Cosse acordó con asociaciones umbandistas que ofrendas a Iemanjá sea donadas a ollas populares

La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, anunció este miércoles que las playas de la capital no estarán habilitadas para la realización de las ceremonias a Jemanjá (Yemanyá o Iemanjá) que tienen lugar el 2 de febrero, debido a la pandemia del coronavirus.

En una conferencia de prensa, Cosse explicó que se acordó con asociaciones umbandistas que los alimentos que se ofrendan al mar en esta fecha sean donados a ollas populares que la IM repartirá oportunamente.

La iniciativa tiene por fin “proteger un bien mayor, que es la salud del otro”, explicó la intendenta capitalina.

La festividad de Jemanjá tiene origen en las raíces africanas de los afrouruguayos, y tiene un importante arraigo y trascendencia en la cultura uruguaya, especialmente en Montevideo en donde radica la mayoría de afrodescendientes.

La IM llegó a estos acuerdos con más de 35 asociaciones afines y exhortarán a sus seguidores a no concurrir a las playas el 2 de febrero.

«Si bien entendemos la importancia social de esta celebración –que forma parte de la cultura montevideana– queremos preservar lo más importante que hay en la vida, que es la salud», señaló Cosse.

Jemanjá Solidaria

Cosse explicó que, atendiendo la solicitud del colectivo Atabaque y varios otros, se realizará una campaña para que las ofrendas comestibles que usualmente se realizan a Iemanjá, sean dirigidas a las ollas populares que funcionan en la ciudad.

«Lo que buscamos es que las organizaciones exhorten a su gente a transformar las ofrendas comestibles en donación para las ollas», explicó la jerarca quien además adelantó que será la IM la que repartirá los alimentos en el marco del Plan de Emergencia ABC.

Susana Andrade, representante de Atabaque y de la federación afroumbandista IFA de Uruguay, explicó que las organizaciones tomaron «la iniciativa de realizar Iemanjá solidaria, apoyando al Plan ABC de la Intendencia de Montevideo». 

«Quien convoque a ir a las playas será responsable de exponer a la religión afroumbandista a ser vector de la propagación de la pandemia, por promover aglomeraciones y por ser vistos como una comunidad negligente que no acata leyes ni recomendaciones de salud pública, poniendo en riesgo la vida de las personas», advirtió.

Se realizarán ceremonias alternativas que cada grupo organizará por su parte, y que seguirán «el mandato espiritual que es la ayuda al prójimo».

«Nos toca hacer el sacrificio de resignar nuestras actividades religiosas, como tanta gente lo ha hecho», concluyó.

También participó Valeria, una representante de Umbandismo Verde, quien se sumó a la exhortación a «que no se hagan rituales o sesiones en las playas, porque Iemanjá es vida y aglomerarnos es muerte”.

Manuel Núñez, sacerdote y representante del grupo Yeyé Nagó, dijo que «Iemanjá nos necesita para que después sí podamos tener una fiesta masiva, fuerte y poderosa. No vamos a ser menos creyentes ni nos ayudará menos Iemanjá; es una ofrenda de carácter personal y no necesita ser masiva».