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El Frente Amplio rechaza que se elimine el cogobierno en la Universidad Tecnológica (UTEC)

“Nosotros creemos que el gobierno le erró muy feo, porque no hubo durante estos casi tres años de gobierno de coalición, un llamado, una instancia interpartidaria, que permitiera de alguna forma buscar acercar posiciones”, dijo el senador frenteamplista, Sebastián Sabini, en entrevista con LARED21.


El Senado completó la aprobación parlamentaria de la ley que modifica la gobernanza de la Universidad Tecnológica (UTEC), eliminando el cogobierno previsto en la ley original, aprobada por unanimidad en el año 2012.

La iniciativa aprobada, contó con los votos de la coalición de gobierno. Lo aprobado reduce la integración del Consejo Directivo Central a cuatro integrantes: el rector, que pasa a ser designado por el presidente de la República en acuerdo con el Consejo de Ministros y con venia de la Cámara de Senadores, otros dos consejeros nombrados de la misma manera, y un director de un Instituto Tecnológico Regional (ITR) elegido por sus pares. El rector tendrá doble voto en caso de empate.

Además, se crea un Consejo Académico General, que funcionará como órgano asesor del Consejo Directivo Central en materia académica, que sí incluye representación de los órdenes, pero no tiene incidencia en la toma de decisiones.

La nueva ley, que fue iniciativa del Poder Ejecutivo, confirma el modelo de gobernanza actual, que funciona de manera provisoria desde la creación de la UTEC hace diez años.

 


 

La coalición de gobierno confirmó que el Consejo que funcionaba de forma transitoria en UTEC quede en forma definitiva ¿Una primera reflexión?

La UTEC nació de un acuerdo multipartidario, a propuesta del expresidente José Mujica, sobre la idea de que nuestro país necesita extender la formación universitaria y que uno de los puntos débiles de la formación universitaria se encuentra en el interior de la República. Ahora que tenemos un poquito más de tiempo, me gusta señalar que ese proceso de creación de la UTEC, posibilitó paralelamente aprobar el presupuesto de la Universidad de la República de lo que en aquel momento le llamamos el programa número seis, que posibilitó el pasaje de tener 3.000 estudiantes por parte de la Universidad a contar hoy con más de 20.000 en relación a la Universidad de la República. La Universidad Tecnológica cuenta con 2.500 estudiantes y 402 docentes.

Entonces, la UTEC ha cumplido cabalmente desde el punto de vista programático. Es decir, establecer en el interior de la República una oferta educativa, que está vinculada a las identidades productivas del territorio, porque en definitiva de eso se trataba. Es decir, de dotar al sector productivo, de valor agregado en su producción, y eso claramente está vinculado a la formación universitaria. El 90% de los estudiantes de la Universidad Tecnológica son de primera generación, y se dictan carreras que no se dictan en ninguna otra parte del Uruguay, por lo tanto, del punto de vista de la oferta educativa, es una Universidad, que evidentemente, está cumpliendo el rol para la que fue creada. Para esto cuenta con un presupuesto muy generoso en relación al que tiene la Universidad de la República. Es decir, estamos hablando de que la UTEC recibe el triple por estudiante de lo que recibe la Universidad de la República. Por tanto, esos buenos resultados también están basados de una dotación presupuestaria que es muy importante. Esto también tiene que estar sobre la mesa, porque cuando se habla de resultados, también hay que hablar de recursos.

Nosotros creemos que el gobierno le erró muy feo, porque no hubo durante estos casi tres años de gobierno de coalición, un llamado, una instancia interpartidaria, que permitiera de alguna forma buscar acercar posiciones. Nosotros ya sabíamos que el gobierno quería que este Consejo provisorio se convirtiera en definitivo. El gobierno no hizo ningún esfuerzo por buscar un acercamiento, podría no haberse llegado a ningún acuerdo o sí, no lo sabemos porque esa instancia no existió. Lo que existió fue un proyecto, que se envió y que fue tratado en forma ligera en ambas cámaras. Es decir, se   recibió al ministro, a las autoridades, a los estudiantes y a los docentes, y acto seguido se votó. Nos parece que para una institución de carácter educativo, que había nacido producto de un acuerdo multipartidario, no es una buena señal, y no es una buena señal porque para el futuro, queda habilitada este tipo de práctica. Es decir, el gobierno que venga con mayorías parlamentarias, no necesita preguntarle nada a la oposición, porque de esta forma se comportó el gobierno para cambiar algo que había sido aprobado por unanimidad.

Creo que era una fortaleza, en educación, que tenemos tan pocos acuerdos o que parece que tenemos tan pocos acuerdos, tener una institución que contaba con el respaldo de la enorme mayoría, diría casi de la unanimidad del sistema político, era una fortaleza, y con este cambio, nosotros creemos que corremos el riesgo de partidizar la UTEC, que era algo que hasta ahora no había ocurrido. Es decir, que las autoridades actuales (de la UTEC) ejercen con autonomía del poder político. El diseño institucional que se propone, evidentemente entra en riesgo, en la medida que las tres personas que van a dirigir la Universidad Tecnológica, son personas que van a ser designadas a propuesta del Poder Ejecutivo y con venia del Senado. 

En sus inicios, no fue posible hacerlo porque teníamos una masa crítica muy pequeña y porque también había pocos docentes, estábamos en un proceso estacional, y eso no posibilitó establecer los organismos tal cual estaban pensados. Sí cabe la autocrítica al Frente Amplio de no haberlo hecho en 2018, pero el Frente Amplio siempre busco acuerdos, y los proyectos que fueron extendiendo el plazo, siempre se votaron por unanimidad.

¿Cómo debería haber quedado conformada la UTEC en caso de que fuera integrada de forma cogobernada?

Uno de los argumentos que maneja el gobierno es que prácticamente la izquierda tiene un concepto sesentista del cogobierno o reivindica el sistema cordobés, pero en realidad la Universidad Tecnológica era innovadora en este sentido, al menos para Uruguay, porque proponía un modelo de gobierno en donde el sector social, que es el rol que cumplen los egresados  en el cogobierno, es decir el vínculo con la sociedad, no lo cumplirían los egresados, sino los estudiantes, los docentes, los empresarios y los trabajadores. Es decir, el vínculo con la sociedad, más allá de la institución que son los estudiantes y los docentes, lo cumplirían los empresarios y los trabajadores. Esto para Uruguay es una novedad y lamentablemente no logramos que se instalará en el año 2018. A mi entender, debió instalarse este sistema que era el previsto, evidentemente en el año 2019 ya estábamos en un período preelectoral, hubiera sido desacertado hacerlo en 2019. Luego 2020 y 2021 fueron años de Pandemia, tampoco fue posible hacerlo.

En sus inicios, no fue posible hacerlo porque teníamos una masa crítica muy pequeña y porque también había pocos docentes, estábamos en un proceso estacional, y eso no posibilitó establecer los organismos tal cual estaban pensados. Sí cabe la autocrítica al Frente Amplio de no haberlo hecho en 2018, pero el Frente Amplio siempre busco acuerdos, y los proyectos que fueron extendiendo el plazo siempre se votaron por unanimidad. Más allá de que se iba extendiendo el plazo por razones que se iban dando en cada momento, nunca hubo un renegar del proyecto inicial. Esto es algo que se planteó por parte de los legisladores y de hecho, creo que las autoridades sí tenían esta idea que no era el mejor modelo, pero nunca fue explicitado, al menos no en el Parlamento. 

A partir de la LUC se perdió la representación en Primaria, en Secundaria y en UTU, y además, se redujo a su mínima expresión el Congreso de Educación, se perdieron los espacios de los estudiantes, que también quedaron relegados en los centros educativos y en los consejos de centro.

Como ocurrió con Primaria, con Secundaria, con la UTU y ahora con la UTEC, no habrá participación de docentes y estudiantes en el gobierno de la educación, si en el CODICEN ¿Es así?

En la UTEC se genera un Consejo asesor y consultivo, que no es vinculant, y basta comparar con lo que ocurre en la Universidad de la República, para darse cuenta de que los estudiantes y los docentes no van a estar tomando las decisiones. Los que van a tomar las decisiones, podrán o no tener en cuenta las opiniones de este Consejo asesor. Como tú señalas, hay una línea que nosotros vemos, es una línea del gobierno, que básicamente es contraria a todo lo que son los mecanismos de participación social. Nuestra concepción de democracia no se restringe a votar cada cinco años. Creemos que la democracia, es una democracia que se fortalece en la medida que los actores participan y que son parte de la toma de decisiones, y que eso también es un proceso de formación de ciudadanía, que puede tener mejoras, que puede tener aspectos a perfeccionar, pero la Universidad de la República es un ejemplo de institución sumamente democrática en el marco del Estado uruguayo.

A partir de la LUC, se perdió la representación en Primaria, en Secundaria y en UTU, y además, se redujo a su mínima expresión el Congreso de Educación, se perdieron los espacios de los estudiantes, que también quedaron relegados en los centros educativos y en los consejos de centro.  En el CODICEN se mantienen los consejeros docentes, pero lo hacen con un poder mucho menor, porque se cambiaron algunas mayorías que eran necesarias para tomar determinadas decisiones, por ejemplo, las relativas a los programas educativos o al funcionamiento. Es decir, aspectos centrales de una de las instituciones que a veces nos olvidamos de que es la más grande del Estado uruguayo. La ANEP está dirigida por el Consejo Directivo Central, que tiene prácticamente 70.000 funcionarios, es decir, es la institución que ejecuta más presupuesto dentro del Estado, y es la institución más grande en número de funcionarios. En esa institución, los docentes tenían un peso muy importante, hoy día lo tienen en forma lateral, mucho más ornamental. Esto ha sido una línea del gobierno, que entiende que hay que cortar los mecanismos de participación social, en pos de una supuesta buena gestión, y esto está por demostrarse. La Universidad de la República, por ejemplo, que tiene el cogobierno, dio respuestas ágiles, eficientes y necesarias en la Pandemia. En momentos de crisis, la Universidad de la República redirigió sus recursos, estableció mecanismos para investigación y para crear los test serológicos.

Es una institución cogobernada, es decir, no se puede utilizar el argumento que por el cogobierno son lentos en la toma de decisiones. En el mundo, las instituciones universitarias, que gozan de una autonomía grande, son instituciones eficientes y que obtienen buenos resultados en materia de investigación y en materia educativa. En el marco internacional, las instituciones que gozan de autonomía en la ejecución presupuestal, generosos en sus recursos humanos y en sus programas académicos, son instituciones con muy buenos desempeños en el plano internacional.

Este Consejo Directivo provisorio va a quedar definitivo. Desde los funcionarios, docentes y estudiantes, que están agremiados en el sindicato de la UTEC, se sostiene que la ley es inconstitucional, es decir, haber convertido en definitivo algo que estaba puesto en la ley de creación como provisorio ¿Cuál es la visión?

 Desde mi punto de vista, la Constitución es muy clara en cuanto a los requisitos legales que se plantea para cambiar los consejos directivos centrales de los entes autónomos de la educación. Es decir, establece que para modificar su organización son necesarios la mayoría absoluta de ambas cámaras ¿Qué significa esto? Que el 50% más 1 de los integrantes de cada cámara, tienen que votar afirmativamente esas modificaciones, y eso no ocurrió, se votó por mayoría simple, que es dentro de los presentes la mayoría en cada Cámara. El gobierno cuenta con esa mayoría, acá no había una voluntad de no hacerlo, evidentemente no se prestó atención a ese requisito. Una ley que carece de ese sustento de corte constitucional. Para hacer un recurso de inconstitucionalidad se requiere, lo que se llama la legitimación activa, es decir, estar directamente involucrado con esa inconstitucionalidad, evidentemente en este caso los estudiantes y los docentes están involucrados, por lo tanto, creo que el recurso que se va a presentar tiene sustento legal. Veremos qué señala al respecto la Suprema Corte de Justicia. 

Lo complejo de la educación en el Uruguay, es la falta de acuerdos políticos, acuerdos con la sociedad, con los estudiantes y con docentes, y dentro del propio sistema político ¿Para avanzar se necesitan acuerdos?

Uruguay necesita acuerdos amplios, los acuerdos llevan tiempo ¿Por qué llevan tiempo? Porque tengo que convencer a otras personas de que mis argumentos son los válidos, y eso en materia educativa implica una pedagogía política. Además, si uno mira las cosas que quiere hacer el gobierno en educación, en su mayoría no son extremadamente novedosas, son cosas que se venían haciendo en el sistema educativo sin grandes conflictos. Es decir, que era posible hacer algunas de las cosas que quería hacer el gobierno, sin este gran conflicto que hoy tenemos, y sin este gran enfrentamiento que tenemos y que estamos viviendo.  Recientemente, estudiantes y docentes, abrazaron (rodearon) el Palacio legislativo, es decir, hay un conflicto y un descontento muy grande. Y eso tiene que ver con cómo se ha manejado el gobierno en relación al diálogo social y al diálogo político. El gobierno instaló la idea de que los docentes son adoctrinadores, instaló la idea de que se viola la laicidad en los centros educativos, instalaron una comisión investigadora en contra de los docentes, hicieron denuncias penales contra exautoridades, hicieron denuncias penales contra docentes e hicieron recortes presupuestales que no tienen precedentes y modificaron la ley de educación sin diálogo. Entonces, evidentemente no hay ningún ambiente posible para generar ese diálogo social y político. Esto ha sido una decisión que además está marcada por el ciclo electoral. Es decir, Robert Silva por un lado y Lacalle Pou por otro, no entienden que la educación no es de su propiedad, la educación es propiedad de todos los uruguayos y las uruguayas, y por lo tanto, los cambios para que sean permanentes, para que sean de largo plazo, para que sean sustentables, necesitan de esos acuerdos sociales y políticos. Es uno de los errores más grandes que comete el gobierno, que es aplicar el principio de autoridad.

Que la tienen (la autoridad) nosotros no la cuestionamos, el gobierno tiene la legitimidad democrática para hacer lo que está haciendo, ahora, creemos que este camino no va a ser ni efectivo en sus objetivos, ni duradero, porque en definitiva también como en el caso de la UTEC, se habilita la posibilidad de que el próximo gobierno haga exactamente lo mismo. Entramos en un ciclo donde no tenemos políticas de Estado, sino un gobierno que quiere dejar su marca. Pensemos que el ciclo educativo de una persona puede durar 12 años, puede durar 15 años y puede durar 20 años, es decir, abarca periodos largos, y los periodos electorales duran cinco años. Entonces, ahí tenemos un problema, porque estamos afectando los derechos de los estudiantes y eso ya está pasando, estudiantes que comienzan con un programa y que van a terminar con otro, con decisiones que son difíciles de entender. Que el gobierno, sin hacer un plan piloto, diga “voy a cambiar toda la educación de un día para el otro”. Es difícil de entender que se diga que con cursos de 30 horas vamos a hacer la gran transformación educativa, es difícil de entender que el gobierno que decía que estaba en contra de eliminar la repetición, ahora la eliminación de la repetición y la baja de los requisitos para pasar de grado sean su buque insignia. Hay una serie de cuestiones que están sobre la mesa en la transformación educativa, que nadie te explica, por qué es así y cuáles son los beneficios de modificar el 100% de los programas en todos los centros educativos, de un programa que nunca se ejecutó en ningún lado, y esto tiene una gravedad muy grande, porque nadie sabe a ciencia cierta si ese programa es mejor al que tenemos en la actualidad, y si cambiar radicalmente la forma de evaluación de contenidos que históricamente tuvimos por una de competencias, efectivamente va a generar mayores niveles de inclusión y mayores niveles de aprendizaje, eso hasta ahora es una conjetura, no es una realidad. Por eso nosotros estamos muy preocupados, porque entendemos que se podría haber hecho un plan piloto, donde se toman centros educativos, se evaluará efectivamente cuál era el desempeño de ese plan educativo, y luego, con las evidencias arriba de la mesa, hacer un proceso de expansión, pero nuevamente lo que ganó fue el apuro electoral. El apuro electoral de Robert Silva, porque evidentemente quiere ser candidato, en el marco de los “cara a cara” y las recorridas que ha hecho. Y Lacalle Pou que quiere decir “hice dos grandes reformas”, la de educación y la de la Seguridad Social”.

Lamentablemente, el tema educativo se volvió un tema de campaña electoral, y eso creo que ha hecho mucho daño. Si uno mira a actores políticos muy importantes, como Renato Opertti, quién fuera director de educación del gobierno de Jorge Batlle, o Bruno Gili que fue parte de Eduy 21, hacen estos mismos señalamientos. No se pueden dar esos cambios únicamente por la voluntad de dos personas o de tres personas. Días pasados, las ATD de primaria y secundaria entregan una nota donde más de 2000 centros educativos, se expresaron en contra de esta reforma. Por tanto, me parece que, de los 14.000 delegados, 10.000 se expresaron en contra, 1.000 a favor y 3.000 se abstuvieron. En ese escenario, realmente parece muy difícil, simplemente por un principio de autoridad llevar adelante una reforma educativa, eficiente y que sea duradera en el tiempo.

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