intento de magnicidio

La Justicia argentina sospecha que el atacante de CFK no actuó solo

La Justicia federal sospecha que el hombre que intentó disparar en la cara a la vicepresidenta podría haber actuado en connivencia con más personas.

Tres cuadros del momento en que la vicepresidenta argentina fue víctima de un intento de asesinato.
Tres cuadros del momento en que la vicepresidenta argentina fue víctima de un intento de asesinato.

La jueza María Eugenia Capuchetti, que lleva la causa del intento de asesinato a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (CFK), sospecha que el atacante no habría actuado solo y dictaminó imponer sobre el expediente el secreto de sumario, luego de registrar imágenes de distintas cámaras del incidente acaecido el pasado jueves por la noche en frente de la casa de la política, en el barrio porteño de Recoleta.

Medios argentinos publicaron este fin de semana que ya se reconstruyó el camino que hizo el agresor, usando cámaras de seguridad de la zona, pero el hecho de si llegó solo o acompañado fue reservado por el asunto de la declaratoria de secreto.

El portal Infobae citó fuentes cercanas a la investigación, las cuales informaron que no hay una sofisticada organización detrás del atentado, pero no se ha descartado que el hombre hubiese actuado con más personas.

¿Qué pasó con el celular?

El teléfono del atacante, Fernando Sabog Montiel, fue peritado pero los investigadores encontraron que había sido “formateado a su estado de fábrica”, por lo que se habría perdido la totalidad de la información contenida. Con este tipo de formateo, el aparato queda como cuando sale de la fábrica: es como si estuviera nuevo.

El dispositivo fue secuestrado en el momento en que fue arrestado, a los minutos de que gatilló el arma en la cara de la vicepresidenta. Fue entregado en un sobre cerrado por la Policía Federal Argentina al juzgado de Capuchetti. Los expdertos que intervinieron el aparato, durante las primeras horas, fueron los de dicha Policía.

Fue conectado a una computadora portátil para tratar de extraer información con un software de origen israelí, llamado UFED, pero tras varios intentos el resultado fue “negativo”. Así las cosas, el celular fue guardado en una caja fuerte del Juzgado, según relataron medios argentinos.

 

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