Resurge polémico tuit de Pablo Da Silveira en que cuestionó que hubo 30.000 desaparecidos en Argentina

En las últimas horas volvió a circular por Twitter un controvertido mensaje del actual ministro de Educación y Cultura uruguayo, Pablo Da Silveria, en el cual cuestionaba dos cosas, una de ellas respecto a Uruguay y la otra sobre la historia reciente de Argentina.

El 27 de setiembre de 2017, Da Silveira publicó en su cuenta oficial y verificada de Twitter @pdasilve, el siguiente mensaje: “El mito de los niños que comían pasto es el equivalente local del mito argentino de los 30.000 desaparecidos. Obra de gente que mancha todo”. Con ese controvertido mensaje compartió un tuit de Montevideo Portal que citaba a Carolina Cosse. Esta última era una nota sobre palabras de la entonces ministra de Industria en que afirmó que el problema de alimentación hoy es la obesidad, y no como en el pasado, cuando había altos niveles de indigencia y “los niños comían pasto”.

Para Da Silveira, sus palabras no fueron “falta de sensibilidad” sino que “es respeto por la verdad. La realidad ya es lo suficientemente terrible como para encima deformarla”.

“Ni dije que no hubo desaparecidos ni dije que no hubo hambre. Vamos a leer bien”, le respondía el ministro de Educación y Cultura a un tuitero, quien calificó sus palabras de “infeliz juicio que suena a sofisma” y que le remarcó: “Hubo desaparecidos y también hambre”.

“Mito los desaparecidos? USTED es un reaccionario fascista!!!
Siempre se puede ser más miserable!!!Su alianza con Manini tiene sustento ideológico,se les cae las caretas!!!”, le criticaba también una tuitera que se hacía llamar Alicia.

El mito de los niños que comían pasto es el equivalente local del mito argentino de los 30.000 desaparecidos. Obra de gente q mancha todo. //t.co/nU0DiSzbGa

— Pablo da Silveira (@pdasilve) September 27, 2017

 

La historia de los niños que comían pasto

En 2002, LARED21 publicó una nota en la cual contaba que maestras de la escuela 128, el único centro educativo del barrio Conciliación por ese entonces, habían encontrado que al menos unos 80 niños de los más de 800 que asistían al centro educativo comían pasto los fines de semana. Entre semana, su alimentación tenía lugar en la escuela.

“Los lunes son especiales en la escuela 128. Los maestros detectaron que muchos niños llegan a clase mareados, deprimidos, con dolor de barriga y diarreas frecuentes. Varios presentan trastornos de aprendizaje y conductas agresivas hacia sus compañeros y hay casos en que se dan la cabeza contra la pared”, narraba la nota de LARED21.