Fumar, vapear y otros factores se relacionan con más de la mitad de muertes por cáncer en el mundo

Fumar es uno de los principales factores de riesgo y de causa de cáncer en todo el mundo y, junto al sobrepeso y al consumo excesivo de alcohol, representan más de la mitad de los decesos por cáncer, según se desprende de un nuevo estudio.

El cáncer es la segunda causa principal de muerte a nivel mundial, y exponerse a los diversos factores de riesgo es un elemento clave en la biología y la carca de muchos tipos de estas enfermedades. Los médicos no conocen las causas exactas del cáncer, y no todos los casos o muertes son evitables, pero existen factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de que las personas lo desarrollen.

En el estudio más grande realizado en su tipo, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, Estados Unidos, son los primeros en determinar cómo los factores de riesgo contribuyen.

Fumar, el consumo de alcohol y un índice de masa corporal (IMC) alto son los principales contribuyentes. En total, los factores de riesgo son responsables de casi 4,45 millones de muertes por cáncer al año, según los hallazgos publicados en The Lancet que utilizaron el estudio Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors (GBD) de 2019. Esto representa más del 44,4% de todas las muertes por cáncer en el planeta. La mitad de todas las muertes por cáncer en hombres en 2019 (50,6 % o 2,88 millones) se debieron a factores de riesgo estimados, en comparación con más de un tercio de todas las muertes por cáncer en mujeres (36,3 % o 1,58 millones).

Fumar, la primera causa

“Fumar continúa siendo el factor de riesgo principal para el cáncer a nivel mundial, con otros contribuyentes sustanciales a la carga del cáncer que varían. Nuestros hallazgos pueden ayudar a los formuladores de políticas e investigadores a identificar los factores de riesgo clave que podrían ser el objetivo de los esfuerzos para reducir las muertes y la mala salud por cáncer a nivel regional, nacional y mundial”, dijo el doctor Christopher Murray, director del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.

Los principales factores de riesgo a nivel mundial para las muertes por cáncer en ambos sexos fueron el tabaquismo, seguido del consumo de alcohol y un índice de masa corporal alto.

El 36,9% de todas las muertes de cáncer globales son el grupo del cáncer de tráquea, el de bronquios y el de pulmón, todos vinculados al tabaquismo.

Otro estudio, publicado en Estados Unidos, confirma números parecidos: mueren por cánceres relacionados al fumado unas 123.000 personas al año, que representan más del 30% de todos los decesos.

“Durante las últimas décadas, fumar ha disminuido sustancialmente en los EE. UU., seguido de una gran disminución en la mortalidad por cáncer de pulmón y algunos otros cánceres relacionados con el tabaquismo”, dice el autor principal Farhad Islami, MD, director científico principal de investigación de disparidad del cáncer en la Sociedad Estadounidense del Cáncer.

El estudio fue publicado en línea el 10 de agosto en International Journal of Cancer. 

El riesgo de vapear

También hay investigaciones que han encontrado relación entre el vapeo (usar vaporizadores, como sustituto del cigarrillo) y el cáncer en el sistema respiratorio: científicos del Reino Unido advirtieron recientemente que el gran consumo de estos productos podría causar una ola de cáncer dentro de unos diez años.

Los investigadores del Instituto Francis Crick (FCI) dicen que si bien vapear es más seguro que fumar cigarrillos, los riesgos para la salud a largo plazo no están claros. “No creo que podamos decir que vapear es necesariamente una opción segura para dejar de fumar. Puede ser más seguro, pero eso no significa que sea seguro”, dijo Charles Swanton, científico clínico del Instituto Francis Crick de Londres.

Así las cosas, la evidencia alerta que el uso constante del vaporizador puede “despertar” célula cancerígenas y desatar la enfermedad en el mediano plazo.