FUERA DE CONTROL

OMS advierte que Nicaragua y Haití entraron en fase de transmisión comunitaria

Los dos países más pobres del continente ya perdieron el control del avance del coronavirus, según la OMS.

Daniel Ortega junto a su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo. Foto: El 19 digitial / Jairo Cajina
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua junto a su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo. Foto: El 19 digitial / Jairo Cajina

La Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró este lunes que Nicaragua y Haití han entrado en la fase 4 de la pandemia, que consiste en transmisión comunitaria donde ya no se puede establecer en vínculo directo entre un nuevo contagio y uno ya registrado.

En el reporte número 126 de la OMS sobre la pandemia, que recuenta los casos reportados en todos los países del mundo en las últimas 24 horas así como su situación respecto a las 4 fases establecidas para medir el avance de la crisis, los dos países más pobres del continente aparecen en el grupo de naciones que está en la fase 4.

Hasta el lunes, Nicaragua estaba en fase 3, donde se conocen los grupos entendidos como «clusters», que significa que se puede establecer un vínculo entre personas previamente contagiadas y nuevos pacientes. El país centroamericano tenía 279 casos confirmados y 17 muertos reconocidos oficialmente por el gobierno del presidente Daniel Ortega.

Por su parte, Haití tenía 812 contagios y 25 fallecidos, país que también estaba en etapa 3. En esta isla caribeña, que se encuentra en un estado de crisis política y social desde hace años, cerca de 1.2 millones de personas están en estado de hambruna extrema y el resto de la población se ha visto afectada de una u otra forma por la pandemia.

«Hay 1,2 millones de haitianos en la fase 4 fase de emergencia alimentaria, siendo la quinta la hambruna», señaló Harmel Cazeau, coordinador nacional de Seguridad Alimentaria (CNSA), en declaraciones a la radio local Magik9.

El especialista agregó que 4,1 millones de haitianos, casi un tercio de la población del país, padece inseguridad alimentaria, lo cual podría empeorar con las afectaciones económicas que causan las medidas para contener el brote.

Según el CNSA, las zonas más afectadas por la falta de alimentos están en el noroeste del país, los barrios más vulnerables de Cité Soleil, en Puerto Príncipe.

«Es todo mentira», dice el gobierno de Nicaragua

El Ministerio de Salud (Minsa) de Nicaragua no otorga estadísticas ni las hace públicas desde hace más de cuatro días a la OMS, y ha negado insistentemente que los datos relevados por organizaciones independientes y gremios médicos, que son ciertamente más alarmantes que los oficiales.

El Observatorio Ciudadano COVID-19 de Nicaragua reportó al 20 de mayo 2323 casos confirmados de COVID-19 en ese país y 465 fallecidos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) denunció días atrás que el gobierno de Nicaragua incumplió con sus compromisos de transparencia en las estadísticas de la enfermedad.

Para poder monitorear la pandemia de COVID-19, la OMS definió cuatro fases: la primera es la inexistencia de casos, la segunda es «casos esporádicos», cuando se registran uno o más casos importados o locales; la fase 3 «clusters» que significa que ese país tiene focos de contagio geográficamente localizados y con nexos epidemiológicos; y finalmente la fase 4 «transmisión comunitaria», o sea una gran cantidad de casos sin nexos definidos entre sí.

Por su parte, el presidente Ortega asegura que todo lo que se dice «una mentira» y que se trata de una campaña de desprestigio contra su administración. En un documento circulado por las redes sociales oficiales y los medios afines al gobierno se asegura que «la situación de la pandemia está bajo control» y rechazó las críticas de las organizaciones, la comunidad científica nacional y la OMS.

«Critican al gobierno por no establecer cuarentena, no hacer cierre de fronteras, no prohibir el ingreso de extranjeros al territorio nacional ni suspender el ciclo escolar en colegios y universidades del sector público, todo con el propósito de debilitar la economía», se lee en el comunicado.

Ortega justificó la ausencia de medidas diciendo que «sería aun más catastrófico» para la ciudadanía establecerlas y comparó su estrategia con la del gobierno de Suecia. Esto último causó reacciones en varios flancos. La exministra de Salud nicaragüense, Dora María Téllez, calificó de «ofensiva» la comparación con Suecia porque «Nicaragua está a años luz» de alcanzar los niveles de calidad de vida que tiene el país nórdico.

El gobierno publicó algo que llamó «libro blanco» en donde detalla sus números oficiales de la pandemia y enumera las pocas y blandas medidas que han instaurado. «Todo el que lea ese libro blanco se va a reir (…) son un montón de mentidas organizadas que dan una falsa idea de que el gobierno hace algo», agregó Téllez.

 

 

 

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