21 DE OCTUBRE

En el Día Mundial del Ahorro de Energía, todo apunta a cambio de hábitos y usos

La jornada del 21 de octubre, conmemorada mayormente en los países desarrollados, se hace expansiva a nivel mundial en tanto se hace imprescindible un cambio de hábitos y usos ante el consumo de los recursos naturales y la mayor contaminación ambiental.

Día Mundial del Ahorro de Energía

El aumento sin pausa de la producción industrial y tecnológica, con una incontrolable fabricación de cada vez más utensilios domésticos que funcionan gracias a la energía hidroeléctrica, atómica o con derivados del petróleo, pone al planeta cada vez más cerca de una crisis sin retorno, lo que obliga a reflexionar sobre el aporte individual para el ahorro energético.

Las principales fuentes energéticas que mueven el quehacer cotidiano además, provienen de fuentes que se agotan, por lo que la concientización del uso racional, el avance en fuentes alternativas y la correspondencia entre las necesidades sociales y las ambientales, se hace cada vez más prioritaria, dentro de la agenda de las naciones con miras a un desarrollo sustentable.

Las principales organizaciones ecológicas del mundo, convocan en esta fecha a reflexionar particularmente sobre el tema de la eficiencia energética, una práctica destinada a reducir el consumo tanto a nivel individual como del colectivo, rebajando costos y promoviendo una mayor sustentabilidad económica, pero también ambiental e incluso política. Los usuarios, individuales, comerciales e industriales, pueden aumentar su eficacia, maximizando beneficios, pero ello implica también un fuerte espaldarazo de las autoridades y los gobiernos para un mejor diseño de políticas de eficiencia energética.

El ahorro energético más importante, empieza por casa

En el entendido que el mejor ahorro energético es el que empieza por casa, en tanto por las conductas de cada uno, UTE recuerda una serie de consideraciones sobre el particular.

La iluminación consume entre el 12 y el 20% del gasto de energía total de un hogar. Usar lámparas de bajo consumo, ahorra hasta un 80% de energía. Apagar la luz cuando se sale de una habitación y aprovechar la luz natural cuando esta sea suficiente, es importante.

La calefacción con equipos regulables, debería graduar el termostato a 21º centígrados. En el caso de equipos a aire acondicionado cada grado suplementario representa un 7% más de consumo energético del equipo.

Llenar el lavarropas para cada lavado, ahorra agua y electricidad. No usar agua caliente para lavar la ropa: el calentamiento de agua es el mayor consumo de electricidad de un hogar. Especialmente considerando que hoy en día los detergentes están formulados para trabajar igual de bien en agua fría.

Cada tanto, descongelar el freezer: la escarcha crea un aislamiento que puede acarrear un 20% de consumo eléctrico suplementario. No utilizar aparatos ineficientes para calefaccionar el hogar. Las estufas de cuarzo y similares consumen enormes cantidades de energía y calientan espacios muy reducidos.

Desconectar la computadora si no lo estás utilizando: cuando está hibernando gasta el 70% de su consumo diario.
Revisar los burletes de la heladera, que cierre correctamente y esté abierta el menor tiempo posible. Ubicarla lejos de la cocina u otras fuentes de calor.

El televisor en “stand by” (la función que te permite prenderlo o apagarlo con el control remoto), produce un desgaste al equipo y además consume energía innecesariamente. Encender los electrodomésticos solo cuando vayas a utilizarlos (se ha comprobado que el 40% del tiempo en que la tele está encendida no se está viendo).

Desenchufar los cargadores de aparatos electrónicos a batería (como el celular), cuando no se usan, ya que continúan consumiendo energía.
Las computadoras portátiles consumen mucha menos energía que las de escritorio.

El lavavajillas es uno de los electrodomésticos que más energía consume. El 90% de ese consumo se debe al proceso de calentar el agua y el 10% restante se utiliza para agitar el agua. Lavar los platos a mano con agua caliente supone un 40% más de consumo que con el lavavajillas. Actualmente los detergentes funcionan muy bien con cualquier rango de temperatura.

Usar el microondas en lugar del horno para calentar la comida y líquidos.
Revisar los cerramientos. Por ventanas y cierres de cortinas, se fuga la mayor parte del calor de tu hogar. Es recomendable colocar burletes en todos ellos.

En electrodomésticos nuevos, revisar el etiquetado de eficiencia de los mismos. Los electrodomésticos Clase A, son los más eficientes en el consumo.

El planchado de ropa implica un gran consumo de energía. No usarlo como método de secar la ropa.
El calentamiento de agua para duchas es el uso que consume más energía en un hogar (37%). Para ahorrar energía colocar el termostato a 60°C.

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