Bolsonaro flexibiliza tenencia de armas: Tiradores podrán tener hasta 60

Bolsonaro reduce el control sobre el mercado de armas, elevando a seis la cantidad permitida para civiles y 60 para tiradores y cazadores.

Imagen de archivo de Jair Bolsonaro durante una visita a Israel. Foto: Twitter / Jair Bolsonaro
Imagen de archivo de Jair Bolsonaro durante una visita a Israel. Foto: Twitter / Jair Bolsonaro

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, firmó cuatro decretos el viernes antes del fin de semana de inicio del Carnaval, con los cuales se flexibiliza al máximo posible la venta y el control de las armas de fuego en todo el país.

Bolsonaro, abierto defensor del uso de armas y de la defensa personal con estas, divulgó en redes sociales su decisión de aumentar a seis el número máximo de armas que un civil puede tener a su nombre, y a 60 las que pueden tener cazadores o tiradores profesionales.

En el caso de miembros de la magistratura, del Ministerio Fiscal, de la Policía y guardias penitenciarios, el máximo se elevó a ocho unidades.

La cantidad de armas legales registradas pegó un salto del 65% desde unos meses antes de que Bolsonaro asumiera la presidencia en 2018: a finales de enero de 2021 ya hay 1.1 millones de pistolas y afines en poder de ciudadanos, cifra que podría aumentar aún más si la Justicia no frena los decretos del mandatario.

«El populismo armamentista de Bolsonaro, además de agravar el problema (de la violencia), es una cortina de humo para sus aspiraciones golpistas», escribió en Twitter Marcelo Freixo, diputado del PSOL (Partido Socialismo y Libertad) en Río de Janeiro. Anunció a su vez un proyecto de ley para anular los últimos decretos e ingresó una Acción Directa de Inconstitucionalidad (recurso de inconstitucionalidad) en el Tribunal Supremo. «El presidente no puede legislar sobre armas a base de decretos», añadió.

El Instituto Igualpe, que estudia la seguridad pública en el gigante sudamericano, dice que esta decisión «no solo tiene unos efectos letales para el país que más mata con armas de fuego, sino que refuerza las posibles amenazas a la democracia y a la seguridad de la colectividad. Según la asesora en seguridad del organismo, Michele dos Ramos, «hay muchas preguntas que necesitan una respuesta de las autoridades federales acerca de los móviles políticos del descontrol de armas en el país, ya que no hay justificación alguna ni conocimiento técnico que fundamente estos peligrosos cambios».

Después de sus críticas, el mandatario bloqueó en Twitter a Ilona Szabó, confundadora y presidenta del Instituto Igarapé.

Controles más laxos

Otra de las medidas aprobadas en los decretos ejecutivos es una drástica reducción del control y el rastreo de armas y municiones, un movimiento que según denuncian organismos de derechos humanos podrán aumentar la posesión de estas por la delincuencia organizada.

Los cazadores y tiradores ya no tendrán que tramitar un permiso con el ejército para comprar hasta 60 armas, requisito que hasta ahora era obligatorio. El ejército también dejará de controlar la trazabilidad de proyectiles y máquinas para la recarga de municiones y cargadores.

«El aumento de la venta de armas de mayor potencial acaba abasteciendo al mundo del crimen», dice Carolina Ricardo, directora del Instituto Sou da Paz. «Armas de colección de un tirador o cazador pueden ser robadas o desviadas y abastecer el mercado ilegal», advierte.

El año pasado ya se habían aflojado los controles sobre este tema en particular: una disposición de las fuerzas armadas revocó la reglamentación del rastreo de armas y municiones, dispositivos de seguridad y marcaje de armas de fuego en todo el territorio federal.

Bolsonaro había intentado reducir a cero el impuesto de importación de armas de fuego y elementos afines, pero el Tribunal Supremo frenó este intento tras una solicitud del Partido Socialista Brasileño (PSB).

Hasta ahora, Bolsonaro no ha condenado la invasión del Capitolio de Washington a manos de fanáticos de Donald Trump, quienes ingresaron fuertemente armados protegidos por la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que considera la portación de armas como un derecho fundamental.

El presidente ultraderechista, que además ha hecho apologías de la dictadura brasileña y de la tortura, encuentra un fuerte respaldo en su política armamentista en su partido. «La ventaja de la población civil armada es que partidos como el tuyo, si llegan al poder y se atreven a controlar la sociedad, serán recibidos a bala por los ciudadanos», dijo el diputado del Partido Social Liberal, Marcio Labre, en una respuesta al legislador del PSOL, Marcelo Freixo.

 

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje