Día mundial del lavado de manos: La importancia de esta práctica en la vida cotidiana

La pandemia del coronavirus nos hace un recordatorio más que importante acerca de una de las formas más efectivas de detener la propagación de enfermedades contagiadas causadas por gérmenes, virus y bacterias. Es simple y rápido y tiene efectos sumamente beneficiosos a la salud humana de cada persona y a de la población en general.

Hablamos del lavado de manos, cuyo día internacional se conmemoró este 15 de octubre, una observancia establecida en 2008 por la Sociedad Global del Lavado de Manos.

El tema de este año fue «La higiene de manos para todos y todas» y busca crear conciencia sobre la disponibilidad mundial de agua y jabón, especialmente en espacios públicos, escuelas y centros de salud. Tambié se aprovechó para pedir a los gobiernos, instituciones y personas que mejoren sus esfuerzos en esta práctica en respuesta a la pandemia del COVID-19: algo tan simple como frotar agua y jabón durante unos 30 segundos podría representar la diferencia entre contagiarse o no.

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Los números del lavado de manos

Lavarse las manos con agua y jabón no solo es fácil sino que además puede prevenir la muerte de una gran cantidad de niños que sucumben ante enfermedades transmitidas por virus y bacterias, especialmente en países en vías de desarrollo.

La educación sobre el lavado de manos puede reducir entre un 23% y un 40% el número de individuos que enferman de diarrea. También baja entre un 29% y un 57% el ausentismo en escolares por enfermedades gastrointestinales.

Asimismo reduce las enfermedades diarreicas en personas con sistemas inmunitarios debilitados en aproximadamente un 58% y las respiratorias -como resfriados, por ejemplo- en la población en general hasta en un 21%, todo esto según datos de los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos.

Una práctica que debe ser sustentable

Los expertos recomiendan higienizar constantemente las llaves de paso, válvulas y demás elementos que estén en contacto con las manos en pilas, lavabos, piletas o lavatorios. Es importante no desperdiciar agua por lo que debe cerrarse el flujo de esta mientras se enjuaga con jabón (hé ahí la importancia de que estén limpias estas superficies).

Si te preocupa que los gérmenes entren en tus manos después de lavarlas, podés usar una toalla de papel, el codo u otra forma de manos libres para cerrar el grifo.

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