Cómo deshacerse de la arena para gatos de forma ecológica

Existen múltiples formas ecológicas de deshacerse de la arena para gatos, cada una con sus propias ventajas y desventajas. Debido a la gran variedad de arena para gatos, los diferentes sistemas de tratamiento de aguas residuales y alcantarillado en cada ciudad o lugar de residencia, y la dificultad de compostar los desechos para gatos, no hay una solución que funcione para todos.

Las heces de gato son distintas de las de perro. Si no se eliminan adecuadamente, los desechos de gatos tienen el potencial de ser peligrosos para su salud y el medio ambiente. Ser dueño de una mascota ecológica no siempre es fácil, pero es importante conocer cada opción y compra para tomar la decisión más sostenible.

Opta por lo biodegradable

Elija una arena para gatos hecha de materiales naturales que se descomponen y regresan a la tierra. Busque ingredientes como papel comprimido reciclado, virutas de madera, maíz, semillas de hierba, pino, trigo o aserrín.

La mayoría de las arenas para gatos biodegradables están hechas de varios productos a base de plantas y pueden ser más costosas que las de las que venden en el supermercado. Ten en cuenta que muchas de esas arenas para gatos convencionales contienen polvo de sílice, que puede causar infecciones de las vías respiratorias superiores tanto en gatos como en humanos. Además, evite las arenas que contienen bentonita de sodio (arcilla) o fragancias. Estos materiales son perjudiciales tanto para los gatos como para el medio ambiente, debido a sus métodos de extracción y al uso de productos químicos.

Bolsas biodegradables

El método más fácil y más común para deshacerse de los desechos de los gatos es sacarlos de la caja, sellarlos firmemente en una bolsa y tirarlos a la basura. Una bolsa biodegradable diseñada para arena para gatos puede parecer una gran opción. Sin embargo, este tipo de bolsas, supuestamente diseñadas para hacer compost más rápidamente, tienen resultados muy variados y no están disponibles en muchos países.

Entonces, la mejor opción es poner la arena en una bolsa de plástico compostable o bien en una de papel marrón.

Por el inodoro no

Tirar la basura y los desechos del gato al inodoro es riesgoso y potencialmente dañino para el medio ambiente. Para empezar, los desechos de gatos pueden obstruir las tuberías, contaminar el agua potable y dañar los ecosistemas.

Las heces de gatos pueden contener el parásito Toxoplasma gondii, que puede causar la toxoplasmosis en humanos. Los humanos sanos normalmente pueden combatir este tipo de infección, pero es peligroso para aquellos con sistemas inmunes comprometidos. Debido a que Toxoplasma gondii se puede propagar en el agua y el suelo, es importante no tirar la arena para gatos o la caca de gato en cauces de agua. El parásito se ha relacionado con gran cantidad de muertes en nutrias marinas , así como con belugas y focas monje hawaianas, las cuales están en peligro de extinción.