El diputado Julio Sanguinetti deseó la muerte al director de LA REPUBLICA

DANILO ALBIN, CANELONES

 

Sobre las 18.00 horas de la víspera el salón de la Criolla Tradición Oriental de Canelones, donde se desarrollaba la elección del Comité Ejecutivo Departamental del Partido Colorado de este departamento, estaba prácticamente lleno. Varios convencionales colorados aguardaban el cierre de las urnas, mientras formaban círculos y dialogaban sobre la habitualmente agitada vida política canaria.

Cuando este corresponsal recién había llegado al lugar, se aproximó a un grupo de dirigentes, entre los que se encontraba el senador Pablo Millor. En ese momento, el diputado Sanguinetti abandonó una habitación contigua y se acercó, mientras varios militantes locales le informaban que estaba presente el corresponsal de LA REPUBLICA y lo animaban, en tono jocoso, a saludar a este medio. «Yo no le deseo la muerte a nadie, pero a Fasano sí le deseo la muerte; él es el verdadero enemigo», manifestó visiblemente irritado el hijo del ex presidente, elevando el tono de su voz y evitando mirar a este corresponsal, a quien ni siquiera saludó. En presencia de alrededor de diez personas, pronosticó además que «cuando ese hijo de puta se muera va a tener que comprarse un cajón con control remoto, porque nadie va a ir a su entierro». Luego de realizar las luctuosas declaraciones, el hijo del ex presidente Julio María Sanguinetti caminó algunos pasos y se sentó en una silla. Estaba nervioso y no lograba ocultar su malestar por la presencia de este periodista. Quienes estaban en ese extremo del salón quedaron mudos y en un sepulcral silencio, mientras que el senador Millor trató de cambiar rápidamente de tema, recurriendo a los motivos que llevaron a la Lista 15 a no presentarse a las elecciones municipales. Cabe destacar que el ex arquero aurinegro y director de Deportes de la Intendencia de Canelones, Fernando Alvez, el diputado suplente del Foro Batllista Heber Duque, Millor y varios dirigentes foristas escucharon los deseos pronunciados por Sanguinetti delante de este corresponsal. *