LEY TRANS

Federico Graña: «Se intenta presentar a los trans como monstruos»

Federico Graña, Director Nacional de Promoción Sociocultural del MIDES aseguró que “se intenta presentar a los trans como monstruos, pero en realidad los monstruos de esta 'película' son los padres y madres que con 14 años 'mandan' a sus hijos a la prostitución porque los expulsan de su casa”.

 

En la entrevista con LARED21, Graña, sin nombrarlos, consideró que hay sectores de la iglesia evangélica, que tienen un discurso de odio contra la población “trans”. En la red social twitter afirmó que hay sectores de la sociedad que lo único que los diferencia del Daesh (grupo terrorista yihadista) es que no tienen poder, si pudieran arrasarían con  los derechos de otras personas.

¿Por qué una ley integral para las personas “trans”?

Hay dos capítulos que explican porque es necesaria una ley integral. Una de ellas es reconocer la situación de estas personas. Actualmente tenemos leyes “reparatorias” y de acciones afirmativas, que en los últimos años han reconocido las situaciones de “discriminación” y de persecución. Una de ellas, es la que contempló la situación de ex presos y presas políticas y la otra, la ley que prevé acciones afirmativas para la población afrodescendiente. Con estas leyes, el Estado reconoció que estas personas estaban en situación de vulnerabilidad. La idea de una ley integral que atienda la situación de las personas “trans”, es para tratar de asegurar las acciones afirmativas que ya se están implementando, pero que hasta hoy son acciones administrativas, la idea es que se conviertan en ley.

¿Cuál es el número de personas “trans” en el país?

El  Censo (2016) estableció que son 950 personas, incluidas aquellas que viven en poblaciones pequeñas. Pensemos que no llegamos a la totalidad, sin embargo, estamos convencidos que no superarán las 1.200 personas.

«El ingreso promedio de una persona “trans” son 7.700 pesos»

¿En qué contexto viven?

Mientras el desempleo se ubica en el 8%, en la población “trans” está en el 30%, de esas personas hay un 5% que tiene jubilación por discapacidad, o por alguna otra situación que no tiene que ver con su identidad de género. Del 65% que está ocupada, solo el 25% tiene un trabajo formal que aporta al BPS, el resto tiene un trabajo informal. En el Censo hay un 88% de mujeres “trans” y el  12% son varones “trans”. El 85% de las mujeres “trans” ejercen el comercio sexual. El ingreso promedio de una persona “trans” es de 7.700 pesos. Cuando supera los 50 años los ingresos están en 4.400 pesos. Si vamos a los datos del nivel educativo, el 30% lo máximo que llegó fue a Primaria, 6 de cada 10 tienen ciclo básico. El promedio de edad en que son “expulsados” de su  hogar es de 16 años. La edad de “emancipación” es de 18 años. Más del 58% de los “trans” sufrieron “discriminación intrafamiliar”, tanto de sus hermanos, como de sus padres y también de sus madres. Estos son los números reales. Nosotros teníamos los relatos, pero con el Censo también tenemos los datos, y estos datos demuestran la característica de una población. Hoy en Uruguay la vida de una adolescente “trans” no se diferencia mucho si nace en La Tahona o en Casabó. Lo más probable es que cuando tenga 15 o 16 años, esté ejerciendo comercio sexual, porque sus padres la van a expulsar de su casa. Es cierto que actualmente tenemos una organización de papás y mamás que están apoyando principalmente a sus hijos varones “trans”. Esta organización es muy reciente. Una madre de esta organización la escuché decir esta ley es “los padres y las madres” que estos adolescentes no tienen.

«En nuestro Censo no pudimos conocer la expectativa de vida, sin embargo en América Latina los estudios dan que la expectativa es de 35 años»

Federico Graña en entrevista con Ana María Mizrahi. Foto: Carlos Loría
Federico Graña en entrevista con Ana María Mizrahi. Foto: Carlos Loría

¿Cuáles son los aspectos que podrán transformar la realidad?

En nuestro Censo no pudimos conocer la expectativa de vida, sin embargo en América Latina los estudios dan que la expectativa es de 35 años. Una “trans” mayor de 40 años se puede considerar una sobreviviente. En tiempos de dictadura y los decretos de “razzias” ya en democracia, incluso por cómo están redactados, podemos ver como se persigue a una población determinada. En plena dictadura un Jefe de Policía en Montevideo dijo que “limpiaría la calle de homosexuales y de marxistas”.

El decreto de Razzias de la década de los ´80, define ciertas poblaciones como aquellas que atentan contra la moral en las calles y en la vía pública. Para el Estado uruguayo y para muchos uruguayos también, aquellas personas que ejercían el comercio sexual,  eran los “travestis”, hombres vestidos de mujer, ni siquiera existía el concepto “trans”. En este proceso, la policía las perseguía, tenemos relatos, datos de archivo, de cómo las “paseaban” por todas las dependencias policiales y sin ningún motivo para detenerlas y esto ocurría en democracia. La policía iba a las “pensiones” donde vivían y las robaban, y las extorsionaban. En dictadura era aún peor, se las llevaban para “divertirse”, las golpeaban, las abusaban, hay relatos de “trans” que cuentan que en “fusileros navales” las abusaban sexualmente y después las dejaban atadas al muelle toda la noche. Esto le pasó a una chica “trans” con 14 años. Junto a Diego Sempol (escritor, periodista) hicimos un estudio vinculado a este tema, a lo que fue la dictadura y trabajamos sobre eso, “los crímenes sexuales en dictadura”. Las “trans” cuando le preguntabas que les había pasado en dictadura no hablaban, no contaban. Y cuando hablas con alguna de las que sobrevivieron, te decían que no contaban porque creían que lo que les había pasado “se lo merecían”. Sectores “hiperoprimidos”, ni siquiera se consideraban sujetos de derecho. La reparación prevista en la ley, es el mismo monto que una jubilación. Jubilación a la que seguramente nunca van a acceder porque no van a llegar a la edad para jubilarse.

«Hay que tener en cuenta cuando (la población “trans”) se enfrenta a jueces o juezas que no conocen la ley»

¿Respecto a la adecuación del nombre y/o del sexo en el documento de identidad?

Este tema es esencial. Hay un documental llamado  “La Gloria de Hércules” que cuenta la historia de Gloria Meneses, corría la década de los ´90 y ella se presentaba como la “travesti” ella fue la “travesti” más vieja del continente. Se pudo jubilar y vivió como mujer. Una vez en la década de los ´90 fue a votar, ya era una mujer mayor, le piden la credencial y la llaman por su nombre de varón “Hércules” había una cola larga de gente y finalmente como ella era Gloria y no Hércules finalmente no pudo votar. Al tener la documentación no tendrán que contar su historia, ni explicar que son “trans”.

«(De la población “trans”) solo el 35% cambió su nombre o están en proceso de cambio.»

¿Qué pasará con la documentación?

En el Censo lo preguntamos, solo el 35% cambió su  nombre o están en proceso de cambio. Los dos obstáculos son el económico, el trámite tiene un costo de 35 mil pesos, el MIDES  o la UDELAR con sus abogados, patrocina los procesos pero son muy lentos y también hay que tener en cuenta cuando se enfrentan a jueces o juezas  que no conocen la ley. En Rivera hace muy poco, una jueza argumentaba que la ley no existía, le llevamos la normativa y su decisión fue pedir una “pericia siquiátrica” que no está prevista en la ley. Eso fue para oponerse a una normativa vigente pura y exclusivamente porque se está en contra. En ese escenario, lo que proponemos es que el trámite sea administrativo y no judicial. Los “trans” van a un Juzgado y le preguntan ¿Cuándo fue tu primera vez? ¿Usted fue abusada? ¿Cuántas parejas tuvo? Todas estas preguntas no son parte de la ley. En la ley lo que hay que establecer es si hace “más de dos años que viven una identidad diferente a su sexo biológico”. Todas las otras preguntas “son abusos” de los operadores judiciales, en el fondo es porque no están de acuerdo o son ignorantes, podrían decir cosas peores pero me quedo con estos adjetivos.

¿El proyecto de ley prevé que no se necesitará recurrir a la justicia?

El proyecto prevé que el trámite será ante el Registro Civil y dejaremos la Comisión del Registro Civil a pedido de la propia población “trans”, porque cada vez que tuvieron que consultar se sintieron aceptadas y acompañadas. En realidad, no sería necesario, deberían ir a mostrador a pedir el cambio y como un trámite administrativo más.

«La ‘Autonomía Progresiva’ es a partir de los 15 años»

¿Qué pasa con los menores de edad?

La ley plantea principalmente dos cuestiones: si los padres acompañan el proceso de cambio de sexo pueden ir acompañados, en caso que los padres no acompañen este proceso, entra a regir la Convención de los Derechos del Niño y el Código de la Niñez y la Adolescencia, ahí entra a jugar el concepto de “Autonomía Progresiva”. El adolescente puede recurrir al Poder Judicial y ahí se resuelve que tiene la autonomía para encarar el proceso.

Federico Graña, director nacional Promoción Sociocultural del MIDES. Foto: Carlos Loría - LARED21
Federico Graña, director nacional Promoción Sociocultural del MIDES. Foto: Carlos Loría – LARED21

¿La autonomía Progresiva a partir de que edad?

A partir de los 15 años, lo prevé la ley.

¿Es a partir de los 12 años?

Esa es una interpretación que tiene que ver con el Código de la Niñez y la Adolescencia que habla de distintas capacidades. Pero los temas de capacidad no es lo mismo que la “autonomía progresiva”, son conceptos distintos y que están más atados a los procesos de maduración de las personas.

«(La población “trans”) lo que más plantea es acceder al proceso de hormonización»

 

¿A que puede acceder?

Desde 2014 ya existe la reasignación de sexo que es un proceso que dura entre uno y dos años, primero está la etapa de acompañamiento, luego el proceso de “hormonización”. No tenemos casos de intervenciones quirúrgicas, tampoco de reasignación de sexo, lo que piden es el proceso hormonal. Son pocos los casos que piden el proceso quirúrgico completo. No se llega al 5% de los casos que se están tratando. Lo que más se plantea, es el acceso al proceso de “hormonización”. Si bien la ley permitiría la intervención quirúrgica, en la práctica si estamos hablando de padres que no aceptan, el adolescente de entre 15 y 16 años empieza el proceso, primero con el concepto de “autonomía progresiva”, luego está la instancia judicial, la duración no es menor a los dos años, por tanto, la operación ocurrirá una vez que tenga cumplidos los 18 años.

«Hay sectores de la sociedad que lo único que los diferencia del Estado Islámico, es que no tienen poder; si pudieran arrasarían con los derechos de otras personas»

¿La iglesia evangélica en particular, se ha opuesto a esta ley, incluso hubo recolección de firmas para detenerla ¿Desde esta Secretaría como se vio dicha movilización?

Hay discursos que son de odio. Hace algunos días, puse un “tweet” donde señalo que hay “sectores dentro de la sociedad que lo único que los diferencia del Estado Islámico es que no tienen poder, si pudieran, arrasarían con los derechos de otras personas”. La excusa es el cambio de sexo de los adolescentes, pero en realidad lo que quieren es negar los derechos de las personas “trans”. El discurso de “paga tu estilo de vida trans” lo sostienen aquellos que en el Uruguay tienen exoneraciones fiscales. Si entramos en esa discusión ¿porque los uruguayos exoneramos de impuestos a las iglesias evangélicas? Discutamos todo.

«Sería grave que en el proyecto de ley se pierda el cambio de sexo registral»

¿El FA tiene convicción para aprobar el proyecto como viene del Ejecutivo?

El proyecto será aprobado, hay diferencias, por eso aún no avanzó. Para nosotros, sería muy triste que se perdieran algunos artículos. Hay preocupaciones que son sensatas, puedo entender el sentimiento de muchos padres que se preocupan, creo que es importante que además de preocuparse también se ocupen y que entiendan que estamos hablando de una población que no cuenta con sus padres, la mayoría son padres ausentes. Mientras estos “detractores” intentan presentar a los “trans” como “monstruos”, en realidad los monstruos de esta “película” son los padres y madres que con 14 años “mandan” a sus hijos a la prostitución porque los expulsan de su casa y no se ocupan de sus hijos. No acompañan y tampoco cumplen con la patria potestad que es educar y alimentar, y si vos a un adolescente de 14 años lo “mandas a changar a Bulevar” no estás cumpliendo con tus deberes. Sería grave que el proyecto de ley “pierda” el cambio de sexo registral. Que un adolescente después que fue expulsado de su casa, tenga que esperar hasta los 18 años para tener una documentación con la que ellos se identifican, no estaría bien. Colocar obstáculos lo único que hace es “atarlos” al comercio sexual porque comer tienen que comer. En estos procesos, también puede tener un rol el INAU, pero los adolescentes van a buscar referentes y hasta ahora las referencias que tienen son las mujeres trans que para sobrevivir han ejercido el comercio sexual. Ese es un gran problema que hay que trabajar y en el qué estamos discutiendo. Lo que estamos discutiendo es para beneficiar a un pequeño sector de la población que tiene ciertas características y las tiene por la “discriminación” de su entorno. Insisto, no estamos hablando de niños y niñas, sino de adolescentes que por el principio de “autonomía progresiva”  podrían acceder a un documento con el nombre con el que se identifican. Y lo otro es la reparación económica que a mi criterio es un acto de justicia.

 

Proyecto de Ley Integral Para Personas Trans by LARED21 on Scribd

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