Francia rechaza firmar el acuerdo UE-Mercosur. Aduce preocupaciones por el medio ambiente

El presidente francés, Emmanuel Macron, rechazó una vez más y de forma contundente el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, al considerar que dicho tratado provocaría un incremento en la deforestación y en la emisión de gases de efecto invernadero. Una de las preocupaciones más importantes del presidente es la posición negacionista del cambio climático de su par brasileño Jair Bolsonaro.

Ya en agosto de 2019, Macron había amenazado con vetar el acuerdo por, entre otras cosas, los incendios de la Amazonia que han incrementado estrepitosamente durante la administración Bolsonaro por sus políticas a favor de la expansión agrícola y ganadera en detrimento de la selva virgen.

Un mes antes de eso, un gran paro de agricultores franceses paralizó el campo en protesta a los avances del acuerdo, ya que consideraban que ellos quedaría en desventaja ante la entrada de productos provenientes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que tienen menos regulaciones ambientales que los impuestos por la UE a sus Estados miembro. Así lo dictaminó la Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas de Francia (FNSEA), que por entonces emitió un comunicado en que rechazaba la «competencia desleal» en que se incurría al firmar el tratado de libre comercio.

Tres exigencias

La posición de la administración Macron terminó de zanjarse tras recibir el informe de un comité de expertos independientes quienes recomendaron al país no firmar por los riesgos medioambientales que representa comerciar con Mercosur.

La conclusión de los expertos, liderados por el economista Stefan Ambec, fue lapidaria: «El acuerdo representa una oportunidad desperdiciada para la UE de utilizar su poder de negociación para obtener garantías sólidas que respondan» a las expectativas «ambientales, sanitarias y sociales de sus conciudadanos».

«La deforestación pone en peligro la biodiversidad y altera el clima. El informe confirma la posición de Francia de oponerse al proyecto», tuiteó el primer ministro, Jean Castex.

París lamentó específicamente que el texto del acuerdo «no contenga ninguna disposición» para controlar las prácticas de las partes sudamericanas en la lucha contra «la lacra» que es la destrucción del medio ambiente.

Para firmar, Macron impuso tres condiciones insoslayables: que el acuerdo no pueda «en ningún caso provocar el aumento de la deforestación», que las «políticas públicas del Mercosur sean plenamente conformes con sus compromisos con el Acuerdo de París» y que los productos agroalimentarios exportados con acceso preferencial del Mercosur a la UE respeten las normas sanitarias y medioambientales europeas.