Directores y productores audiovisuales reclaman que el gobierno garantice recursos económicos para el cine nacional

Javier Palleiro (1976) es director, guionista y productor de cine. Fue director y coguionista de la película Respirar (2018), fue coproductor de los largometrajes argentinos La luz Incidente (2016) e Invisible (2017) entre otras realizaciones.

 

La Asociación de Productores y Realizadores de Cine del Uruguay (ASOPROD) emitió un comunicado en el que rechaza los artículos contenidos en la Rendición de Cuentas que modifican la Ley de Cine, y crean una Agencia del Cine y Audiovisual del Uruguay en sustitución del Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ICAU)  

¿Una primera reflexión sobre esta decisión?  

Es importante aclarar este punto, porque parece que hasta ahora teníamos una institucionalidad perfecta y que no queremos cambiar nada. Necesitamos que haya cambios, nos hace bien los cambios, siempre y cuando estos cambios sean positivos y que no derriben las cosas buenas. La Ley de Cine, que construyó buena parte de lo que es hoy la cinematografía nacional, es una ley del año 2008 muy imperfecta, pero que tuvo muchos aspectos positivos, que nos llevaron hacia donde estamos hoy. Estamos hoy en un lugar de amplísimo desarrollo de la industria cinematográfica audiovisual. Entonces lo primero es, sí creció mucho el sector, la ley prácticamente no se modificó, salvo algunos detalles, y hoy día es necesario reacomodar la institucionalidad. El tema es cómo se hace esto a nivel de contenidos y a nivel de procedimientos, eso es lo que está en discusión.

El fondo (económico) funciona hace 14 años y en la rendición sobre este fondo no se define qué debe utilizarse para el fomento de la obra nacional, y lo deja en un lugar para uso del funcionamiento de la propia Agencia del Cine y del Audiovisual que crea la Rendición de Cuentas.

¿Cuáles son esos procedimientos y esos contenidos que a ustedes les causaron preocupación y que consideran que puede ser perjudicial para la producción de cine nacional?  

Lo primero es que se generó toda esta modificación a través de una Rendición de Cuentas ¿es una Rendición de Cuentas el lugar en donde se debate una Ley de Cine? La ley fue creada (2008) no dentro de una Rendición de Cuentas sino como una ley debatida, y donde hubo unanimidad de todos los partidos políticos para su aprobación. Entonces, tiene que ver con los procedimientos, sabemos que las rendiciones de cuentas tienen esta cuestión medio apurada, donde no hay tiempo a veces de cuidar los detalles, no hay tiempo para la discusión, para el debate en comisiones vinculadas a la cultura. La Rendición de Cuentas está muy asociada al MEF (Ministerio de Economía y Finanzas) y el resto tratamos de acompañar y de no perder el tren. Nos hubiera gustado que se realizará de otra manera esta modificación, pero bueno, estamos en este barco ahora, hablemos del contenido. El contenido tuvo varias versiones, la primera era realmente desastrosa, no se mencionaba nada de lo que tiene que ver con lo cinematográfico, hoy hay una versión mejorada sí en cuanto a definiciones de obra, en cuanto a lo que es el cine, y qué lugar ocupa, pero tiene un gran problema, deroga artículos de la Ley de cine y modifica artículos de dicha Ley. El fondo (económico) funciona hace 14 años y en la rendición, sobre este fondo no se define qué debe utilizarse para el fomento de la obra nacional, y lo deja en un lugar para uso del funcionamiento de la propia Agencia del Cine y del Audiovisual que crea la Rendición de Cuentas. No estamos en contra de que exista una Agencia, de hecho trabajamos con ANDE (Agencia Nacional de Desarrollo), trabajamos con ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación), es muy común para nosotros trabajar con agencias, pero esta agencia por ahora se financiaría con el fondo de fomento, porque en la Rendición de Cuentas, no se le asigna un fondo aparte para el funcionamiento. Se quiere utilizar el fondo que hoy tiene el Instituto de Cine, para fomentar obra nacional y la difusión internacional, entonces ahí está la mayor preocupación, que tiene que ver con lo económico y con la Rendición de Cuentas. Nosotros decimos establezcamos un fondo aparte para que funcione la nueva Agencia. 

Lo que hoy se utiliza para el fomento del cine, la Rendición lo coloca para el funcionamiento de la Agencia del Cine y del Audiovisual.

Quiere decir que hay como una desviación de fondos que hoy se usaba para el cine, para el funcionamiento burocrático de una Agencia ¿Es así? 

Exactamente, ahí está la clave, más allá que hay un montón de detalles en los que también se puede profundizar en relación a cómo se van a dividir los fondos. Hay fondos prometidos pero que no figuran en la Rendición de Cuentas, que tiene que ver con la rentabilidad del BROU (Banco República), que financiaría a futuro posibles fondos de fomento, pero eso no figura en la ley. En la ley lo que figura es 54 millones de pesos que se le asignan a la Agencia, que ya sabemos por los cálculos que hemos hecho, qué es lo que implicaría el gasto anual de funcionamiento, el alquiler de la casa y ni qué hablar lo que va a implicar armar esa Agencia, que para nosotros podría ser muy bueno porque le puede dar mucha más organización al audiovisual y al cine nacional de lo que hoy tenemos, pero no con los fondos que hoy se utilizan para el cine. Lo que hoy se utiliza para el fomento del cine, la Rendición lo coloca para el funcionamiento de la Agencia del Cine y del Audiovisual. 

El dinero que se utiliza para el Programa Uruguay Audiovisual (PUA), es un programa de fomento, una parte del cine uruguayo o de las series uruguayas y otra parte para captar inversores del extranjero.

Hay otros fondos que tú mencionabas, que hoy son de la rentabilidad del Banco República, ese dinero que es bastante importante hoy está en la ley ¿Ese dinero se saca y no aparece en ningún lado?  

Hoy serían 12 millones de dólares, no son fondos que estén en la Rendición de cuentas, no son fondos que estén hoy en la Ley de Cine.  La ley de Cine establece un fondo original de 25 millones de pesos, que en aquel momento eran un millón de dólares, tiene una partida extra cuando se actualizó porque habían pasado 7 años y eso seguía fijo en pesos, se había devaluado mucho, y una partida de indexación, en unidades indexadas. Eso termina siendo siempre un millón de dólares, eso es lo que está por escrito. El dinero que se utiliza para el programa Uruguay Audiovisual -es un programa de fomento-, una parte del cine uruguayo o de las series uruguayas y otra parte para captar inversores del extranjero, es decir, por ejemplo para HBO si quiere filmar en Uruguay, este fondo, es un fondo de Cash rebate, te devuelven dinero según lo que inviertas en el país. El objetivo es motivar a que vengan a filmar a Uruguay. Son dos componentes distintos, uno está destinado a fomentar la obra y la cultura nacional y el otro a fomentar lo industrial, que está muy bueno también, no son cosas que se opongan. Este fondo llamado PUA, Programa Uruguay Audiovisual, fue creado utilizando dineros de la rentabilidad que da el BROU a través del FONDES (Fondo para el Desarrollo), esto no aparece en la Rendición de Cuentas, porque es una cosa que tiene esa discrecionalidad que depende de cómo le vaya al BROU, depende de decretos (gubernamentales), no son leyes que puedan establecer un sistema en el que uno pueda planificar de acá a 5 años o a 10 años, porque si dentro de dos años se cae queda en nada. 

En esta Agencia del Cine y del Audiovisual, estaremos compartiendo espacio la pequeña película obra nacional con una mega producción de Hollywood si viene a filmar a Uruguay y con la producción de videojuegos.

¿En la redacción de la Rendición de Cuentas, aparecen las palabras cine y cultura? 

En la primera versión no, pero en la segunda por suerte sí, y lo otro que cambia es que el contacto con el Poder Ejecutivo se hace a través del Ministerio de Educación y Cultura, mientras que en el primer articulado era a través del Ministerio de Industria. La Agencia la forman tres ministerios, Economía, Industria y Educación y Cultura. Ahora la comunicación sería a través de Educación y Cultura, y en este nuevo articulado, se tiene en cuenta que el cine es cultura. En esta Agencia del Cine y del Audiovisual, estaremos compartiendo espacio la pequeña película obra nacional con una mega producción de Hollywood si viene a filmar a Uruguay y con la producción de videojuegos. Todo esto convive dentro de la Agencia, y ahí es que surgen los miedos, es el temor de que lo que no esté reglamentado o por escrito, pueda hacernos perder en esa puja de intereses que puede haber entre estos tres grandes bloques que mencionaba. Ahí es que nosotros nos ponemos en alerta, y queremos que por lo menos, en este articulado, figure que la partida que hasta ahora se utilizaba para el fomento de cine nacional sea el piso, el mínimo, y que se mantenga para el fomento de la cultura nacional y que todo lo demás bienvenido, pero asegurarnos ese mínimo que es lo que hoy no se asegura. 

En Uruguay se filma a nivel de primer mundo, porque hay empresas que tienen equipamiento de primer nivel, eso es bueno y eso lo da la industria, pero los autores no queremos quedarnos como entes laterales que no participan del juego de la industria.

Ustedes como realizadores ¿que evaluación hacen de lo que ha pasado en Pandemia? Ha venido mucha producción extranjera a producir y a filmar en el país, es un balance positivo que vengan a Uruguay, sin embargo, las críticas están por el lado de la calidad del trabajo que ofrecen ¿Es así? 

Tenemos dos partes, para los productores ha sido una oportunidad en el sentido del negocio y para los técnicos se abrieron muchas posibilidades de trabajo. El tema de lo precario o no, te diría que dentro de lo que es la industria de cinematografía latinoamericana, no te diría que es un trabajo precario o sea es un trabajo reglamentado, con un sistema que arrastramos desde hace muchos años, en el sentido de que los técnicos son empresas unipersonales que facturan, eso podría considerarse como precario o al menos no ajustado a la realidad. Es el sistema que hoy funciona a nivel audiovisual y así funciona en Latinoamérica, y en Latinoamérica diría que todavía hay mucho más trabajo en negro, en Uruguay en cambio está reglamentado. Además, las plataformas que vienen a filmar, se preocupan por cuidar su imagen, incluso con todos los protocolos COVID, han ido incluso más allá de las propias exigencias estatales. En ese sentido, diría que no es nuestra preocupación. Ahora, desde mi lado de director y de guionista, no recibimos ese trabajo, o sea, todo eso que llega a Uruguay, es una inversión que viene con directores con show-runners internacionales y guiones internacionales, pero no derrama el trabajo hacia el lado de los autores, sí derrama para los técnicos, los eléctricos, el equipo de producción, esa gente tiene trabajo y hay que decirlo “hay mucha más gente trabajando que antes de la Pandemia”, se abrió una oportunidad y se mantuvo, ahora que ya se puede filmar en todos los países, igual se mantuvo en Uruguay. Hubo inteligencia por parte de los productores para mantener ese trabajo. Ahora, como autor sí estoy preocupado, porque nos gustaría, y esto lo hablamos con Mariana Wainstein (directora de Cultura MEC), que la industria (audiovisual) no dejará afuera a los autores, porque sino los autores nos transformamos en seres laterales a la industria y que solo hacemos cultura y casi que estamos en contra de la industria, no, estamos a favor porque todos crecemos juntos. En Uruguay se filma a nivel de primer mundo porque hay empresas que tienen equipamiento de primer nivel, eso es bueno y eso lo da la industria, pero los autores no queremos quedarnos como entes laterales que no participan del juego de la industria, queremos poder trabajar como directores y guionistas de estas producciones internacionales. 

¿Qué respuesta obtuvieron de la directora de Cultura, qué posibilidades hay? 

Tuvimos bastantes coincidencias, más de las que podríamos suponer, lo que pasa es que después cuando aparece lo escrito, ahí desaparecen las coincidencias, porque no todo lo que se habla termina quedando estampado en las leyes. A la directora de Cultura le interesa que los directores y guionistas podamos trabajar y participar de lo industrial, de los proyectos internacionales, y no solo de la obra local. Desde ese lado, se comprometió a apoyarnos. Por ahora eso no existe desde el punto de vista de la reglamentación, ni es una ley, es algo incipiente, se le puede dar tiempo a eso. Y después, en cuanto a lo que tiene que ver con asegurarnos estos fondos mínimos y los que tenemos ahora por lo menos asegurados para obras nacional, hay muchas intenciones de parte del Ministerio de Educación y Cultura de que suceda, ahora después viene el filtro del Ministerio de Economía, que ya es otro cantar, porque ahí se ve otra frialdad. Como que todo tiene que dar cero. Entonces, saco de acá y pongo acá, si hay una creación de una institucionalidad nueva, que es una agencia que es más grande que el Instituto de cine. Además, los empleados del Instituto de Cine (ICAU) son financiados en parte por el propio Ministerio de Educación. Con la redacción de la Rendición de Cuentas, se perdería porque pasa a ser medio privado y medio público. Necesitamos que estén por escrito los acuerdos que, sí tenemos oralmente, pero bueno el MEF es un ministerio duro.

¿Los fondos del cine nacional están en cuestión y hay una intencionalidad de beneficiar a la industria fundamentalmente extranjera en detrimento de la producción nacional?  

No está escrito de esa manera, no es que la ley beneficie directamente a la industria,  pero al no estar reglamentado, podría suceder o tememos que suceda, porque lo industrial es un motor que se lleva todo puesto y está bien que así sea, por eso la cultura necesita de sus protecciones, necesita que por escrito se proteja a la industria nacional, para que la industria extranjera, que es bienvenida al país porque da mucho trabajo, pero que esa industria no termine comiéndose a la cultura nacional. Entonces, no es que la ley directamente apunte al beneficio de las producciones extranjeras, pero tampoco defiende la producción nacional, y ya sabemos que estamos en un sistema capitalista, así funciona el mundo, y los países que no tienen ley de cine, que no tienen protección nacional, el cine industrial internacional se ha comido a lo local. No hay países en Latinoamérica, digo Latinoamérica porque es donde podemos tener realidades similares, que si no tienen una ley de cine se hagan películas o se hagan con cierta regularidad películas. Todos los países han ido incorporando sus leyes de cine, algunos más recientemente como Paraguay, pero si no existe esa protección, si no existe una intención por escrito de apoyar la cultura nacional, lo industrial por la vía de los hechos se lo termina comiendo. 

El presidente (Lacalle Pou) tiene el tema entre manos, tiene la problemática clara, y en este gobierno incide mucho lo que opina el presidente. Estamos esperando tener su aval, para que esta ley pueda modificarse.

Esta Rendición de Cuentas se aprobó en Diputados. Ahora ingresó a la Cámara de Senadores ¿cómo siguen ustedes? 

Nosotros no damos nunca una ley por pérdida, vamos hasta el último día que nos permitan hablar. Seguimos yendo al Parlamento a conversar con los senadores, seguimos hablando con el Ejecutivo, porque por más que ahora esté en el Senado, el Ejecutivo también intercede, y estamos en este momento también con el Ejecutivo, pidiéndole, por lo menos, esta protección mínima, para poder ir juntos en este proyecto que tiene el gobierno. Entonces, estamos directamente a través del Ministerio de Educación y Cultura, a través del presidente (Luis Lacalle Pou) que sabemos que tiene el tema entre manos y que tiene la problemática clara, y que en este gobierno incide mucho lo que opina el presidente. Estamos esperando tener su aval para que esta ley pueda modificarse.  

¿La idea es que se cree la agencia, que apoyen a la industria, pero garanticen los fondos para la producción de cine nacional?  

Exactamente, y después va a ver mucho espacio para reglamentar la Agencia, para trabajar con quien sea el Directorio de la Agencia, y habrá que seguir luchando para que no se desvíe la atención hacia el industrial, que es muy atractivo a nivel país por todo lo que genera, el movimiento económico, pero nuestro trabajo es defender lo autoral, la cultura, sin que se deteriore la industria, que también es un gran motor para nosotros. 

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