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Embajadora de Cuba en Uruguay, Mercedes Vicente: “Fidel logró encauzar las ansias de independencia, libertad y justicia social”

El pasado 21 de diciembre se llevó a cabo en el Paraninfo de la Universidad de la República un acto de homenaje a la figura de Fidel Castro el cual fue organizado por la embajada de Cuba en Uruguay y las organizaciones integrantes del Movimiento de Solidaridad con Cuba.

Del evento participó como conferencista, la periodista cubana Arleen Rodríguez Derivet, Premio de Periodismo José Martí.

Rodríguez Derivet es conductora del programa de televisión “Mesa Redonda”, y ha estado muy cercana al extinto revolucionario.

Su programa televisivo comenzó a emitirse en el momento en que Cuba dio una batalla muy particular por Elián González, el niño que quedó en alta mar y su familia en el Estados Unidos.

Asimismo, Rodríguez Derivet es autora del libro: “Los afortunados entrevistadores de Fidel Castro”.

En dicha obra, la escritora entrevista a periodistas tales como Ignacio Ramonet, actual director de Le Monde Diplomatique en español; Gianni Minà, Tomás Borge o Frei Betto, escritor y teólogo de la liberación, quienes cuentan las experiencias durante sus entrevistas con Fidel Castro.

La segunda parte del homenaje fue la proyección del documental: “El camino de la vida”, de Isabel Santos, el cual tiene un componente humanista muy fuerte.

Santos tiene una amplia carrera cinematográfica como actriz y en este caso es realizadora del documental basado en la increíble historia de la española Isabel Álvarez, una sobreviviente de la guerra.

Durante el acto estuvieron presentes la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, el rector de la Universidad, Roberto Markarian, y la senadora socialista, Mónica Xavier.

Fidel logró encauzar las ansias de independencia, libertad y justicia social

La embajadora de Cuba en Uruguay, Mercedes Vicente, expresó a LARED21 TV que la noticia del fallecimiento del líder revolucionario “fue una reacción de no creerlo”.

“Lo teníamos alojado en un lugar muy especial, como que era eterno, independientemente de que sabíamos que su vida física era limitada, como la de todos los seres humanos, igual fue muy duro”, contó.

Recordó que ella pertenece a una generación en la que sus padres tienen la misma edad biológica que Fidel Castro.

“Nacimos en la Cuba del ’60, donde la Revolución ya era una realidad. Y nos incorporamos con mucha vehemencia  a los conceptos que Fidel defendió”, aseguró la diplomática.

Expresó que “cuando un hombre logra encauzar las ansias de independencia, libertad y justicia social de un pueblo permanecerá para siempre, como sucedió con José Martí”.

“Nuestros hijos y nietos comenzarán su oratoria diciendo que este continente, nuestra América, es la de Martí, la de Artigas, Bolívar, la de Fidel. Entonces, eso es lo que queda, ese es el legado”, señaló.

Añadió que el comandante deja “una obra, paradigmas de conducta y de ética muy grandes, que sus propios adversarios le reconocen”.

“Y, por sobre todo, nos deja muy alto el compromiso de seguir adelante sin su presencia, sin su capacidad aglutinadora, siendo mortales más simples pero muy comprometidos con lo que él nos enseñó”, manifestó Vicente.

Agregó que la noticia de la desaparición física de Fidel fue un momento de “mucha tristeza, pero también de renovación y de mucho simbolismo, porque murió un 25 de noviembre, el mismo día que 60 años antes había partido hacia la Revolución en el Granma, y ahora parte hacia la eternidad”.

Además, sus últimos actos dicen mucho de lo que era Fidel, es decir un ser humano entregado a la transformación de un país. “Era un hombre que se merecía a su pueblo y su pueblo a él”.

“Ahora hay que seguir sin él, en un mundo con desafíos grandes para los países pequeños. Revolución es cambiar todo lo que deba ser cambiado, no es un proceso estático, sino que evolucionan y tiene como sustrato la búsqueda de la igualdad y la justicia y eso es lo que hay que defender. Patria es humanidad y eso se lo debemos a Fidel”, remarcó la embajadora cubana.

En referencia al bloqueo de los Estados Unidos a Cuba, dijo que continúa siendo el principal obstáculo para el desarrollo de la isla caribeña.

“Reestablecimos relaciones diplomáticas con el Gobierno de los Estados Unidos y eso nos ha permitido arribar a puntos de consenso en determinadas áreas donde no tenemos diferencias de opiniones, tales como la protección de medioambiente, y la prevención de catástrofes”, remarcó.

Pero aclaró que “hay un diferendo histórico que tiene que ver con la Doctrina de Seguridad de los Estados Unidos, que no contempla como parte de la realidad la independencia de un país tan cercano”.

Vicente remarcó que si EE.UU “tiene la voluntad de inaugurar un nuevo momento en las relaciones bilaterales, entonces tiene que cesar una medida  tan hostil como es el bloqueo económico, el que es un acto de guerra económica y daña la calidad de vida del pueblo cubano”.

También dijo que “Norteamérica debe devolver la base naval de Guantánamo, territorio ocupado ilegalmente a Cuba”.

“Es decir, es un camino hacia la normalización, siempre y cuando avancemos en condiciones de igualdad”, remarcó.

Con respecto al futuro del bloqueo, a raíz del triunfo de Donald Trump, la diplomática manifestó que Cuba no se adelanta a los hechos.

“Lo decisivo es lo interno en Cuba, más allá de que los contextos pueden ser más o menos adversos y que la región atraviese un momento complejo porque hay una ofensiva de la derecha, creo que las cosas se deciden dentro de Cuba”, aclaró.

Recordó que existieron momentos en que Cuba no tenía relaciones con los gobiernos latinoamericanos, a excepción de México, “porque ellos la habían cortado, pero sí había una relación muy intensa con los pueblos”.

“En estos momentos veíamos aquí a jóvenes que estudiaron en la Escuela Latinoamericana de Medicina. ¡Qué bonito es ver que hemos estado formando parte de una gran patria que empieza en el río Bravo y termina en la Patagonia!”, ejemplificó.

Por todo ello, nos gusta decir que “Fidel partió hacia la eternidad”.

Celebrar la vida de Fidel

Por su parte, Arleen Rodríguez dijo que se debe “celebrar la vida de Fidel”, en tal sentido citó una costumbre haitiana de cantar cuando las personas mueren, “porque hay que celebrar la vida que vivieron, y si hay una vida que merece cantarse es la de Fidel”.

Recordó que la primera vez que vio a Fidel fue cuando ella tenía 24 años, en la provincia de Guantánamo donde ejercía el periodismo.

“Fidel había llegado a Guantánamo para inaugural el programa Médico en la Familia en la montaña y llevo a médicos jóvenes de La Habana y allí en las playitas por donde José Martí regresó a Cuba a hacer la guerra, les dijo: Les aseguro que nada los hará más felices que amanecer en la montaña”, evocó la periodista.

“Asimismo Fidel les expresó a los médicos que tenían que llevarle la salud a mucha gente que vive en el extranjero estando en Cuba, los que están aislados, en los lugares más humildes. Eso también me impresionó”, afirmó.

Recordó, asimismo, un episodio que vivió años después, ya siendo subdirectora del periódico Juventud Rebelde, cuando Fidel Castro se reunió con la dirección del diario para informarles que la economía del país sufría una importante caída.

Arleen Rodríguez dijo que Castro les pidió que el personal no fuera despedido sino reubicado y que en cinco años cuando el país estuviera saliendo de la situación, volverían, y tenían que sentir que su casa nunca los abandonó. “Así fue, los 300 trabajadores de Juventud Rebelde pudieron volver”.

En cuanto a la relación con la prensa, dijo que “los periodistas cubanos muchas veces se quejaban porque no les daba entrevista, y en cambio sí se las dio a periodistas extranjeros, entre ellos a Federico Fasano aquí en Uruguay”.

“Yo un día dije que si Fidel escogía a uno de nosotros, entonces qué íbamos a pensar los demás. Pero por otro lado, siempre nos dio a todos la oportunidad de preguntarle algo. El riesgo de entrevistar a Fidel era que con una respuesta se podía llenar dos páginas del periódico”, contó.

También aseguró que el líder revolucionario “nunca engañó al pueblo, e incluso él les pedía apretarse el cinturón”, a diferencia de otros líderes políticos que ocultan la verdad.

Manifestó que la prensa cubana hace muchos años que se encuentra buscando un camino, “que no sea el de la prensa comercial, porque caer en manos del mercado sería terrible”.

“Estamos luchando porque se mantenga lo fundamental, que la empresa siga siendo pública como ha sido hasta ahora. Alguna gente dice que al ser estatal y partidista es monotemática, pero es verdad también que muchas generaciones de periodistas hemos podido trabajar haciendo lo que queremos y no lo que quiere el dueño de la plata”, remarcó la periodista.

“Nuestros medios públicos están al alcance de todos y se protege a los periodistas. No queremos que nos pruebe la medicina de la prensa privada que responde a determinados intereses, que se basa en la compra y venta del mercado, que le vende consumidores a las compañías que anuncian”, aseguró.

Dijo que también se está apostando a “esquemas de autofinanciamiento, que sí es publicidad válida del propio país, y del servicio público para sostener a los medios y mejorarlos tecnológicamente, y en cuanto al contenido zafar de la idea de que todos los medios responden a una misma línea editorial o política”.

“Es importante que cada uno construya su propia línea, porque uno de los rezagos que nos queda es el del periodismo socialista que lo hacen tan cuidadoso de las formas, de no equivocarse que ya no se parece al periodismo, ni a la vida”, cuestionó.

Aseguró que el periodismo cubano “está creciendo en busca de un camino propio y nuevo, que lo mantenga alejado del mercado y le quite el lastre del conservadurismo del esquematismo de una prensa aburrida”.

Entretanto que Isabel Santos, la realizadora de “El camino de la vida”, remarcó que con su documental sobre la vida de Isabel Álvarez, una sobreviviente de la guerra, pretende que las personas no olviden sus las heridas, porque el olvido nos codena a repetir el pasado.

“El documental es una alerta, porque si nos quedamos en silencio las cosas dolorosas pueden volver a ocurrir”, remarcó.

Recordó que la primera vez que visitó Uruguay, el país salía de la dictadura y la gente estaba saliendo de las cárceles.

“Uruguay estaba muy marcado y con mucho dolor. Al regresar ahora a Montevideo, después de tantos años, veo que sigue siendo muy cálida, pero y ya sin heridas”, expresó la realizadora cinematográfica.

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