Investigación. Aeronave se desvió de su ruta original y quedó encerrada entre dos montañas

"Falla humana" provocó accidente aéreo en Haití en octubre de 2009

La investigación dispuesta de inmediato por la Dirección de Seguridad de Vuelo de la FAU se basó en el estudio de tres factores: el humano, el material y el medio ambiente, descartándose el segundo y el tercero, tras realizarse un examen exhaustivo de los elementos de prueba.

El informe ­según se publica en la página web de la Fuerza Aérea­ permitió reconstruir lo que fue la trayectoria final de la aeronave que la condujo al accidente, basado en la información disponible en el equipo GPS (Global Position System) ubicado a bordo. La aeronave, un Aviocar C-212 (FAU 531/UN-146), que cumplía una misión para ONU, se precipitó a tierra el 9 de octubre pasado a las 11.00 horas en una zona montañosa de Haití (coordenadas 18º 24′ 27″ N / 71º 59’16» W) en la localidad de Lastic, ubicada al oeste de Font Verettes, a una altitud sobre el nivel del mar de 3.812 pies, resultando destruida y perdiendo la vida los 6 tripulantes ­de nacionalidad uruguaya­ y 5 pasajeros a bordo jordanos. La misión consistía en el reconocimiento del terreno para el reposicionamiento del contingente jordano desplegado en Haití. La tripulación estaba conformada por el piloto al mando, segundo piloto, mecánico, operador de cámara FLIR (Forward Looking Infra Red), fotógrafo y operador de cámara filmadora.

Las restantes 5 personas de nacionalidad jordana cuya función a bordo consistía en familiarización y reconocimiento en su área de responsabilidad, así como también observar e informar rutas de contrabando, que cruzan la frontera (Haití­República Dominicana) localizadas entre Malpasse y Anse a Pitres.

Según se desprende de la investigación, la zona era montañosa, muy agreste y con profundos y encajonados valles, con alturas comprendidas entre 1.500 y 2.600 metros. Al momento del accidente, las condiciones meteorológicas reportadas en el área eran «buenas». Del análisis del factor material, se desprende que «el avión venía operando normalmente, no encontrándose indicios referidos a fallas que pudieran haber contribuido al mismo». Respecto a la trayectoria del vuelo, «la aeronave se encontraba volando dentro de un valle apartado ligeramente de su ruta original, evidentemente intentando satisfacer los requerimientos operativos del reconocimiento asignado», señala la investigación.

«El vuelo transcurrió rutinariamente, hasta el punto 18º 25′ 54.52″N / 71º 57′ 47,93″ W, ubicado a aproximadamente un minuto antes del punto del impacto (3.600 metros), lugar en el que se toma la última fotografía en forma normal; ingresándose a continuación a un profundo y encajonado valle donde el terreno cambia bruscamente su orografía. A partir de este momento el piloto intenta contrarrestar la situación incrementando la potencia, aumentando la velocidad y altura para mantener su propia separación con el terreno. Pese a ello, dada las características del terreno, la aeronave resulta encerrada debido a la distancia lateral entre las dos montañas y la abrupta pendiente al frente. De la investigación surge claramente, que desde ese punto era imposible realizar el ascenso necesario para salir al frente o ejecutar un viraje cerrado de 180º que posibilitara su retorno, por carecer del espacio necesario para ejecutar esas maniobras.

En un último intento por mantener su aeronave en vuelo, el piloto incrementa su actitud de cabeceo aún más y como consecuencia de ello entra en pérdida de sustentación, siendo imposible su recuperación en el punto 18º 24′ 26.4″ N / 71º 59′ 5.9″ W, impactando contra la ladera, con los resultados expresados».

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