El 43,3% de los médicos del interior sufrió violencia/acoso laboral, entre ellos 80% fueron mujeres

La Comisión de género, violencia y discriminación de la Federación Médica del Interior (FEMI) presentó los resultados del primer sondeo sobre “violencia y acoso sexual”.

A través de una encuesta, a los consultados se les preguntó sobre si fueron testigos de alguna situación de violencia y/o acoso laboral a terceros. En tal sentido, casi el 60% de los participantes respondió afirmativamente.

Por otro lado, un 43,3% afirmó “haber sufrido personalmente alguna situación de violencia/acoso laboral”.

Entre quienes manifestaron haber sufrido personalmente algún episodio de violencia y/o acoso laboral, casi el 80% fueron mujeres.

Sondeo

A través de un comunicado, FEMI manifestó la preocupación creciente de la sociedad en general y en el ámbito médico en particular, sobre situaciones de violencia y acoso laboral.

Por ello, la Comisión de genero violencia y discriminación de FEMI realizó un sondeo entre médicos de todos los departamentos del interior del país para establecer un primer diagnóstico sobre las situaciones de “violencia y acoso en el ámbito laboral”, así como respecto del conocimiento que tienen los profesionales médicos del interior sobre tales temáticas.

El objetivo del estudio fue “generar un acercamiento inicial sobre la prevalencia de la problemática en el colectivo médico, que trabaja tanto en el ámbito público como privado de la salud”.

En función de lo establecido en 2019, por la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), se entiende por violencia y acoso: “un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico que ocurren durante el trabajo, en relación con el trabajo o como resultado del mismo”.

FEMI indica que, como colectivo de médicos del interior, comparte lo establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que reconoció que la violencia y el acoso son amenazas importantes para la seguridad y la salud de los trabajadores y otras personas en el mundo del trabajo que pueden constituir una violación o un abuso de los derechos humanos y son incompatibles con un trabajo seguro y decente.