IGUALDAD

Costa Rica, el primer país centroamericano en aprobar el matrimonio igualitario

Es el octavo país del continente en aceptar el matrimonio entre personas del mismo sexo y el 29° del mundo.

La Marcha de la Diversidad 2019 de San José, Costa Rica. Foto: Movimiento Diversidad de Costa Rica
La Marcha de la Diversidad 2019 de San José, Costa Rica. Foto: Movimiento Diversidad de Costa Rica

Costa Rica se convirtió a las 00:01 horas de este martes en el primer país de Centroamérica en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, después de una lucha de muchos años por parte de los colectivos LGBTIQ+ por lograr la igualdad.

La entrada en vigencia fue recibida por una histórica transmisión por medio de Canal 13, la televisora estatal, en donde aparecieron artistas, intelectuales, figuras políticas y personas públicas nacionales e internacionales, y contaron toda la historia desde la primeras luchas hace varias décadas.

El presidente costarricense, Carlos Alvarado, emitió un video por redes sociales en donde dijo que «este cambio provocará una transformación social y cultural significativa que permitirá a miles de personas casarse ante un abogado» y que, entre sus obligaciones como mandatario, está el velar por que todas las personas sean iguales ante la ley.

Un largo camino hacia la igualdad

Al igual que en el resto del mundo, el proceso ha sido largo, tortuoso y lleno de obstáculos que han impuesto los sectores más conservadores de la sociedad. En 1994 se dieron los primeros debates públicos del tema y se llegó a discutir en la Asamblea Legislativa pero sin resultado. Muchos años después, en 2006, la Sala Constitucional rechazó tener competencia para aprobar el matrimonio igualitario y dejó el tema en manos de la Asamblea; en ese mismo año se presentó la ley de uniones civiles igualitarias, pero de nuevo no prosperó.

En 2008, un grupo de sectores ultraconservadores -guiados por motivaciones mayormente religiosas- iniciaron el proceso para convocar a un referendo que pretendía consultar a la ciudadanía si se debía o no aprobar. Un año después se presentó una ley que buscaba otorgar derechos reducidos y limitados a personas del mismo sexo que quisieran casarse y, al años siguiente, el Tribunal Supremo de Elecciones (que regula las votaciones y el sistema nacional de identificación civil) definió que el referendo se haría junto con elecciones municipales.

Sin embargo, la Sala Constitucional dijo que dicho referendo era inconstitucional porque, bajo la legislación del país, es ilegal someter derechos humanos a consultas populares.

Fue en 2016 cuando el gobierno del entonces presidente, Luis Guillermo Solís, envió una consulta a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que se expidió en enero de 2018 diciendo que afectaba los derechos humanos de las poblaciones LGBTIQ+ que no pudieran acceder al matrimonio como las personas heterosexuales. En agosto, la Sala Constitucional votó a favor del matrimonio igualitario respaldando el pronunciamiento de la CIDH.

En noviembre de 2018, la Sala ordenó que, si la Asamblea Legislativa no discutía y votaba una modificación al Código Civil que aceptar el matrimonio igualitario, en un plazo de año y medio entraría a regir automáticamente.

Fue este 26 de mayo a las 00:01 horas que se hizo efectivo el resultado de la lucha de tantos años.

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