salud sexual

“En Uruguay no tenemos información de escala poblacional sobre los comportamientos sexuales y reproductivos”

Entrevista de LARED21 a Alejandra López Gómez, coordinadora del Programa Género, Salud Reproductiva y Sexualidades del Instituto de Psicología de la Salud de la Facultad de Sicología de la Universidad de la República.

 

Alejandra López “en Uruguay no tenemos información de escala poblacional sobre los comportamientos sexuales y reproductivos de los uruguayos”.

La mitad de la población uruguaya mayor de 46 años dice que en su niñez y adolescencia nunca recibió educación sexual.

Alejandra López Gómez es sicóloga, Directora del Instituto de Psicología de la Salud, y Doctora en Ciencias Sociales, docente e investigadora.


 

Recientemente se realizó una encuesta sobre Comportamientos Sexuales y Salud. ¿En qué consistió esta encuesta?

 

 La Encuesta Nacional de comportamiento en salud es un proyecto de largo aliento, es una plataforma de generación de datos e información que venimos trabajando desde el año 2018 en la época de la pre-Pandemia. Me gusta compartirlo, para que la gente sepa también que determinados estudios requieren de mucho tiempo de preparación, por la complejidad de los temas sensibles que aborda. Hay muchas informaciones generadas a nivel internacional, de como registrar y preguntar mejor los temas vinculados con la sexualidad, que son temas complejos y sensibles. Empezamos efectivamente con este estudio en el 2018, pasamos por un proceso largo que incluyó consultas con expertos internacionales. La decisión de cómo preguntar y qué preguntar, un vínculo muy fuerte con tres equipos internacionales, con el equipo de la encuesta británica (Inglaterra) sobre comportamiento sexual y salud, que ya va por su cuarta edición, empezó en la década de los 70, la encuesta francesa que tiene también su cuarta edición, y la encuesta chilena, que es la única a nivel regional que tenemos y está terminando la recolección de datos y está en su segunda implementación. La primera fue la década de los 90 y 20 años después está haciendo su segunda medición. En Uruguay no tenemos antecedentes de encuestas de este tipo, es decir, nosotros no tenemos una información de escala poblacional sobre los comportamientos sexuales y reproductivos de la población, y el impacto que tienen en el bienestar y en la salud en sus distintas esferas de la salud mental, física, entre otras. Entonces, lo que estas encuestas nos ofrecen es una plataforma de información muy importante. Los módulos que tiene esta encuesta son de una triple utilidad. Por un lado, para los tomadores de decisión, porque hay un conjunto de políticas públicas que regula el Estado o que el Estado debería regular y que involucran las cuestiones vinculadas a la sexualidad y los derechos de las personas. En segundo lugar, ofrece insumos y son temas que están en la agenda pública, por su complejidad, porque hay controversias, porque hay distintas posiciones según el sistema de valores, por una serie de cuestiones el tema de la educación sexual, el aborto, ahora la educación sexual está en la discusión de la agenda de transformación educativa, siempre forman parte de una discusión social, y tener información de calidad nos ayuda a calificar el debate y el intercambio ciudadano. Finalmente, porque es muy importante en términos de  intervenciones profesionales, son dimensiones de la vida de las personas donde los equipos de salud, de educación, los equipos sociales y los profesionales que trabajan en distintas áreas vinculadas a la salud, desarrollan intervención. (Los equipos) No muchas veces o no lo hacen necesariamente apoyándose en evidencias nacionales o en datos de calidad a nivel nacional. Estos temas forman parte de una discusión que se da a nivel internacional, sobre cómo generar datos de calidad sobre comportamiento sexual y su impacto en la salud. El COVID también colocó una serie de records en este sentido, el escenario del COVID y post COVID. Este proceso largo que comenzó en 2018, que tiene una articulación de muchos actores, se instala en el ámbito académico de la Universidad de la República, que contribuye con recursos, también se encuentra la Organización Panamericana de la salud (OPS), el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFA), ONU SIDA, esta plataforma de actores diversos junto con algunas organizaciones de la sociedad civil, que han colaborado con esa discusión, ha buscado también dialogar con los actores gubernamentales, porque en definitiva, son los que toman las decisiones en materia de políticas públicas, tanto parlamentarios, como Ejecutivo. Contamos con la presencia del Ministerio de Salud Pública (MSP) y hubo un compromiso de avanzar en esta agenda, de colaborar, de contribuir y de apoyar con la realización de la Encuesta Nacional. Lo que presentamos fue un piloto ¿Qué significa el piloto? Es un ensayo con menos casos, pero representativo de la población uruguaya, es decir, cuidando todos los requerimientos formales que tiene una encuesta poblacional de gran escala, en este caso en una escala pequeña, donde se encuestaron unos 600 casos representativos de la población uruguaya estadísticamente representativa.

De alguna manera nos permite evaluar muchas cosas, como funcionaron las preguntas, si la gente las responde o las rechaza, si con las preguntas la persona se sintió invadida y prefirió no responder, si la metodología combinada que ensayamos, en algunos módulos fue telefónica, en otros módulos a la persona se le envía al celular lo que se llama un auto reporte personal a través de un link en computadora, si eso funciona y cuál fue el nivel de respuesta que obtuvimos. Algunas cosas fueron interesantes. La gente responde hoy siglo XXI encuestas sobre sexualidad, que abordan temas de mucha sensibilidad. No tuvimos lo que se llama nivel de rechazo, es decir, de no respuesta más alto que otras encuestas similares en términos de metodología telefónica, encuestas que pueden abordar temas que no son tan personales. La gente respondió, eso es muy bueno. En segundo lugar, funcionó muy bien el sistema de lo que se llama sistema combinado, telefónico y plataforma online. Durante muchas décadas, las encuestas se hacían cara a cara, y la gente no respondía algunas preguntas porque era muy incómodo, es muy difícil  cuando a una persona se le pregunta por ejemplo si sufrió violencia sexual, muchas veces era la primera vez que lo decían, preguntas sobre si alguna vez hablo del tema, y muchas veces te dicen “no, es la primera vez que lo estoy hablando”. A veces, pasa mucho tiempo, años, para  hablar de temas que ocurrieron en la infancia y que lo cuentan por primera vez siendo adultos.

Es decir, cuando trabajamos este tema, científicamente tenemos que ser muy cuidadosos ¿Cómo preguntábamos? ¿Qué preguntamos? ¿En qué contexto? Para que la gente comprenda, la encuesta tiene doce módulos, que abordan temas como por ejemplo información, conversación y educación sexual, con quién conversamos, como nos informamos, inicio de la  vida sexual, en pareja, primera pareja, parejas sexuales y prácticas sexuales, orientación sexual, última relación, experiencia sexual, vínculos sexuales y prácticas sexuales a lo largo de la vida,  violencia sexual, embarazo, parto, nacimiento, aborto, violencia obstétrica, salud sexual y reproductiva, con un módulo muy importante  sobre VIH, testeos, acceso a tratamientos de VIH y bienestar sexual. Estos módulos incluyen una dimensión de bienestar emocional, salud mental como perspectiva transversal, todos temas muy sensibles y el piloto aporta mucha información. 

 

¿De qué edad a qué edad?

 

 Como ustedes verán, todos los temas que aborda la encuesta son muy sensibles. El piloto da mucha información, y se hace a partir de los 18 hasta los 59 años. El estudio general, la intención es hacerlo en 2023 o 2024. Hay un detalle, en el país se realizará un nuevo Censo Nacional, y este estudio que nosotros planteamos, es una encuesta importante, que incluye logística y costos también. Por una cuestión de disponibilidad, incluso de encuestadores, no se pueden hacer los dos a la vez, y obviamente la prioridad la tiene el Censo. Estamos pensando cuando hacerlo, y la encuesta general no va a tener límite de edad. En la encuesta no incluimos a los menores de 18 porque tiene algunos requerimientos éticos adicionales que son complejos. Además, el Instituto Nacional de la Juventud (INJU) realizará, tenemos entendido, que el año que viene (2023), un estudio, y tomarán la población de 12 a 29 años. En este estudio, incluyen un módulo sobre sexualidad, con lo cual ahí podemos tener información de los más jóvenes, a través de la encuesta de juventudes.  

Las encuestas de jóvenes, nos dicen que para los jóvenes, hablar con sus madres, sus padres o con referentes familiares, son su principal fuente de información. Al mismo tiempo, también dicen que las oportunidades que tienen para dialogar con sus padres, con sus madres, etcétera, son prácticamente nulas o muy pocas.

¿Cuáles son los resultados más interesantes de comentar? 

Seleccionamos algunos que nos parecían interesantes para observar y otros que son parte de la discusión. Por ejemplo, el tema de la educación sexual, hay algunos resultados interesantes. Por un lado, cuando hacemos la pregunta a la población en general, nos permite separar las preguntas en términos de identidad de género, de niveles socioeconómicos, de residencia, de ascendencia étnico – racial y por edades, es decir, se pueden mirar por grupos específicos. Entonces, se preguntaba con quién en el liceo usted recibió educación sexual, hay un número muy importante que dice que algunas veces recibió, mientras que uno de cada cuatro dice que nunca recibió educación sexual. Cuando miramos por grupo de edades, de los que tienen más años, de 46 años a más, la mitad prácticamente responde que nunca recibió. Por tanto, son datos que pueden parecer obvios, que los más jóvenes, entre 13 y 34 años un 13% dice que nunca recibió, que los que hoy tiene 46 o más un 44% dice que nunca recibió. Pero, porqué es importante, primero por ver que con el paso del tiempo, la educación sexual se fue incorporando a la enseñanza. Estos avances tienen que ver con los cambios normativos dentro de las políticas públicas, hay un cambio interesante en ese sentido. Igualmente hay un 13% de los jóvenes de hoy que dice que nunca recibió (educación sexual) y un 60% que dijo a veces. Tampoco es que esté instalada en la agenda curricular. La gente que tiene 46 años y más, están en las edades de tener hijos adolescentes, por tanto, ¿qué herramientas tienen esos padres y esas madres para dialogar con sus hijos?  Las encuestas de jóvenes, nos dicen que para los jóvenes, hablar con sus madres, sus padres o con referentes familiares, son su principal fuente de información. Al mismo tiempo, también dicen que las oportunidades que tiene para dialogar con sus padres, con sus madres, etcétera, son prácticamente nulas o muy pocas. Es decir, en el diálogo familiar, la sexualidad no está dentro de los temas de conversación, aunque para ellos sea una prioridad, y busquen  información en la escuela, en el liceo o en internet. Entonces, justamente este grupo, que son las familias con adultos de 46 años o más, tengan este déficit importante, eso tiene un efecto a futuro. A la vez, es un dato para las instituciones educativas, de como involucrar a estos padres y madres, en contar con mejores herramientas para el diálogo con sus hijos. Por otro proyecto que tenemos, y que también es muy interesante, pensamos lanzarlo el año que viene, lo hacemos en acuerdo con la Universidad Queen de Irlanda del Norte, se llama: “Si yo fuera Juan”, que aborda el embarazo adolescente, con foco en varones adolescentes. Estamos haciendo un piloto de intervención, con liceos y con UTU, en acuerdo con ANEP, también con la participación de organizaciones comunitarias y territoriales. Lo que recibimos es la demanda de las madres y de los padres, de tener espacios de conversación entre pares, con algún apoyo técnico, para saber cómo abordar estos temas con los adolescentes. Lo que en la década del ´70 se llamaba “Escuela de Padres”.

Se busca la conversación entre pares, para apoyarse mutuamente y pensar cómo abordar las cuestiones de la iniciación sexual de los hijos, la exposición en redes sociales, los comportamientos afectivos, el uso de métodos anticonceptivos, el embarazo y como acompañar el proceso de la decisión de si continuarlo o si interrumpirlo. Todas estas decisiones tienen impacto en la trayectoria de vida, no son una foto. Un embarazo temprano y qué hacer frente a él, y como acompañar una decisión, tiene derivaciones para toda la vida. Sea cual sea la decisión, tiene impacto en el bienestar de la persona, en términos de cómo se toma esa decisión y con qué acompañamiento. Estos módulos sobre educación sexual han dado información muy importante. Permite mirar el estado de situación de cómo estamos hoy en materia de educación sexual de la población, y que herramientas cognitivas y emocionales tenés para tomar decisiones, y también cuales son las normatividades sexuales que tenemos incorporadas. Hicimos preguntas como por ejemplo, según lo que cada uno recuerda, se le preguntó sobre que visión se les transmitía sobre la homosexualidad y el lesbianismo, si se transmitían como un trastorno, una enfermedad o una anomalía. La mayoría de los mayores de edad, de aquellos que tienen 46 y más, la mitad decía sí. Eso ha ido cambiando y en el caso de los jóvenes, apenas el 10% dicen que esa es la visión que se les transmitió. También hay muchos datos sobre violencia sexual, violencia obstétrica, violaciones, temas muy complejos. Generar los mejores entornos para que las personas respondan. La captación de la violencia sexual es un tema que nos preocupa, hay un porcentaje importante que alguna vez en su vida sufrió un intento de violación.

Una de cada cinco mujeres responde, es decir un 20%, dice que sufrió un intento de violación alguna vez. En el caso de los varones un 6% dijeron que alguna vez sufrieron un intento de violación. Cuando miramos los datos del SIPIAV (Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia  contra la Violencia) respecto al abuso sexual infantil, si bien las niñas son las más afectadas, también los varones, principalmente los más pequeños, en el caso de los varones hay una prevalencia mayor cuando son niños. En las niñas, en la medida que se acercan a la pubertad, la prevalencia en niñas es mayor que en varones. En la primera infancia, ahí se empareja, lo menciono porque se habla poco de la violencia sexual hacia los varones y a lo que pasa con el transcurso de vida de esos varones. Estos datos también aparecen en la encuesta.

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