Ada Lovelace: Google tributa un doodle a la asombrosa pionera de la programación, el lenguaje de las computadoras
La asignación de un doodle por parte de Google es una manera de la inmortalización moderna, una especie de estatua que concentra sobre sí la mirada admirativa de cientos de millones de personas en un breve lapso de tiempo.
El doodle de Google para Ada Lovelace resulta tan merecido como el que más, en este ya extenso collar de «medallas» recordatorias con que el gigante líder de las búsquedas en Internet rinde homenaje a figuras prominentes de la historia humana, especialmente de aquellas cuya relevancia escapa al conocimiento de la inmensa mayoría de los seres humanos.
Veinticuatro horas atrás, se contarían por miles las personas conscientes de la aportación universal y hasta de la existencia de Ada Lovelace. Hoy, horas después del lanzamiento del doodle de Google enfocado en su figura, aquellos miles se han convertido en muchos millones.
Y una sociedad humana que posa sus ojos en la peripecia vital de una mujer como Ada Lovelace se regala a sí misma un pequeño salto adelante, pero grande como representación de lo maravilloso de la vida cuando se unen la inteligencia y la pasión como forma de la poesía. No hay forma mejor de definir a Ada Lovelace que esa: una poeta ilustre en la patria mágica de las matemáticas, cuyo legado imperecedero como pionera de la informática la consagra al brillo eterno en el parnaso de las ciencias.
El doodle de Google
Ada Lovelace, cuyo doodle de Google celebramos hoy, tenía apenas 36 años al morir, de los cuales pasó 22 con ambas piernas paralizadas, lo que no le impidió aplicarse a la equitación, la gimnasia y el baile. No conoció a su padre, sin embargo pudo llegar amar a un hombre al que le brindó 3 hijos, pero que a su vez la abandonó en su lecho de muerte, envenenado por la ponzoña de los celos.
Esta es la Ada Lovelace humana y mujer que también inventó y desarrolló el primer lenguaje común entre el ser humano y las incipientes computadoras, lenguaje que recibiría el nombre de programación, el mismo que hasta hoy no para de crecer en el infinito universo de la informática.
Al doodle de Goggle no pudo ocurrirle nada mejor que asociarse al extraordinario nombre de esta heroína de la vida y de la Ciencia que se llamó Augusta Ada Byron King, pero que ganó su inmortalidad como Ada Lovelace.
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