Generación Zoe: Llega a Argentina Leonardo Cositorto, acusado de millonaria estafa piramidal con criptomonedas

La empresa Generación Zoe ha estado dando de qué hablar por semanas en el mundo de los negocios en internet, debido a que está acusada de orquestar grandes estafas piramidales con personas en varios países.

En la noche de este lunes llega a Argentina el titular de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, quien fue extraditado desde República Dominicana a donde se había fugado huyendo precisamente de la Justicia argentina que lo busca para que dé cuenta de una veintena de delitos de asociación ilícita y estafa.

Llevaba casi dos meses prófugo y se había elevado una alerta roja internacional de la Interpol que logró dar con su paradero en el país caribeño. Al menos 36 personas han denunciado que fueron estafados por Cositorto y su organización. Aún está prófugo otra de las cabecillas de Generación Zoe, Héctor Luis Yrimia, ex juez y fiscal federal, sospechado de ser el “director legal” del esquema piramidal y, a la fecha, han sido detenidas al menos 19 personas.

Generación Zoe: crecer como espuma y estafar millones

La empresa nació en 2017 y tenía su sede principal en Buenos Aires, con presencia en varios países como Paraguay, Colombia, Venezuela y España. El esquema de Ponzi de que se les acusa ofrecía rendimientos de entre 7,5% y 10% mensuales, con ganancias en dólares en distintos rubros, incluyendo en una criptomoneda propia llamada Zoe Cash.

A quienes invertían les aseguraban que ganaban dinero en mercados de capital, trading, compra y venta de divisas, equipos de fútbol y otros negocios, a pesar de que estaban registrados en el país rioplatense como una “constructora, comercializadora inmobiliaria y hotelera”.

El sitio web de Generación Zoe aún está al aire, y dice al internauta que llega que “tu mejor oportunidad está aquí”. “Gana dinero y aprende trading con nosotros”, agrega el portal.

Cositorto se hace llamar a sí mismo “coach ontológico”, que por medio de una amplia verborrea y amplias campañas de marketing logró convencer a miles de personas para que pusieran dinero en lo que terminaría siendo una presunta estafa.

El primer país en donde se detectaron movimientos sospechosos fue en Paraguay, cuando en setiembre de 2021 la empresa registrada bajo el nombre Zoe Capital ofrecía inversiones bursátiles sin los permisos correspondientes. hubo varios allanamientos en los que se incautaron documentos relacionados con la llamada “Universidad Zie”, que tiene sede en Buenos Aires y por la cual se “entrenaba” a personas que pagaban por clases de trading y criptodivisas.

Esto tuvo eco en España, en donde en noviembre la empresa llegó a invertir y patrocinar al Atlético Saguntino, un equipo de fútbol de tercera división que fue el primer cuadro del dicho país en pagar a sus empleados y jugadores en criptomonedas: obviamente les pagaban en Zoe Cash.

El Club Deportivo Español de Argentina también vio como la empresa llegó para hacer propaganda y poner dinero. El propio Cositorto llegó a ser coach de los jugadores y habrían pagado bonos a los deportistas en Zoe Cash.

El boom se dio cuando Cositorto aseguró que la empresa había comprado, literalmente, una mina de oro en Jujuy, la cual estaba en funcionamiento pero cuya ubicación se mantenía en secreto. Este precioso metal supuestamente era el respaldo de la criptomoneda, y el ahora detenido llegó a decir que cada unidad de Zoe Cash se apoyaba con un gramo de oro.

Aunque la empresa afirmaba que la criptodivisa tenía un valor de US$50, el precio máximo que llegó a alcanzar, según datos relevados por el portal especializado Coin Market Cap, fue de US$0,31 el 5 de enero de 2022. Desde ahí en adelante, y al empezar a trascender las denuncias y acusaciones, la moneda fue en caída libre hasta costa menos de US$0,0005.

Los dueños de tokens de Zoe Cash nunca pudieron cambiar sus monedas digitales por oro, no solo porque la mina nunca existió sino porque la legislación de Argentina dice que las minas de este metal solamente pueden pertenecer al Estado, a no ser que sean concesionadas.