Enfermedad meningocóccica

Enfermedad meningocóccica: ¿Qué recomiendan los médicos en caso de contagio?

Infectólogos pediátricos y de adultos del Hospital Británico explican qué es la enfermedad meningocóccica y qué hacer en caso de contagio.

Meningitis

La enfermedad meningocócica es una infección bacteriana grave que afecta las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, conocidas como meninges. Esta enfermedad puede ser causada por varias cepas de la bacteria Neisseria meningitidis, siendo las más comunes las serogrupos A, B, C, W e Y.

La forma más grave de la enfermedad es la meningitis meningocócica, que puede resultar en daño cerebral, discapacidad o incluso la muerte si no se trata rápidamente.

¿Cómo se Contagia?

La enfermedad meningocócica se contagia a través de gotas respiratorias de una persona infectada al toser, estornudar o hablar de manera cercana. También puede transmitirse por contacto directo con la saliva o secreciones nasales de una persona infectada.

Es importante destacar que la bacteria meningocócica puede vivir en la garganta de las personas sin causar síntomas, lo que dificulta su prevención.

La meningitis meningocóccica suele manifestarse con fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, náuseas o vómitos, manchas puntiformes en la piel (petequias), sensibilidad a la luz (fotofobia), confusión o alteración en la conciencia, y en algunos casos convulsiones, entre otros síntomas. En niños pequeños, los síntomas clásicos pueden no estar presentes, y en su lugar pueden mostrar llanto persistente difícil de calmar, irritabilidad, somnolencia, rechazo a la alimentación y abultamiento de la fontanela anterior.

La forma invasiva de la enfermedad meningocóccica, como la sepsis o shock séptico meningocóccico, puede presentarse de manera abrupta con fiebre alta persistente, decaimiento, vómitos, dolores en las extremidades, respiración acelerada, taquicardia, sensación de frío en manos y pies, dolor abdominal, diarrea y, en etapas avanzadas, cambios en la coloración de la piel como hematomas, equimosis o aspecto marmóreo debido a trastornos circulatorios.

Dado que estos síntomas pueden ser inespecíficos, es importante prestar atención a signos y síntomas generales que puedan indicar el comienzo de una sepsis o shock séptico causado por bacterias, incluyendo el meningococo.

Algunos de estos signos son: aspecto general deteriorado, fiebre con escalofríos o sensación de frío, confusión o desorientación, vómitos persistentes, dificultad para respirar, aumento de la frecuencia cardíaca o presión arterial baja, cambios en la coloración de la piel (palidez, tono morado o aspecto marmóreo), dolores corporales vagos especialmente en las extremidades, piel húmeda o sudorosa, y la presencia de manchas rojas que no desaparecen al presionarlas (petequias) o hematomas.

En Niños y Adultos

En niños, la enfermedad meningocócica puede presentarse de forma repentina con síntomas como fiebre alta, rigidez en el cuello, vómitos, irritabilidad y manchas rojas en la piel que no palidecen al presionarlas. En casos graves, puede causar convulsiones o un estado de coma.

En adultos, los síntomas pueden ser similares, pero también pueden incluir dolor de cabeza intenso, confusión, sensibilidad a la luz, náuseas y dificultad para concentrarse. En algunos casos, la enfermedad puede progresar rápidamente, causando shock séptico y fallo multiorgánico.

Prevención y Vacunación

La prevención de la enfermedad meningocócica se centra principalmente en la vacunación. Existen vacunas disponibles que protegen contra varios serogrupos de la bacteria meningocócica, incluyendo las vacunas conjugadas y las vacunas contra el serogrupo B.

Se recomienda vacunar a los niños y adolescentes, así como a grupos de alto riesgo, como personas que viven en lugares con brotes de la enfermedad o aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos.

Además de la vacunación, se pueden tomar medidas de prevención como evitar el contacto cercano con personas infectadas, mantener una buena higiene personal, cubrirse la boca al toser o estornudar, y evitar compartir utensilios personales como vasos o cubiertos.

La enfermedad meningocócica se presenta en Uruguay en forma de endemia baja, con apariciones esporádicas de conglomerados (brotes). En nuestro país el serogrupo más frecuente es el B, pero se han reportado otros serogrupos como el C y el W135.

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