genocidio en ciernes

Israel: Ministro sugiere lanzar bomba atómica en Gaza y compara a los gazatíes con los nazis

El gobierno del ultraderechista Netanyahu ya adelantó que, tras su asedio a la franja de Gaza, Israel se hará del control total del territorio.

Amichai Eliyahu, ministro del Patrimonio de Israel
Amichai Eliyahu, ministro del Patrimonio de Israel

En unas polémicas e incendiarias declaraciones, el ministro de Patrimonio israelí, Amichai Eliyahu, planteó la controvertida idea de utilizar una bomba nuclear en la Franja de Gaza como parte de las opciones de Israel en su conflicto con Hamás.

Estas declaraciones, que han generado un fuerte debate, fueron inmediatamente desestimadas por el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien además tomó la decisión de suspender al ministro de las reuniones del gabinete.

Las impactantes declaraciones de Eliyahu se realizaron durante una entrevista con Radio Kol Berama, donde se le preguntó si consideraba viable la opción de lanzar una bomba atómica en el enclave. Sin titubear, el ministro respondió: “Esta es una de las posibilidades”.

Estas palabras, sin duda, generaron una ola de conmoción y preocupación tanto a nivel nacional como internacional. La sugerencia de utilizar armas nucleares en un conflicto regional plantea cuestionamientos morales, legales y políticos de gran envergadura.

También hizo un odioso paralelismo entre la ayuda humanitaria a la inocente ciudadanía gazatí y el nazismo, diciendo: “No habríamos dado ayuda humanitaria a los nazis (…) No existen los inocentes en Gaza”.

 

El costo de la guerra: ¿Hasta dónde llegará Israel?

Cuando se le recordó al ministro que en la Franja de Gaza actualmente hay alrededor de 240 rehenes, Eliyahu mantuvo su postura, argumentando que en tiempos de guerra, es necesario aceptar un precio. Preguntó, de manera controvertida: “¿Por qué las vidas de los secuestrados, cuya liberación deseo sinceramente, son más importantes que las vidas de los soldados y de aquellos que serán asesinados más adelante?”.

Esta afirmación subraya el dilema ético que plantea la gestión de los rehenes en un conflicto tan complejo como el que involucra a Israel y a Hamás. La controversia está servida, y las repercusiones de estas declaraciones resonarán durante mucho tiempo.

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