Método "Hansi": Filosofía y medicina, unidas para sanar el interior de los seres humanos

El método «Hansi» fue desarrollado por el médico argentino Juan J. Hirschmann. El mismo consiste básicamente en la mezcla de plantas de cactus, aloes y minerales en concentraciones infinitesimales. El médico uruguayo Jesús Costa se interesó en los estudios y en la implantación del sistema alternativo. Desde el año 1990 en Argentina miles de pacientes están siendo tratados exitosamente por el método, mientras que en Uruguay hace 10 años se comenzó a trabajar así y ya son seis los médicos que confían en la aplicación del método.

Retardar el envejecimiento celular fue uno de los más significativos logros de «Hansi». Según el doctor Costa, la motivación inicial para la investigación fue la búsqueda de soluciones para pacientes oncológicos. «Desde el principio, nosotros creíamos que únicamente contábamos con una terapia para las enfermedades oncológicas, pues fue allí que ‘Hansi’ demostraba su accionar. En el devenir del tiempo vimos que era una medicina que tenía un alcance mucho más amplio, ya que tuvo una buena evolución en otras enfermedades. Sobre todo en las que están en auge ahora por el estilo de vida que llevamos. Las llamadas enfermedades de la civilización , las que uno mismo genera cuando se producen alteraciones en el sistema inmunológico». Ejemplo de estas enfermedades son las que no tienen solución, como el lupus y la esclerosis múltiple. Los tratamientos de estos males tienen importantes efectos secundarios; «Hansi» también ha demostrado allí su eficacia al minimizarlos.

 

La receta médica

El paso fundamental en el tratamiento alternativo, como afirmó Jesús Costa, es la toma de conciencia del paciente, de «la importancia que tenemos nosotros mismos para curarnos. Nosotros creamos las enfermedades y nosotros mismos las curamos. Los pacientes tienen que saber qué es lo que está sucediendo dentro de ellos y es allí mismo donde encuentra el poder sanador. Luego de lograr esa conexión, todos los tratamientos médicos son secundarios». Eso no implica el surgimiento del método «Hansi» como algo contradictorio a la actividad médica clásica, sino que surge como una actividad «complementaria». «No es una lucha de quién tiene razón, sino que lo fundamental es aportar algo a la sociedad que permita a los individuos vivir de la mejor manera posible», expresa Costa.

 

Estudios académicos

Es justamente la necesidad que tienen los investigadores de vincular las disciplinas médicas tradicionales con las alternativas, que la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar) decidió crear un espacio de estudio que permitirá continuar mejorando la calidad de vida de las personas. El médico resaltó la importancia de contar con ese ámbito de trabajo: «Es una gran oportunidad poder acceder a la facultad, porque es donde todos los médicos vamos a aprender, y si estamos allí ya no hay más dudas de la utilidad. Es un hecho trascendente porque estamos trabajando con algo no tradicional en un lugar académico: la Universidad». Los proyectos de investigación se dividen en dos importantes áreas de la salud. Por un lado se han concentrado en el estudio del tumor de piel melanoma y, por otro, en la diabetes, una enfermedad crónica con importantes secuelas. El desarrollo del primero se basa en la investigación de un tumor producido por la incidencia del sol que cada vez es más frecuente en los uruguayos. Se ha transformado en una causa de muerte común, sobre todo entre las personas jóvenes. El otro proyecto consiste en crearle una diabetes química a ciertos animales, para después demostrar que «Hansi» puede retardar o prevenir los efectos secundarios de la enfermedad, tales como la ceguera, los problemas neurológicos, los trastornos en las arterias, y demás.

La posibilidad de investigar en la principal institución educativa terciaria es una forma de reconocer y continuar el camino iniciado el año pasado en la presentación realizada por ambos médicos en el Congreso Mundial de Menopausia en Buenos Aires. Allí se demostró, a través de un estudio realizado en animales, más precisamente en cerdas seniles, que las tratadas por «Hansi» retardaron el envejecimiento celular. Las cerdas que no recibieron el tratamiento sí sufrieron un desmejoramiento a causa del natural paso del tiempo. La mejoría se dio a nivel de todos los tejidos y el organismo, aunque la presentación de los médicos se concentró en los órganos genitales, pues se trataba de un congreso de medicina ginecológica. El progreso de las cerdas seniles que recibieron «Hansi», frente a las que no, fue tal que volvieron a ovular y alguna de ellas hasta tuvo cría. El doctor Jesús dejó en claro su posición frente a la magnitud de sus descubrimientos: «Nosotros no estamos diciendo que vamos a hacer a los individuos inmortales, lo único que pretendemos es que cada etapa de nuestro ciclo vital la vivamos en buenas condiciones. Para eso podemos disminuir la frecuencia de las enfermedades que son cada vez más comunes y hasta prevenirlas». *