¿Primer mundo?

EE.UU. a punto de restringir el derecho al aborto. Latinoamérica avanza en la dirección opuesta

Estados Unidos aguarda con zozobra el dictamen de la Corte Suprema de Justicia que podría prohibir el aborto a nivel federal, a contramano de las luchas por la despenalización en otros países de la región.

Una marcha en defensa del aborto como derecho en Washington DC, en octubre de 2021. Foto: UNsplash / Gayatri Malhotra
Una marcha en defensa del aborto como derecho en Washington DC, en octubre de 2021. Foto: UNsplash / Gayatri Malhotra

Mientras las mujeres y las organizaciones defensoras del derecho al aborto en los Estados Unidos esperan el dictamen de la Suprema Corte de Justicia, que podría prohibir a nivel federal el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), en muchas partes del mundo los tribunales más bien se están moviendo en la dirección opuesta.

Esto incluye a varias sociedades tradicionalmente conservadoras, como es el caso de Colombia que en febrero pasado despenalizó la IVE hasta la semana 24 de gestación, un avance en este derecho que es parte de una tendencia más amplia que se observa en Latinoamérica, otrora fuertemente controlada por valores católicos.

Todavía no está claro qué impacto tendrá fuera de Estados Unidos el borrador de opinión filtrado que sugiere que la Corte Suprema de Estados Unidos podría revocar la histórica decisión Roe v. Wade de 1973, el juicio que legisló que prohibir el aborto viola los derechos humanos de las personas gestantes. Dicho borrador se filtró a la prensa el lunes, y el martes en la tarde el Supremo confirmó que era auténtico, aunque no se expidió totalmente aún.

“Es un precedente terrible para los próximos años para la región y el mundo”, dijo la colombiana Catalina Martínez Coral, directora para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos con sede en Nueva York, que estuvo entre los grupos que litigaron el caso del aborto. en la Corte Suprema de Colombia.

Antes de esta histórica victoria, las mujeres colombianas solamente podrían abortar en casos sumamente específicos, como malformaciones fetales o si el embarazo era producto de una violación.

Por su parte, las mujeres mexicanas celebraron en 2021 que la Corte Suprema de Justicia del país legislara que es inconstitucional castigar el aborto: el fallo prohibe a las jurisdicciones de los estados acusar penalmente a una mujer por interrumpir un embarazo. Sin embargo, los estados tienen una importante autonomía legislativa que les permite seguir manteniendo en sus códigos penales fuertes restricciones. En otros pocos territorios, incluyendo la capital Ciudad de México, sí está disponible.

El aborto también está ampliamente disponible en Cuba, siendo uno de los países del mundo con legislaciones más antiguas en la materia. Está permitido desde 1936 en caso de ser producto de violación sexual o si la vida o la salud de la madre están en riesgo, pero se terminó de ampliar para todas las causas en 1961. “El derecho al aborto es un derecho de las mujeres y sus parejas”, decía en 2014 el doctor Miguel Ramón Sosa Marín, entonces director de la Comisión Nacional para la Planificación Familiar.

En Uruguay se despenalizó con la aprobación en el Parlamento de la Ley N° 18.897 del 22 de octubre de 2022. Esta legislación no solo reconoce la IVE como un derecho sino que promueve el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos para toda la población, estableciendo que el aborto no es un “instrumento de control de los nacimientos” sino un derecho per se. La gestante se lo puede realizar antes de sobrepasar las 12 semanas de embarazo.

En Argentina se hizo ley en diciembre de 2020, dos años después de que el Senado lo había rechazado en una primera ocasión. Fue promulgada el 14 de enero de 2021 y ahora cualquier persona gestante puede acceder al derecho hasta las catorce semanas inclusive. En el caso de violación o riesgo de muerte de la madre no habrá límite de tiempo.

El avance en el mundo

Con el retroceso en EE.UU., el autodenominado “líder del mundo libre” quedaría detrás de países como Benin, que en octubre de 2021 legalizó el derecho en cuestión en la mayoría de las circunstancias hasta las 12 semanas. Antes estaba permitido en casos de incesto o violación, o por malformación fetal. El resto de África sigue prohibiendo el aborto fuertemente.

Hasta en un país extremadamente católico como Irlanda se despenalizó la IVE: en el año 2018 se logró este hito en la nación insular, la cual fue seguida por el pequeño país de San Marino gracias a un referéndum en octubre del mismo año. Sigue siendo ilegal en ilegal en Andorra, Malta y Ciudad del Vaticano, mientras que Polonia más bien endureció el año pasado sus leyes al respecto. El resto de Europa tiene en mayor o menor medida según el país permisividades, muchas de las cuales son totalmente liberales.

También ha estado ampliamente disponible en Israel desde 1978, permitido por ley antes de la semana 24 con la aprobación de los controvertidos “comités de terminación” del hospital que consisten en profesionales médicos que incluyen al menos una mujer pero generalmente liderados por hombres.

En el mundo islámico la situación es compleja de abordar, pero se puede citar a Túnez en donde es permitido antes de las 12 semanas, pero en otras naciones como en Irán está totalmente vetado desde la Revolución Islámica de 1979.

El año pasado, el líder de la principal institución de clérigos islámicos de El Cairo, Al-Azhar, dijo que el aborto no es la solución incluso en los casos en que es probable que un niño esté gravemente enfermo o discapacitado.

Países en rezago

No en todos los países de la región latinoamericana avanza la despenalización. En Brasil, por ejemplo, siendo el país más poblado del continente la IVE está permitida solamente en casos de violación o cuando la mujer de la vida corre el riesgo, y todos los casos deben estar debidamente certificados. Allí, el expresidente y candidato izquierdista, Luiz Inácio Lula da Silva dijo que la legalización del aborto “es un asunto de salud pública”, lo que le suscitó críticas desde los sectores conservadores que se identifican más bien con el presidente ultraderechista y neopentecostal, Jair Bolsonaro.

Otros lugares tienen prohibiciones totales sin excepciones, como Honduras, Nicaragua y El Salvador. Los tribunales de este último han dictado largas penas de prisión a mujeres por homicidio agravado incluso en casos en los que los fiscales han admitido abiertamente que el aborto fue espontáneo y un inducido.

 

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