Salud

La FUS para sus actividades el 8 de julio en defensa del trabajo, el salario y la salud

La Federación Uruguaya de la Salud (FUS) realizará un paro de actividades el próximo miércoles 8 de julio, una marcha por 18 de Julio y un acto frente al Ministerio de Salud Pública (MSP), en defensa de los puestos de trabajo y la salud, y por mejoras salariales.

Secretario general de la FUS, Jorge Bermúdez. Foto: FUS.
Secretario general de la FUS, Jorge Bermúdez. Foto: FUS.

En Montevideo, el paro de actividades de la FUS será de 8 a 15 horas, mientras que en el interior del país obedecerá a las distintas realidades para que los trabajadores puedan participar de la concentración que se realizará en El Obelisco a la hora 9, y luego de la marcha por 18 de Julio.

Asimismo, a las 11 horas se efectuará un acto frente al Ministerio de Salud Pública en el cual participarán dirigentes de la FUS, de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) y del PIT-CNT.

En diálogo con LARED21, el secretario general de la FUS, Jorge Bermúdez, destacó la importancia de la defensa del empleo en un contexto de crisis económica.

-¿Cuáles son las reivindicaciones de la FUS?

Desde el 1º de julio, la FUS comenzó una campaña por la conquista de un nuevo convenio colectivo. Se están realizando asambleas en todo el país y vamos camino a una movilización nacional, que se realizará el próximo 8 de julio.

Reivindicamos la firma de un nuevo convenio colectivo. Además solicitamos, una vez finalizadas las negociaciones del Consejo Superior Tripartito, la convocatoria del Consejo de Salario de la rama de la Salud Privada.

El centro del debate está puesto en el empleo. A fines de febrero o a principio de marzo, la FUS iba por el aumento del salario y la mejora de las condiciones laborales, hoy decimos que si bien no renunciamos al aumento de salario y a la mejora de las condiciones laborales, la defensa del empleo tiene una incidencia particular, porque con 200.000 seguros de paro y una perspectiva de desocupación de entre 16 y 18% hacia fin de año, está claro que la caída del empleo por sí misma afecta la afiliación mutual.

-¿Cómo será la incidencia en la salud privada?

-Teniendo en cuenta que el 95% de los afiliados de las instituciones del sector privado de la salud son a través del Fondo Nacional de Salud (FONASA), la pérdida de puestos de trabajo incidirá directamente en la caída de la afiliación y ello afectará en el trabajo y en el salario. Por lo cual, las empresas tomarán medidas de ajuste del empleo o del salario.

Así como el gobierno plantea un convenio de un año de duración, la FUS propone que en espejo exista una decisión política de sostener la afiliación mutual y con ello la cápita que le paga el Fondo Nacional de Salud a las instituciones por la cantidad de afiliados que tiene y la composición de los mismos, con el objetivo de que se mantenga el empleo, porque sin trabajo no hay salario y tampoco organización sindical. Por tanto, la defensa del trabajo es un elemento fundamental.

Aspiramos a que en el año de duración del convenio, el salario en la salud privada empate la inflación, porque está claro que habrá una caída del salario real

Además, aspiramos a que en ese año de duración del convenio, es decir entre el 1º de julio de 2020 y el 30 de junio de 2021, el salario en la salud privada empate la inflación, porque está claro que habrá una caída del salario real.

Es una regla del sistema capitalista que cuanto más gente haya buscando empleo, es menor el salario que recibe un trabajador.

De aquí a fin de año hay una perspectiva de pérdida de 140 mil cápitas en las instituciones, lo que equivale a 6.5 millones de dólares por mes de ingresos a las mutualistas, y ello en medio de una pandemia que está lejos de ser superada.

Estamos planteando, como elementos centrales: el trabajo, el salario y la salud de la población.

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Estamos planteando, como elementos centrales: el trabajo, el salario y la salud de la población

-¿Qué debe estar en la mesa de negociación con el gobierno?

-No estamos defendiendo a las instituciones. En la salud privada hay quienes tienen salarios millonarios, desproporcionados, de más de un millón de pesos por mes. Algunas especialidades médicas perciben entre 400.000 y 600.000 pesos por mes, por institución. Y hay quienes trabajan en más de una institución.

Estamos hablando de salarios despegados de la realidad. Esos salarios ya estaban despegados de la realidad cuando en el año 1992 el gobierno de Luis Alberto Lacalle Herrera firmó el acto anestésico-quirúrgico y en aquel entonces la FUS ya había dicho que era un camino equivocado. Hoy, ello es absolutamente distorsionado y despegado de la realidad.

Ahora se debe tener en cuenta a que quienes estuvieron en la primera línea de combate al COVID-19, es decir: el médico generalista, el enfermero, la auxiliar de servicio, la nurse, porque allí no estuvieron los anestésicos – quirúrgicos que ganan más de 400.000 pesos por mes, ellos estaban en Punta del Este, escondidos, tomando whisky y esperando que terminara la crisis, y tampoco estuvieron los gerentes.

Toda esa gente ahora tiene que dar un paso atrás en sus aspiraciones, porque quien debe tener una mejora en su poder adquisitivo o, incluso una defensa de su trabajo es el equipo de salud que estuvo en la primera línea de batalla.

¿Para un salario de tales características habrá aumento en el Uruguay de hoy, donde las ollas populares son la moneda corriente? Creo que no. Al final del día, quienes muchas veces niegan un aumento salarial a los trabajadores, después que el salario se consigue también terminan cobrando el incremento.

Todo ello debe estar sobre  la mesa de discusión y es el gobierno el que debe evaluar la situación y ver si es el momento de seguir haciendo como que no existen esos intereses poderosos. Esto también lo hemos criticado durante los gobiernos del Frente Amplio, porque para que la reforma de la salud avance debe tocar los intereses de la corporación médico – empresarial, en un sector de la salud privada que mueve 1.000 millones de dólares al año.

En la pasada campaña electoral el tema de la salud no estuvo ni en el décimo lugar de ninguna plataforma

En las pasada campaña electoral el tema de la salud no estuvo ni en el décimo lugar de ninguna plataforma. Por eso cuando la FUS impulsó la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud íbamos por el camino correcto y hoy más que nunca es importante la defensa del sistema.

En tal sentido, proponemos que el convenio de un año también sirva para discutir la reestrucura del sector de la salud privada. De lo contrario, si no se sostiene el valor de las cápitas y de la cobertura asistencial, la caída de instituciones y la pérdida de trabajo llevará a una recarga  brutal de la Administración de los Servicio de Salud del Estado (ASSE).

Por otro lado asistiremos, por la vía de los hechos, a la concentración del sector en pocas y grandes instituciones. Ello generará una conflictividad mayor a la de la crisis del 2002.

Todo ello lo hemos explicado al secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y a los ministros Miguel Salinas (Salud) y Pablo Mieres (Trabajo). Hemos sentido la sintonía y compresión con el planteo de los trabajadores, pero aún no se acordó nada.

Por lo cual, el objetivo de la movilización es poner en la opinión pública los lineamientos y objetivos de la FUS.

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