Los Mercedes Benz de Pinochet

Cansado de ser víctima de los asaltos, un anciano agricultor chileno compró el martes dos lujosos autos Mercedes Benz que el ex dictador Augusto Pinochet pidió para defenderse, aunque nunca los usó.

Enrique Lobos, de 76 años, pagó primero 24 millones de pesos (unos 45.000 dólares) por un Mercedes de 1991, que puede desplazarse a 240 kilómetros por hora a pesar del pesado blindaje.

No contento con la compra, Lobos pujó por otro Mercedes igual, que se adjudicó en 25 millones de pesos (unos 47.000 dólares).

«Tengo cuatro balas en el cuerpo, fui asaltado en el año 88. No los quiero para venderlos, los compré porque son blindados para mi seguridad», dijo Lobos a periodistas mientras empuñaba su bastón.

La subasta, realizada bajo una concurrida presencia de expertos y curiosos, tenía un precio mínimo de 12,5 millones de pesos (unos 23.000 dólares) para cada automóvil.

Según un funcionario de la oficina de remate, los Mercedes fueron pedidos por Pinochet entre 1988 y 1989, cuando gobernaba aún Chile, pero los vehículos llegaron recién en 1991, año en que el ex dictador ya había entregado el poder al ex presidente Patricio Aylwin.

Pinochet, de 84 años, gobernó a Chile con mano dura entre 1973 y 1990, y hoy enfrenta la posibilidad de ser juzgado por centenares de crímenes en que grupos de derechos humanos le imputan responsabilidad.

Un funcionario oficial informó que los autos, que rinden apenas 2,5 kilómetros por litro de gasolina debido al peso de su blindaje, fueron usados por Aylwin y luego quedaron en desuso.

Hoy, Pinochet se desplaza en dos Mercedes suministrados por el ejército chileno.

Tras descartar animadversiones políticas y admitir simpatía por Pinochet, Lobos aclaró que lo suyo era «el gusto» de comprar los dos Mercedes luego de trabajar durante 60 años.

«No soy político, tampoco soy negociante», dijo Lobos. «Fue por mi seguridad (…) hay que prevenir y no curar», agregó al retirarse del lugar del remate en su Mercedes, sin dar propina a la persona que le cuidó el auto en la calle.

En 1986, Pinochet fue blanco de un atentado del que salió ileso, pero un día después lanzó una feroz cacería contra los atacantes, un grupo izquierdista.