancia de mantener buenos vínculos con Estados Unidos, un destino clave para las exportaciones uruguayas. Según resaltó, el país debe aprovechar esta relación para avanzar en integraciones comerciales y en la promoción de sus intereses nacionales.
El ministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini, reiteró la relevancia de Estados Unidos como “socio estratégico” para Uruguay, y se mostró optimista sobre la futura cooperación en áreas vitales como comercio y tecnología. La administración uruguaya prevé continuar avanzando en diálogos sobre temas fundamentales, incluida una posible exención de las visas.
Perspectivas para el sector tecnológico
Las Tecnologías de la Información son un pilar importante para la economía uruguaya, con un alto porcentaje de sus exportaciones dirigidas a Estados Unidos, donde se registraron cifras de 1,816 millones de dólares en 2022. Este sector representa aproximadamente el 80% de las exportaciones uruguayas en servicios, y su crecimiento se basa en la capacidad del país para ofrecer soluciones adaptadas a la demanda de mercados externos. Sin embargo, la gestión de un entorno global incierto y potencialmente proteccionista podría afectar la dinámica de este sector en el mediano y largo plazo.
Las inquietudes sobre una posible escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China ponen en riesgo una mayor fragmentación de los mercados. La falta de anuncios sobre un paquete de estímulos en el gigante asiático podría resultar en un ambiente desfavorable para los mercados emergentes, incluidos aquellos de América Latina. Los sectores económicos que dependen de la estabilidad de la economía global deberán preparar estrategias de mitigación para enfrentar la incertidumbre.
La reacción de la comunidad internacional y política en Uruguay
En el ámbito nacional, la elección de Trump también ha generado reacciones en los candidatos presidenciales uruguayos, quienes han abordado el tema en sus campañas. La postura del Frente Amplio sobre esta nueva administración ha sido cautelosa, sugiriendo un enfoque crítico hacia las políticas propuesto por Trump y la incertidumbre que podrían traer al comercio internacional. Alejandro Sánchez, portavoz de este sector, ha expresado su preocupación por la posibilidad de un aumento del proteccionismo que afectaría el comercio exterior uruguayo.
Por otro lado, líderes como Álvaro Delgado del Partido Nacional sugieren que es esencial mantener un diálogo constructivo con Estados Unidos, destacando la importancia de los lazos entre ambas naciones, especialmente en temas de seguridad y comercio. Sin embargo, las opiniones varían sobre cómo el nuevo enfoque de Trump hacia América Latina podría beneficiar o perjudicar a Uruguay.
Expectativas de comercio y futuras negociaciones
Un tema crítico para el gobierno uruguayo es el futuro de las negociaciones en curso con Estados Unidos, que incluyen una propuesta para la extensión de visas. Estas medidas han sido vistas como cruciales para facilitar los intercambios comerciales y la movilidad de capitales entre ambos países. Sin embargo, el cambio en la administración estadounidense también podría influir en la dinámica de estas negociaciones.
Es imperativo observar cómo el liderazgo de Trump abordará los acuerdos ya establecidos y si se generarán nuevos espacios de cooperación. La expectativa está en que, durante su mandato, exista un enfoque renovado hacia la inversión y el comercio, lo que podría presentar oportunidades valiosas para las empresas uruguayas, especialmente aquellas dedicadas a tecnología y servicios.
Repercusiones sociales y culturales
Más allá de los aspectos económicos y políticos, el regreso de Trump también puede afectar aspectos sociales y culturales. La filosofía de «América Primero» puede generar un cambio en la percepción que los ciudadanos uruguayos tienen sobre la política exterior de EE. UU., así como influir en movimientos internos que busquen fomentar mayores activos de nacionalismo y proteccionismo. Este fenómeno puede tener implicaciones sobre cómo las generaciones más jóvenes se relacionan con otras culturas y países.
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