Protegiendo a lo más preciado: la importancia de los sistemas de retención infantil en el transporte automovilístico

En la búsqueda de la máxima seguridad vial, es crucial entender la importancia de los elementos de seguridad pasivos, aquellos protectores sutiles que entran en acción cuando los sistemas de seguridad activos no fueron suficientes para evitar un incidente.

En este sentido, los Sistemas de Retención Infantil (SRI) destacan como un ejemplo sobresaliente de elementos de seguridad pasivos que protegen a los más vulnerables en nuestras carreteras.

¿Qué son los Sistemas de Retención Infantil (SRI)?

Los Sistemas de Retención Infantil, conocidos como SRI, son escudos de seguridad diseñados especialmente para proteger a nuestros niños durante los viajes en vehículos. Estos sistemas se adhieren de manera segura y eficiente al vehículo, minimizando las posibilidades de lesiones en caso de un accidente.

Los SRI están cuidadosamente diseñados para interactuar con las partes más resistentes del cuerpo de un niño, distribuyendo la fuerza del impacto en un área amplia y absorbiendo la mayor parte de la energía del choque. De esta forma, protegen las partes más vulnerables del cuerpo infantil, como el cerebro y la columna vertebral.

La importancia legal de los SRI

En nuestra sociedad, la seguridad de nuestros pequeños es una prioridad. Es por eso que desde el nacimiento hasta los 12 años de edad, es imperativo que los niños viajen en el asiento trasero utilizando un sistema de retención infantil.

Incluso para aquellos que tienen entre 12 y 18 años y aún no han alcanzado la altura mínima de 1.50 metros, el uso del SRI sigue siendo obligatorio. Debemos recordar que el cinturón de seguridad está diseñado para personas que miden más de 1.50 metros, por lo que los niños más pequeños necesitan el respaldo adicional que proporciona el SRI.

 

Efectividad de los SRI

La efectividad de los SRI es innegable y tiene un impacto significativo en la reducción de lesiones y muertes en accidentes de tráfico. Estos sistemas tienen la capacidad de reducir las lesiones en un impresionante 90% y disminuir el riesgo de muerte hasta en un 70%.

Sin embargo, es importante recalcar que la efectividad de los SRI radica en su correcto uso. Es responsabilidad de los padres o tutores asegurarse de que el SRI esté instalado adecuadamente y que el niño esté correctamente sujeto en él antes de cada viaje.

Los tipos de SRI

Grupo 0 (Hasta 10 kg): Diseñado para recién nacidos y bebés de hasta 10 kg de peso. Generalmente son portabebés y capazos que se colocan en posición contraria a la marcha.

Grupo 0+ (Hasta 13 kg): Similar al grupo anterior, pero con mayor capacidad de peso, apto para bebés de hasta 13 kg. También se instala en sentido contrario a la marcha.

Grupo I (9 a 18 kg): Pensado para niños de 9 a 18 kg de peso. Estos sistemas se colocan en posición a favor de la marcha y pueden ser sillas con arnés o cojines de seguridad.

Grupo II (15 a 25 kg): Diseñado para niños con un peso comprendido entre 15 y 25 kg. Son elevadores que permiten que el cinturón de seguridad del vehículo quede bien posicionado.

Grupo III (22 a 36 kg): Este grupo es para niños con un peso de 22 a 36 kg. Al igual que el grupo anterior, son elevadores que garantizan el correcto posicionamiento del cinturón.