India entra en estado de confinamiento obligatorio para sus 1.300 millones de habitantes
El gobierno del gigante asiático ordenó el cierre de todos los comercios excepto los considerados esenciales.
El gobierno de India decretó que desde esta semana todo el país deberá paralizarse por la pandemia del coronavirus: 1.300 millones de personas deberán acatar la orden de cuarentena obligatoria y deberán cerrar todos los comercios considerados no esenciales.
India tiene un frágil y arcaico sistema sanitario al que no pueden acceder cientos de millones de habitantes y, los que sí, reciben atención primaria deficiente y poco efectiva.
Todo, a excepción de negocios como farmacias, mercados de alimentos, servicios de salud y supermercados, deberán estar cerrados. Las otrora bulliciosas calles de gigantescas ciudades como Nueva Delhi o Mumbay estaban desieras, mostrando una atípica imagen de estas ajetreadas urbes.
There’s a coordinated and committed effort being put in at all levels to fight COVID-19. Do listen to this important and informative press briefing on the evolving situation and actions taken. #IndiaFightsCorona//t.co/yVyoKhjOZQ
— Narendra Modi (@narendramodi) March 25, 2020
Antes de que estalle
Por ahora, India solamente ha detectado poco menos de 500 casos y han fallecido 9 personas, de acuerdo a datos de sus autoridades sanitarias.
Sin embargo, el primer ministro, Narendra Modi, decretó la cuarentena total, inmediata y obligatoria para evitar que estalle un gran brote en el país, que comparte miles de kilómetros de frontera con China.
«Este es un paso esencial en esta decisiva batalla contra la pandemia del coronavirus», dijo Modi en una cadena de televisión la noche del martes, y explicó que «para los expertos en salud, un mínimo de 21 días es crucial para romper el ciclo de infección» de la enfermedad.
«Si no somos capaces de enfrentar esta pandemia en los próximos 21 días, el país y tu familia sufrirá un retroceso de 21 años», agregó.
«No hay otra manera de permanecer a salvo del coronavirus», insistió.
En la misma alocución admitió que el confinamiento «implicará un coste económico para el país» aunque su administración aún no sabe cuánto será. Por ahora, ordenó la liberación de casi 2 mil millones de euros para la sanidad pública que estarán destinados a capacitar personal médico, comprar equipamiento e incrementar la cantidad de pruebas de detección del COVID-19.
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