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Fake News: Chinda Brandolino asegura que las vacunas contra el COVID-19 inyectan metal en el cuerpo

La polémica médica antivacunas y amiga del líder del Ku Klux Klan regresó al foco público tras hacer un puñado de declaraciones falsas sobre las inoculaciones contra el coronavirus.

Chinda Brandolino es conocida por su negacionismo de la pandemia, por su militancia antivacunas y por formar parte de un grupo supremacista blanco junto con David Duke, líder del Ku Klux Klan.
Chinda Brandolino es conocida por su negacionismo de la pandemia, por su militancia antivacunas y por formar parte de un grupo supremacista blanco junto con David Duke, líder del Ku Klux Klan.
Por Carlos Loría - redactor periodístico

 

Durante la última semana se ha viralizado un video de la médica argentina Chinda Brandolino, que aparece cada tanto en redes sociales con aseveraciones difíciles de comprobar, o que incluso han sido desmentidas por científicos.

El 19 de mayo empezó a circular el video donde Brandolino asegura que las vacunas contra el COVID-19 tienen una “solución metálica” que supuestamente magnetiza la zona en la que ingresa la aguja en el brazo. Según ella, el líquido inyectado “actúa sobre toda las células” del cuerpo modificando el genoma humano. Todo esto no tiene sustento científico y la polémica doctora no ofrece ni muestra los estudios o papers científicos en los cuales se apoya.

Las afirmaciones las hizo en un conversatorio en línea con Rosa María Apaza, quien asegura ser presidenta de la Organización Médica Peruana de Investigación, quien también ha hecho afirmaciones falsas en el pasado reciente, como por ejemplo que las vacunas “convierten a la personas en celulares”.

Brandolino habló por unos 15 minutos y aseguró que “estas vacunas (contra el COVID-19) inoculan una solución metálica (…) las notificas son nefastas, porque va a haber una gran mortandad”.

Según publica la plataforma de revisión de fake news, AFP Factual, Brandolino ha sido recurrente en sus argumentaciones falsas o incomprobables, pero su discurso a cambiado con el tiempo evidenciando una inconstancia en sus supuestas fuentes científicas. En julio de 2020 había dicho en una entrevista con el medio argentino TLV1 que las vacunas tenían microchips diseñados por Bill Gates, y que estos actuaban “en el ADN cerebral para “neutralizar rebeliones y sentimientos religiosos e idealistas”. Todo esto, claro está, nunca ha sido comprobado y la evidencia científica disponible da cuenta de que es absolutamente falso.

Tiempo después dejó el absurdo de los microchips para asegurar que las vacunas eran “sustancias transgénicas”: la vacuna “introduce un ácido ribonucleico (ARN) envuelto en nanopartículas de lípidos, para no ser atacado por los anticuerpos de nuestro organismo” y para que, de esta manera, el ARN “penetre directamente en el núcleo de todas nuestras células”, decía ella en el pasado. Pero le duró poco el discurso flojo de papeles, y ahora esgrime lo de la “solución metálica”.

Una organización científica inexistente

La doctora habla en su entrevista con Apaza de un supuesto estudio hecho por la ‘Junta Argentina de Revisión Científica’, de la cual ella es parte. Según AFP Factual, esa organización no figura en el Registro Nacional de Sociedades de Argentina (JARP), no tiene página web oficial, sede o vías de contacto, y solamente cuenta con una cuenta de Twitter con 71 seguidores y una que otra página en Facebook.

El estudio de la JARP, titulado ‘Cronología Target Vacuna contra COVID-19′, también hace otra serie de afirmaciones incomprobables, como por ejemplo que vacunarse contra el COVID-19 provocará esterilidad masivamente o que afecta a los riñones o el corazón.

Si bien es cierto que hay receptores ACE2, compatibles con las partículas del SARS-CoV-2, en los órganos reproductivos, los análisis hasta la fecha no han encontrado que el virus llegue hasta esa zona del cuerpo o que provoque infertilidad, lo mismo que con las vacunas.

El profesor de la Universidad Miguel Hernández y miembro del Grupo de Difusión de la Sociedad Española de Microbiología, Manuel Sánchez, explicó al portal de verificación de fake news Newtral.es que, mientras es cierto que los receptores ACE2 están presentes en los tejidos de los órganos reproductores, eso no implica que cause esterilidad. 

En aislados casos de cuadros muy graves de COVID-19 se ha producido orquitis en el paciente, o sea inflamación de uno o ambos testículos, pero eso es debido a una respuesta inflamatoria general en todo el cuerpo. “La orquitis es una inflamación testicular que también está descrita para otras enfermedades víricas como las paperas, y esa inflamación puede llevar a esterilidad. Pero en el caso de SARS-CoV-2 no se ha descrito ningún caso sobre este último punto. En las mujeres no está muy claro que afecte a los ovarios. Pero vuelvo a insistir. Es algo raro y solo se ha descrito en algunos casos graves”.

El presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García Rojas indicó al mismo portal que es falso que las vacunas causen esterilidad y calificó el bulo de “ciencia ficción”. En la misma línea desmintió esto el catedrático de Biología Celular del Departamento de Biomedicina y Biotecnología de la Universidad de Alcalá de Henares, Benito Fraile: “No tienen ninguna base científica”.

El supuesto ‘estudio’ de la JARP no es ni siquiera un paper científico, porque no cumple con los requisitos mínimos para ser considerado una publicación previa o preprint, que es como se le conoce a las versiones previas a una publicación en revista científica formal para ser revisada por otros científicos.

Como se lee antes, la JARP no está inscrita como sociedad en Argentina, no tiene sede ni web y los supuestos creadores del documento no lo firman, o sea que no se sabe quién podría haberlo redactado.

Imagen de archivo del Primer Congreso Internacional Identitario, donde participó Chinda Brandolino (al centro, fila de abajo, de azul). También estuvo David Duke (saco negro, camiseta a rayas), líder del grupo racista y supremacista blanco Ku Klux Klan.
Imagen de archivo del Primer Congreso Internacional Identitario, donde participó Chinda Brandolino (al centro, fila de abajo, de azul). También estuvo David Duke (saco negro, camiseta a rayas), líder del grupo racista y supremacista blanco Ku Klux Klan.

Chinda Brandolino es conocida por ser negacionista de la pandemia, militante antivacunas y activa miembro del llamado Congreso Internacional Identitario, una organización conformada por ultranacionalistas entre los que destaca David Duke, líder de la organización supremacista blanca Ku Klux Klan. También se destacó como una abanderada de la causa antiaborto en Argentina.

 

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