Pólipos uterinos: síntomas que no debes ignorar y cómo se se tratan
¿Sufres de sangrado anormal? Los pólipos uterinos podrían ser la causa. Aprende a identificarlos y tratarlos adecuadamente.
Los pólipos en el sistema reproductivo de la mujer son crecimientos anormales que se forman en el endometrio, el tejido que recubre el interior del útero, o en el cuello del útero, conocido como el cérvix.
Estos crecimientos suelen ser benignos, es decir, no cancerosos, aunque en algunos casos pueden convertirse en malignos. Infórmate sobre los pólipos uterinos, sus síntomas, y los tratamientos modernos que pueden resolver esta condición.
Síntomas y dolores
Los pólipos endometriales o uterinos pueden ser asintomáticos, lo que significa que no siempre presentan síntomas claros. Sin embargo, cuando los síntomas se manifiestan, pueden incluir:
- Sangrado menstrual irregular: Esto puede implicar períodos más frecuentes, prolongados o abundantes.
- Sangrado entre períodos: Las mujeres pueden experimentar manchado o sangrado entre los ciclos menstruales.
- Sangrado postmenopáusico: En mujeres que ya han pasado por la menopausia, cualquier sangrado uterino es motivo de preocupación y debe ser evaluado.
- Infertilidad: Aunque rara vez, la presencia de pólipos puede dificultar la concepción.
- Dolor: Algunas mujeres pueden experimentar una leve molestia o dolor pélvico, aunque esto no es común.
En el caso de los pólipos cervicales, los síntomas también pueden incluir sangrado después de las relaciones sexuales, flujo vaginal anormal y, menos comúnmente, dolor durante las relaciones sexuales.
Diagnóstico
El diagnóstico de los pólipos suele realizarse a través de una combinación de métodos, que incluyen:
- Ecografía transvaginal: Utiliza ondas sonoras para crear imágenes del útero y puede ayudar a identificar cualquier anormalidad en el endometrio.
- Histeroscopia: Consiste en la inserción de un pequeño, delgado, luz artificial y óptica (histeroscopio) por el cuello del útero para visualizar directamente el interior del útero. Este procedimiento permite tanto la visualización como la posible eliminación del pólipo en el mismo acto.
- Biopsia endometrial: Un pequeño fragmento de tejido de recubrimiento del útero puede ser retirado y examinado para detectar células anormales.
Tratamientos
El tratamiento de los pólipos uterinos depende de diversos factores, incluyendo el tamaño del pólipo, la presencia de síntomas y si la mujer está buscando quedar embarazada. Sin duda alguna, y en cualquier circunstancia, debes visitar a tu ginecólogo de cabecera para darle un abordaje médico correcto y pronto.
- Observación: Si el pólipo es pequeño y no está causando síntomas molestos, puede ser observado conservadoramente, especialmente en mujeres premenopáusicas. En muchos casos, los pólipos pequeños pueden desaparecer por sí mismos sin necesidad de tratamiento.
- Medicamentos: A veces, los médicos pueden recomendar medicamentos hormonales, tales como progestinas o agonistas hormonales liberadores de gonadotropina, para ayudar a reducir los síntomas. Sin embargo, esto generalmente es una solución a corto plazo.
- Procedimientos quirúrgicos: Cuando los pólipos causan síntomas significativos o se sospecha de malignidad, pueden ser removidos quirúrgicamente. Los métodos comunes incluyen:
- Histeroscopia: Como se mencionó antes, este método permite la extirpación directa del pólipo bajo visión directa.
- Dilatación y curetaje (D&C): Este procedimiento implica la dilatación del cuello del útero seguido del raspado del revestimiento interior del útero. Puede realizarse solo o junto con una histeroscopia.
Pronóstico y cuidados posteriores
Por lo general, los pólipos uterinos son una condición tratable con un buen pronóstico. La eliminación de los pólipos suele resolver los síntomas asociados, y la mayoría de las mujeres pueden reanudar sus actividades normales poco después de la intervención. Es importante realizar un seguimiento adecuado, ya que los pólipos pueden recurrir después del tratamiento.
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