«Las vacunas son, después del agua potable, una de las medidas más importantes para salvar vidas»

Las inmunizaciones son un punto central en los planes de salud de cualquier país, de cualquier ministerio y en cualquier parte del mundo, dice el doctor uruguayo Álvaro Galiana, pediatra infectólogo y encargado del servicio de Infecto-contagiosos del hospital Pereira Rossell.

«Las inmunizaciones son, quizás, después del agua potable, una de las medidas más importantes que pueden disminuir de forma importante enfermedades que, de otra manera, pueden ser mortales», dijo Galiana en entrevista con LARED21.

«En ese contexto», explica, «la gente ha interpretado que, cuando ciertas enfermedades van desapareciendo o disminuyendo, pareciera que ‘no existen’ gracias a algún ‘don divino’ y es en realidad gracias a las inmunizaciones mantenidas, y cuando se baja la presión de las campañas de vacunación es cuando estas reaparecen».

El experto destacó que, debido a ese fenómeno de los antivacunas es que estamos viendo, por ejemplo, fuertes brotes de sarampión, una enfermedad totalmente prevenible con vacunas y, sin embargo, están en aumento los casos en distintos países latinoamericanos. «En la medida en que disminuye la tasa de cobertura de inmunizaciones en la población empiezan a reaparecer brotes», aseguró Galiana.

En Uruguay los antivacunas son pocos pero están

En nuestro país, dice el médico, existen ciertos grupos civiles de menor tamaño que se dicen antivacunas, y que se han manifestado para pedir la erradicación de leyes como la del carnet de salud y que establecen como obligatorias varias vacunas.

«En pleno 2019 hemos tenido manifestaciones de antivacunas que, nosotros con todo respeto, creemos que están equivocados. Las vacunas son una herramienta que no podemos dejar de lado; en el mundo cada vez se avanza hacia más inmunizaciones. Y cuando surgen estas teorías persecutorias de que las vacunas ‘nos generan enfermedades’ eso es un problema porque genera una desconfianza en las vacunas», añadió Galiana.

Puso como ejemplo la erradicación de la poliomielitis en el Uruguay, que se logró gracias a que la vacuna contra este padecimiento es obligatoria en todos los niños. «Entre los años 1955 a 1960 hubo una epidemia de polio en el Uruguay y hubo muchas personas que enfermaron y murieron. Hoy nadie conoce a una persona que tenga polio porque, por dicha, se inmuniza contra esta enfermedad», reflexionó.

También recordó que, gracias a las vacunas, prácticamente no hemos tenido casos de sarampión autóctonos en el país en los últimos años. «Pero si aparece un caso y los contactos de esa persona no están debidamente vacunados, eso generaría un brote que afectaría a la población», aseveró.

«El niño que no se vacuna está en realidad utilizando el beneficio de la inmunización de todos los niños con los que está en contacto. Si hay un niño que no se vacuna pero todos sus compañeros de clase sí se vacunan, ese menor está de alguna manera también protegido porque los otros no le van a transmitir nada», concluyó Galiana.