Cuba critica a diplomáticos por fiesta de Reyes Magos

La Habana, AFP

La prensa cubana arremetió el domingo contra la embajada de España en Cuba por haber organizado el pasado viernes un «espectáculo asqueroso» en calles de La Habana con un desfile de los tres Reyes Magos, a quienes llamó «mamarrachos», «irreconocibles payasos» y «magos de pacotilla».

La tradición católica de festejar el día de los Reyes Magos desapareció de Cuba durante el proceso revolucionario. Lo mismo pasó con la Navidad, pero hace tres años fue restaurada, tras la visita del Papa Juan Pablo II a la isla, en enero de 1998.

La tarde del viernes 5 de enero, diplomáticos españoles disfrazados de Melchor, Gaspar y Baltazar recorrieron varias calles de Centro Habana a bordo de coches tirados por caballos y lanzaron a su paso caramelos que se disputaron decenas de niños cubanos.

Después del recorrido, los tres reyes magos se dirigieron al interior del Centro Cultural de España, ubicado frente al malecón habanero, para repartir regalos en medio del desorden, según mostraron imágenes de la televisión cubana en un reportaje transmitido la noche del sábado.

«¿Con qué derecho humillan a nuestros niños, lanzándoles caramelos al pavimento o al fango, según la puntería de los mamarrachos? ¿Qué tipo de ética defiende esta gente que impone la ley de la selva por un puñado de baratijas?», preguntó el diario Juventud Rebelde.

«A los cubanos nos cuesta creer que aquellos ‘reyes picúos’ eran en verdad diplomáticos acreditados en La Habana ¿Cómo se puede perder el sentido del ridículo en un país tan respetuoso de la dignidad humana?», cuestionó el diario.

La queja cubana se da en un contexto de tensas relaciones entre Cuba y España, cuyo más reciente enfrentamiento ocurrió en noviembre pasado en la X Cumbre Iberoamericana, cuando Madrid pretendía que todos los presidentes de la región aprobaran un texto condenando las actividades de la organización separatista vasca ETA, a la que La Habana se opuso por considerarlo excluyente de otras formas de terrorismo.

«En su desenfreno caritativo, los monarcas importados no repararon en los peligros a que se veían expuestos los niños, que corrían a su lado por el medio de las céntricas calles», dijo el periodista que presentó el reportaje televisivo.

La televisión también mostró a un español, al parecer un diplomático, cuando le gritaba a un grupo de niños «fuera, fuera», en un intento de frenar el impulso de los pequeños por hacerse de un regalo.

«Estas escenas que hemos visto marcan la diferencia entre la concepción capitalista y la concepción socialista sobre el respeto y la dignidad con que deben ser educados los niños», dijo el periodista de la televisión en los minutos finales del reportaje sobre los «90 infaustos minutos» que duró el paseo de los reyes magos.

Según Juventud Rebelde, tras la difusión del reportaje televisivo varias personas llamaron a la redacción del diario para expresar su indignación y calificar el paseo de «desvergüenza» y «espectáculo asqueroso».

«¿Cómo estos fantoches nos van a venir a hablar, en nuestra cara, de felicidad, de que los niños brinquen y corran y sean protagonistas, mientras los tratan como si fueran perros?», comentó una persona citada por el diario de las juventudes comunistas.

En otro comentario, el diario Juventud Rebelde calificó de «ridícula caravana de coches con la parodia de los tres reyes magos a cuesta, lanzando contra nuestros niños caramelos como limosnas y confesando impúdicamente su intención de traernos de vuelta tradiciones que vinieron por primera vez, junto a la espada y la cruz donde quemaron a (al indio) Hatuey y con la moral esclavista de dar un día de premio a los que deben sufrir el resto del tiempo».

La televisión abrió sus micrófonos a los diplomáticos españoles, entre ellos a los tres reyes magos, uno de los cuales dijo que «me gustaría que todos los niños de Cuba pudieran disfrutar de esto en los años venideros y que cada vez sea una fiesta más compartida por todos los niños».