javier en soledad

Más de 1 millón marcharon en Argentina por la educación pública y contra los recortes de Milei

El mandatario ultraderechista se quedó solo tratando de desmantelar la educación pública: una marcha convocó a más de un millón de personas en Buenos Aires y en todas las provincias para defender uno de los baluartes del federalismo argentino, y una de las herramientas de movilidad social ascendente más importantes de su historia.

marcha universitaria argentina

El presidente Javier Milei perdió el pulso: la defensa de la educación pública es una bandera que ondean en todos los lugares, incluso los libertarios. Ni siquiera sus votantes están tan convencidos de que el desfinanciamiento y el vaciamiento de las universidades es una buena idea.

El imponente despliegue del estudiantazo del 23 de abril rebasó todo pronóstico, llenando las calles desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo con una multitud festiva, diversa y apasionada. Más que una manifestación, fue un testimonio contundente de que la educación pública es un pilar insustituible de la identidad argentina, un derecho fundamental que no se puede ignorar.

Según estimaciones de los organizadores, alrededor de 800 mil personas se congregaron, pero sumando las marchas en todo el país, la cifra superó el millón de manifestantes. Esta movilización se convirtió en un hito político marcado por la resistencia a las políticas de ajuste del gobierno del mandatario ultraderechista, representando a una parte significativa de la ciudadanía que exige un compromiso firme con la educación y la ciencia.

El discurso en el acto central, pronunciado por Piera Fernández De Piccoli, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), resonó con fuerza: “Defendemos el acceso a la educación superior pública como un derecho. Creemos en la capacidad igualadora de la educación pública y gratuita, en el poder transformador de la universidad como formidable herramienta de movilidad social ascendente y en el aporte diferencial y sustantivo de la producción científica”.

“Todos los problemas que tenemos se resuelven con más educación y universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología. Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permitan a la Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del desarrollo y la soberanía. La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la sociedad Argentina a defenderla”, agregó.

Las voces se multiplicaron con figuras como Taty Almeida y Adolfo Pérez Esquivel, quienes destacaron la relevancia de una universidad pública, libre y gratuita como logro fundamental del pueblo argentino.

Una protesta pacífica por la educación

La marcha no solo fue un acto de protesta, sino también una expresión artística y cultural. Los carteles, las consignas y hasta los libros levantados en señal de reclamo mostraron la diversidad y la determinación de quienes defienden la educación pública como un derecho humano fundamental.

Desde estudiantes hasta figuras públicas como el gobernador Axel Kicillof o el exministro de Economía y excandidato presidencial, Sergio Massa, se unieron en un mensaje claro: la educación pública es un valor que debe ser protegido y fortalecido.

La jornada culminó con un llamado contundente desde las redes sociales al presidente, instándolo a salir de Twitter y ver de primera mano el compromiso y la pasión con la que se defiende la educación en Argentina.

La ministra de Seguridad de Milei, Patricia Bullrich, lanzó una serie de advertencias de supuestos grupos “infiltrados”, mientras desplegaba cientos de policías en motocicletas, camionetas, camiones y a pie, pero la cantidad de gente que participó de la marcha superaban en muchas veces a los uniformados. De todas formas, no hubo los disturbios que vaticinaba la ministra, y todo se dio en calma y civilidad.

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