Alemania se suma a la lista de países que suspenden tratados de extradición con Hong Kong

El gobierno de Alemania anunció este viernes que suspende de manera inmediata su tratado de extradición con Hong Kong, siguiendo a decisiones semejantes que han tomado países como Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Reino Unido.

«Teniendo en cuenta los acontecimientos actuales, hemos decidido suspender el acuerdo de extradición con Hong Kong», explicó en un comunicado de prensa el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas.

«Hemos dejado claro en repetidas ocasiones nuestras expectativas de que China cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional», agregó el funcionario. Según publicó la cadena estatal DW, el gobierno está preocupado por las libertades y derechos del pueblo hongkonés, que se verían avasallados por la ley de seguridad nacional impuesta por el gobierno de China, que califica de «terrorismo» todas aquellas manifestaciones de sedición, independentismo o críticas al Ejecutivo de Pekín.

“Esperamos que China garantice las libertades y derechos garantizados en la Ley Básica. Por lo tanto, hemos decidido suspender el tratado de extradición con Hong Kong”, agregó el ministro.

Polémica ley

La llamada «Ley de la República Popular de China sobre Salvaguardar la Seguridad Nacional en la Región Administrativa Especial de Hong Kong», conocida con su nombre corto «Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong» fue creada y promulgada por el Partido Comunista chino para evitar «interferencia extranjera» en la región administrativa especial.

En respuesta a la aparente intención continental de evitar la legislación local de Hong Kong, el Reino Unido anunció que si se aprobara una ley de seguridad redactada por China, abriría una ruta para que todos los residentes de Hong Kong nacidos durante el dominio británico se conviertan en ciudadanos británicos. El Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional aprobó por unanimidad la ley el 30 de junio de 2020. La legitimidad de esta ley está siendo discutida y fue rechazada por decenas de países de todo el mundo.

Penaliza con cárcel todas aquellas manifestaciones de secesión, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central de China, y prohíbe que organizaciones hongkonesas reciban colaboraciones ideológicas o económicas de movimientos extranjeros.