POR UN PARTO HUMANIZADO

¿Conocen las mujeres sus derechos al momento de parir?

No permitir que una persona de confianza esté en el momento del parto, no poner en contacto apenas nace a un bebé sano con la madre, realizar una cesárea innecesaria, abandonar, discriminar, burlar o humillar a las mujeres, entre muchas otras acciones que tienen que ver con la deshumanización de los profesionales de la salud al momento de parto, son casos de violencia obstétrica que se dan diariamente en Uruguay y que las mujeres no saben que pueden reclamar.

¿Conocen las mujeres sus derechos al momento de parir?. Foto: AFP

 

Violencia obstétrica es un término que nos dice por sí solo de que trata. Está enmarcado dentro de las violencias hacia la mujer, como la violencia doméstica y la violencia laboral que se manifiesta en el mundo obstétrico. Tiene que ver con la violación de los derechos de las madres a la hora de parir, el maltrato o falta de respeto a sus deseos.

La realización de prácticas invasivas, el suministro de medicación no justificado por el estado de salud de la madre o el niño, el no respetar los tiempos ni las posibilidades de un parto natural, el trato grosero, la humillación durante el embarazo, el trabajo de parto y el parto son casos de violencia obstétrica.

Muchas mujeres no conocen sus derechos, que pueden decidir cómo y dónde parir y aceptan todo lo que los profesionales deciden aunque eso les provoque sufrimiento. En muchos casos sí se conocen esos derechos pero en el momento cuesta hacerlos respetar ya que lo único que una madre quiere es que su hijo nazca sano.

Muchas veces conversamos con madres que no tienen los mejores recuerdos del nacimiento de sus hijos ya que sus derechos fueron violados, o fueron maltratadas.

El principal problema en este tema es que no siempre se le da la importancia que se merece ya que son acciones que se toman como naturales, pero que no lo son, y por eso es importante que todas las madres y padres conozcan sus derechos a la hora del nacimiento de un hijo y puedan asesorarse para que estos se cumplan.
¿Por qué algunas familias deben tener malos recuerdos de un momento tan especial?.

Frases como «te gustó hacerlo ahora báncatela» aún se siguen escuchando, mujeres siguen siendo burladas o humilladas durante sus trabajos de parto, siguen siendo sometidas a cesáreas innecesarias, siguen siendo prohibidas de compartir el momento con quienes deseen, siguen siendo abandonadas luego de parir, etc, etc, etc.

Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha pronunciado nuevamente en relación a que la tasa de cesáreas debe estar entre un 10 o 15 % , resaltando que esto no se cumple en la mayoría de los países donde la cesárea se ha convertido en una de las cirugías más comunes. Para la OMS éstas se deben dar sólo cuando sea realmente necesaria, ya que en esos casos puede salvar vidas, pero que sino simplemente se está poniendo en riesgo la salud de las mujeres y sus bebés. Y expresa que no hay ninguna justificación real para que un país presente una tasa superior al 10-15%.

Para interiorizarnos en el tema de qué es la violencia obstétrica y cómo se da en nuestro país conversamos con Natalia Magnone, de Mujer Ahora y Gilda Vera de la Red Latinoamericana y del Caribe por la Humanización del Parto y el Nacimiento.

Ambas coincidieron en la importancia de que las mujeres se empoderen de su embarazo y de su parto y tengan claro cuáles son sus derechos.

Natalia Magnone explicó que cuando hablamos de violencia obstétrica hablamos de una violencia física y una violencia psicológica. «Hay un tipo de maltrato obstétrico que tiene que ver con el gritar, exigir, maltratar e incluso culpabilizar a las mujeres por su sexualidad (…) Y otro que tiene que ver con la realización de tactos brutos, abrir las piernas bruscamente durante una contracción y otros tipos de violencia que están naturalizadas porque están tomadas como necesarias pero que para quienes trabajamos en la humanización del parto no lo son». Un ejemplo de esos casos son algunas de las rutinas que se hacen cuando las mujeres llegan a parir, que enseguida les ponen una vía por si acaso, se les pone oxitocina, que es la hormona sintética para acelerar el parto, de forma innecesaria, no se las deja en muchos casos deambular, generando que se entreguen al sistema de salud porque no saben y no están preparadas para lo que van. » Se utiliza mucho prohibir algunas prácticas apelando al bienestar del bebé, para «asustar» a las madres» agregó Magnone.

«El intervencionismo es violencia obstétrica física, ya que una intervención va llevando a la otra. Te ponen oxitocina que te hace doler más, entonces se pide la anestesia, que tal vez si no te lo aceleraban no hubiera sido necesaria y así con todo».
«Después está la episiotomía, que la OMS dice que solo en un 15 – 20 % de los casos es necesaria y acá se hace de forma rutinaria porque les enseñan así». Lo mismo pasa con las cesáreas, la tasa sigue creciendo y no hay una explicación para eso, tiene que ver con cómo está la sociedad, cómo está el sistema médico y desde dónde piensan que deben asistir el parto, lo toman como si fuera una patología expresó Magnone.

Frente a la pregunta de qué le recomendaría a quienes están embarazadas hoy Magnone respondió » les recomendaría que investiguen, que se ocupen del embarazo y el parto y que sepan que eso no es sólo ir al control médico. Hay toda otra parte de cómo queremos traer a nuestro hijos al mundo que lo tienen que buscar ellas con su entorno, hay páginas de internet sobre la humanización del parto que te explican los derechos que tenés. Es importante que vayan con las leyes bajo el brazo, por lo general acá se respeta el hecho de estar acompañada, pero a veces como es una cesárea no dejan que pase el padre o quien quiera la madre que la acompañe y eso es ilegal, no hay ningún problema (vestido como se debe) que pueda entrar un acompañante. Más allá de eso me parece importante que puedan contactarse con alguna doula, que son personas que están capacitadas para el apoyo de la parte emocional del trabajo de parto, del parto y el después del parto que nadie se ocupa, los dolores, la lactancia y la falta de contención en esos momentos. El de la doula no es un rol técnico de la medicina es una capacitación para el apoyo emocional, una doula no va a hacer un diagnóstico, no va a hacer un tacto, se va a ocupar de apoyar a las mujeres, contarles cuáles son sus derechos, de acompañarlas al parto si así lo quieren, sugerirles formas para aliviar el dolor etc. También pueden contactarse con algunas parteras que están haciendo cursos desde otro lugar y no sólo desde la parte física que te enseñan en lo formal. Les recomendaría conocer qué es el parto humanizado, realizar un plan de parto (cómo vos querés que te asistan) y que el que te acompañe sepa a lo que va, que se informen antes y que no se entreguen a todo lo que se les dice».

 

Por su parte Gilda Vera alineada con Magnone expresó que desde la Red trabajan para que la mujer vuelva a ser protagonista de su embarazo y su parto y que el equipo médico cumpla solamente el rol de verificar que está todo bien y nada más. La OMS dice que el parto sigue siendo absolutamente igual a como fue siempre y que lo único que ha cambiado es la tecnología, y el problema del cuerpo médico es que cree que la tecnología es mejor o sabe más que el propio cuerpo de la mujer.

Hay grupos de preparación para el parto donde se trabaja justamente para devolverle el parto a las mujeres, mostrándoles que el cuerpo está diseñado para eso, que sepan lo que es un embarazo, lo que es un parto, qué les va a pasar en el cuerpo, qué es lo que van a sentir, desmitificar el miedo al dolor, explicándoles qué es el dolor, por qué duele, ya que una vez que pierden el miedo, conocen su cuerpo, saben lo que va a pasar y lo ayudan los resultados son magníficos expresó Gilda Vera , resaltando que en los centros asistenciales sean públicos o privados existen muchos grupos de profesionales que les faltan el respeto a las mujeres, las idiotizan diciéndoles «usted no puede, dejá que yo hago todo porque yo sé», y eso no es así, nadie sabe más que el propio cuerpo de la mujer que debe saber que su único trabajo en el momento del parto es respirar y empujar el cuerpo, que lo demás se va a hacer solo, ya que está programado en el cerebro, tenemos un mecanismo de parto que se va a iniciar cuando estén todos los parámetros para que eso suceda, por eso no sirve el intervencionismo, no sirve internar sacar a un niño antes de tiempo, cuando se induce a una mujer por ejemplo porque ya está de 39 semanas pero no está preparado la oxitocina no sirve para nada, porque la naturaleza es muy sabia en eso, salvo que lo saquen por cesárea no va a funcionar.

En relación a qué es violencia Gilda Vera explicó que la violencia va desde el embarazo, en el momento en que te citan a una hora y te atienden dos o tres horas después y entrás al médico y en dos minutos te despacha, el recibir a las mujeres con mala cara, destratarlas, hasta no respetar las normas que existen y que no se cumplen. La OMS ha dicho que no pueden hacerse y siguen haciéndose cosas como por ejemplo roturas de bolsa prematura, la horizontalidad en el momento del parto, está comprobado que parir es una forma de evacuar por lo que debe hacerse en vertical, ya que es el mismo mecanismo que usamos cuando orinamos y defecamos, tampoco deberían colocar sueros cuando no se debe o realizar cesáreas innecesarias, una mujer que sufre una cesárea porque sí está siendo violentada, porque es una operación y una operación grande. Para Gilda otra forma de violencia hacia las mujeres embarazadas fue cuando intentaron quitarle a las parteras el libre ejercicio de la profesión con el fin de limitar que puedan atender a las mujeres que decidían parir en sus casas, una iniciativa que se pudo frenar a tiempo pero que se manejó.

Además resaltó que se sigue violando la ley de acompañamiento (Ley N° 17.386 Disponese que toda mujer durante el tiempo que dura el trabajo de parto, incluyendo el momento del nacimiento tendrá derecho a estar acompañada de una persona de su confianza o en su defecto, a su libre elección de una especialmente entrenada para darle apoyo emocional), que desde el 2006 incluye el acompañamiento a la cesárea, ya que si la mujer no va preparada y no lo sabe no puede exigir su derecho y este no se cumple. Las mujeres tienen que saber qué cosas no pueden permitir que se les haga, por eso es importante que participen acompañadas a la preparación previa, por su compañero o por alguien de su familia que se haga cargo en el momento del trabajo de parto y el parto ya que la mujer entra en otro plano.

En cuanto al papel de la doula, Vera expresó que está escrito en las normas que la doula debe entrar en el equipo de salud ya que son personas calificadas para apoyar psicológicamente a la madre y que pueden estar con ella en todo momento durante su trabajo de parto, y que esto no apunta contra la labor de las parteras ya que son trabajos totalmente diferentes. Explicó que como todo hay muchos lugares donde se está permitiendo que la doula entre además del padre u otra persona de confianza para la madre y hay otros lugares en los que no, pero que en los lugares donde se ha verificado que la doula está ahí y contiene a la madre, colabora y le va bárbaro se pide que éstas ingresen, en el Clínicas desde hace muchos años se les han pedido que vayan a las guardias, porque les ayudan, les favorecen y ayudan a las mujeres. Las normas de atención al parto dicen que el equipo de salud debe estar integrado por la partera, el ginecólogo, el neonatólogo y la doula como un equipo de apoyo a la mujer que debe intervenir únicamente cuando algo no va por los caminos normales. También resaltó que en el interior del país sigue siendo la partera en la mayoría de los casos la que controla y hace el parto y que el médico sólo es llamado para la patología, para lo que realmente se formó, pero que en Montevideo aunque se votó hace muchos años el ingreso de las parteras al parto recién hace dos años se logró que realmente sea efectivo en todos los lugares donde se realice un parto, pero que no pueden realizarlos, que el bastión del parto en Montevideo sigue siendo el médico y consideró que es todo una cuestión de dinero.

Vera también explicó que quienes trabajan por la humanización del parto entienden que éste debe ser así en cualquier lado donde la mujer decida parir y no sólo en los que son en las casas, y que para eso es importante que la mujer se prepare, se empodere de su parto ya que hay un montón de normas que las amparan pero que si no las conocen esos derechos se violan.

Además expresó que muchas personas se espantan y se asustan cuando los niños nacen en una ambulancia, un patrullero o en el ómnibus pero «que esos son los mejores partos porque el bebé nace solo«, y que lo único que hay que hacer cuando un niño nace es abrigarlo, cuidarlo de la diferencia de temperatura. En ese sentido dijo que inmediatamente que nace un bebé sano debe ser puesto en contacto con la madre, que el apego es lo más importante para ese ser que cambia de mundo y que a la única persona a la que realmente conoce a es a su mamá, y a su papá si se acostumbró a hablarle mientras estaba en la panza. Explicó que el cordón debe cortarse recién cuando deja de latir, cuando deja de pasar sangre, ya que el bebé necesita de ese volumen que va a pasar para guardar la sangre y hierro que va necesitar durante los primeros seis meses de vida, y que eso está empezando a respetarse ya que es una orden en lo que significa la salud del recién nacido.

En síntesis lo que se busca desde la red de la humanización del parto y el nacimiento es seguir luchando para que la mujer sea respetada, que cuando una mujer decida tener un hijo también decida cómo, cuándo y dónde parir.

 

 

Son Derechos de la mujer embarazada y su pareja:

  • Controlar su propia reproducción, que incluye la libertad de elegir dónde parir, cómo y con quién.
  • Recibir una adecuada orientación para preparar su parto y vivirlo como un acontecimiento natural y gratificante.
  • Recibir una atención y asistencia integral para ella y su bebé.
  • Exigir del centro asistencial y del personal de salud un trato humanizado en todo el proceso de la gestación.
  • Tener una participación protagónica en todas las etapas del embarazo, parto y puerperio.
  • Ejercer libremente su sexualidad.
  • Estar acompañada por las personas que ella elija en su trabajo de parto y parto.
  • Asumir las posiciones que desee en su trabajo de parto y período expulsivo.
  • Tener un contacto precoz con su bebé para establecer un vínculo temprano madre-hijo/a.
  • Al alojamiento conjunto cuando el bebé es normal y sano.
  • Ejercer lactancia temprana.
  • Saber los beneficios y riesgos de cualquier tratamiento para poder aceptarlo o rechazarlo.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje