En la ONU, Boric instó a líderes mundiales a reforzar las democracias

El presidente chileno, Gabriel Boric, pidió este martes ante la Asamblea General de la Organización de las Naciónes Unidas (ONU) que los líderes mundiales “pavimenten” con “más democracia y no con menos” el camino para enfrentar los problemas de las sociedades actuales. 

“Me rebelo frente al abismo que algunos pretenden cavar ante la legítima diversidad de opiniones”, dijo el presidente izquierdista que cursa su primer año de mandato. Y agregó: “Desde Chile, declaramos nuestra voluntad para ser constructores de puentes ante estas brechas que nos impiden encontrarnos como sociedades diversas”. 

En su primera intervención ante la ONU -tras haber asumido en el cargo el 11 de marzo pasado-, Boric manifestó que “reforzar la democracia es un ejercicio permanente en el cual solo cabe perseverar y aprender cada uno de los resultados del otro”. 

También llamó a esforzarse por detener la violencia contra las mujeres y condenó la muerte de Mahsa Amini el pasado viernes en manos de la policía en Irán.

Aprovechó para condenar las “permanentes violaciones a los derechos humanos contra el pueblo palestino”, reafirmando su posición contra las ocupaciones por parte de Israel en territorio palestino y mientras atraviesa un conflicto diplomático tras haber rechazado temporalmente recibirle las credenciales al embajador de Israel en Chile. Esto último se debe, según la versión oficial del gobierno, a que han habido ataques y bombardeos recientes, supuestamente perpetrados por fuerzas militares israelíes, en los que murieron niñas, niños, hombres y mujeres civiles. 

Emplazó a los líderes a no ignorar la violación de derechos humanos también en Ucrania, tras la “injusta guerra” desatada por Rusia en su territorio, así como en Irán, Nicaragua y Venezuela, que son vistos como regímenes totalitarios por la comunidad internacional. 

Retomando el camino tras el referéndum

Boric se ha visto afectado por algunos problemas internos, entre los que destaca el rechazo a la nueva Constitución, apoyada por su gobierno, que pretendía rechazar la vigente actualmente que data de la era del dictador Augusto Pinochet.

Su índice de aprobación se desplomó en las primeras semanas en el cargo y se ubica en 38%, según una encuesta de la consultora Cadem publicada esta semana.

En el discurso, Boric expresó su confianza en que Chile tendrá una constitución de la que pueda estar “orgulloso” en el corto plazo. Dijo que el país resolverá sus desafíos de manera democrática e hizo una ferviente defensa de aceptar puntos de vista políticos divergentes como remedio para un mundo polarizado.

La victoria del “rechazo” en el referéndum, dice el presidente, le ha enseñado a ser “más humilde” y a gobernar “movilizado por las capacidades y la sabiduría” y a entender que la nueva Carta Magna no está en la visión única de un grupo o segmento del espectro político.