Cumbre Iberoamericana 2021 aboga por frenar el cambio climático y un reparto equitativo de vacunas

Presidentes y jefes de gobierno de 22 países de América Latina se reunieron de forma presencial y virtual este jueves, en la XXVII Cumbre Iberoamericana, que se realizó en Andorra, y se comprometieron a llevar a cabo acciones para hacer una transición clara hacia una región más amigable con el medio ambiente.

Si bien varios países avanzan más rápido en reducir sus respectivas huellas climáticas, en la cumbre se conversó sobre cómo caminar como más como una región. El compromiso quedó plasmado en un documento especial sobre cambio climático y medio ambiente, impulsado por España, que se enfoca en defender los ecosistemas regionales que son de los más frágiles del mundo. Se provee un paquete de servicios esenciales a la promoción del medioambiente para una lucha más efectiva.

El texto hace enfoque en la sostenibilidad del consumo y de la producción a gran escala, en los países que integran la Conferencia Iberoamericana, “fortaleciendo el uso sostenible de los recursos y priorizando la inversión en la protección, la conservación y el uso sostenible de la naturaleza para ayudar a impulsar las economías y promover la inclusión social y la erradicación de la pobreza”.

Principalmente, esperan que las acciones puedan frenar los cada vez más frecuentes y más violentos eventos climáticos extremos, como huracanes e inundaciones, que dejan miles de millones de dólares en pérdidas y arrancan miles de vidas humanas y animales. También quieren frenar “el deterioro de la calidad de vida y sistemas de vida de los pueblos” a causa de estas anteriores situaciones.

Vacunas para todos los países por igual

Varios presidentes también reclamaron un reparto más democrático y equitativo de las vacunas contra el COVID-19, ya que los países más ricos del mundo y de la región han acaparado grandes cantidades de vacunas -más de las necesarias, en algunos casos- mientras que otros apenas han podido acceder a algunos pocos puñados mayormente repartidos por el mecanismo COVAX, de la Organización Mundial de la Salud.

“En un momento donde hay 928 millones de vacunas aplicadas en el mundo, en América Latina se ha aplicado solamente el 8,6% de esas vacunas, además principalmente en cuatro países [Brasil, Chile, México y Argentina]”, afirmó el jefe de la diplomacia mexicana, Marcelo Ebrard.

Aún más enfático fue el presidente argentino Alberto Fernández, quien propuso una concesión de licencias que garantice una oferta global de vacunas. Para el mandatario, “el saldo actual de la pandemia de COVID-19 nos demuestra que la innovación inclusiva no es moneda corriente”. “Los resultados alcanzados por la comunidad científica internacional en el desarrollo de vacunas no se ha distribuido de manera equitativa”.

“Se impone hacer un llamado a los países para adoptar soluciones en el sistema multilateral (…) La OMS a la hora de reconocer y homologar las diferentes vacunas y medicamentos y también a la OMC a fin de trabajar un sistema que reconociendo las patentes promueva activamente un sistema efectivo de concesión de licencias que garantice la oferta global de vacunas”, afirmó Fernández en su alocución.

Por su parte, el uruguayo Luis Lacalle Pou aseveró que hay “un fracaso de las instituciones burocráticas internacionales”. “Lo que queda claro es que hay un fracaso de las instituciones burocráticas internacionales en el suministro de medicamentos y vacunas. Esto no supone enrostrar ni echar la culpa. Esto supone estar preparados”, subrayó el mandatario liberal.

“Los retrasos, las demoras, los incumplimientos (…) pone en riesgo a la humanidad entera”, dijo el presidente de Colombia, Iván Duque, en el encuentro. El mandatario colombiano advirtió de los riesgos ante una pandemia que aún no termina y de la que, aseguró, no hay tampoco todavía “un horizonte claro frente a su final”.

“Nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo, y por ende tenemos que avanzar hacia una inmunización global, equitativa y justa”, destacó.