Pou y Castro: el nacionalismo canario dirimió pleito interno

Desde hacía varias semanas el nacionalismo canario había estado en el centro de las atenciones de la opinión pública. El diputado y por entonces candidato «cantado» municipal por la Lista 71, Julio Lara, salió al cruce de la postulación de Pou, al punto de cuestionar su legitimidad constitucional por vivir en Montevideo. Sin embargo, a nivel de la Lista 400 se optó por hacer oídos sordos a las acusaciones provenientes del herrerismo ortodoxo.

En ese clima, ayer por la manana se llevó a cabo la convención blanca de Canelones, la cual sesionó en el local de Agadu en Atlántida. A partir de las nueve de la manana comenzaron a llegar los convencionales de los distintos sectores, todos ellos sabiendo que no pasaría nada fuera de lo previsible: Pou y Castro contarían con los votos necesarios para ser proclamados, y los principales dirigentes partidarios harían el máximo esfuerzo para salir de esta instancia bajo el mayor clima de unidad posible.

El presidente del Directorio, Luis Alberto Lacalle, no concurrió a la reunión, acudiendo en representación de dicha autoridad partidaria el ex legislador Alberto Zumarán.

Castro ordenó colocar decenas de carteles con su nombre en las inmedaciones de Agadu e incluso dentro del propio local donde se desarrollaría la convención. En cambio, Pou prefirió mantener un perfil bajo hasta no estar formalmente proclamada.

A las 10.28, el actual presidente de la convención, Eugenio «Paco» Beraza, dio por iniciada la sesión. El dirigente de la santorista Lista 2, Martín García Nin, propuso como presidente de la Mesa al ex diputado y conductor de la 903 Daniel Delgado Sicco, lo que fue aceptado por los 199 convencionales presentes. Luego de un cuarto intermedio pedido por Delgado Sicco para que la «comisión de poderes» coordinara con los funcionarios de la Corte Electoral que fiscalizaban el encuentro, se presentaron dos mociones mediante las cuales se proponían las postulaciones de Pou y Castro con sus respectivos suplentes.

Inmediatamente, cada uno de los convencionales presentes en sala –para ese entonces dos se habían retirado– pronunciaron en voz alta a cuál de los dos nombres propuestos apoyaba. Los dirigentes de Nueva Fuerza Nacional Leopoldo Amarelle y Faustino Gambetta y el «independiente» Wilson Azambuya –electo convencional por la 903, lista de la cual se alejó– se abstuvieron. Por cuestiones obvias, Pou y Castro hicieron lo mismo.

Una vez finalizada la larga votación, los convencionales de todos los sectores se levantaron de sus sillas y corrieron a saludar a sus candidatos. Delgado Sicco pidió orden para que los representantes de la Corte pudieran contabilizar los votos. La ex primera dama y el ex jefe de Policía se confundieron en un abrazo y alzaron sus manos al cielo bajo los incesantes aplausos de la dirigencia.

Minutos antes que se dieran a conocer los resultados finales y aquello se volviera nuevamente incontrolable, se planteó una moción de orden para convocar en 60 días a la convención con el objetivo de aprobar el programa único de gobierno municipal y elegir la nueva Mesa Departamental, lo que fue aprobado por unanimidad. El presidente de la Oficina Electoral de Canelones, Walter Camejo, comunicó que Pou había obtenido 99 votos y Castro 91, por lo cual ambos eran desde ese momento los candidatos del Partido Nacional en Canelones.

Irrupción femenina

Con varias banderas de la 400 que recién a esa altura aparecieron en escena, Pou dijo en su primer discurso como postulante que este había sido «un mojón histórico dentro del Partido Nacional». «No nos olvidemos que algo que tiene como esencia nuestro partido es el sufragio y la expresión libre de la voluntad libre, y nadie puede decir que el partido no ha empezado hoy la recuperación del uso de sus libertades», senaló. Dirigiéndose a Castro, afirmó que «el reto que nos queda es que cada uno de nosotros multiplique los apoyos que tuvo, para que en mayo podamos decir de una vez por todas que el Partido Nacional va a gobernar Canelones». Consultada por la prensa respecto a si su marido estaría presente en la campana electoral rumbo a mayo, se mostró convencida en que «la dirigencia nacional no va a incidir», y aseguró que «yo tampoco lo querría». Le restó trascendencia a la encuesta de Cifra publicada ayer por LA REPUBLICA –según la cual el Encuentro Progresista está con 33 puntos, el Partido Colorado con 20 y el Partido Nacional con 14– y expresó que la próxima elección departamental «marca la irrupción de la mujer». Tras dialogar con varios medios de prensa televisivos, Pou se despidió de uno de sus convencionales pronunciando una frase que pareció resumir los momentos vividos hasta la pasada manana. «Cómo sudamos», concluyó sonriendo la esposa del ex primer mandatario.

«Mercadería vendible»

Por su parte, el ex jefe de Policía indicó que «a aquellos que creían que el Partido Nacional estaba caído, hoy les puedo decir que en Canelones va a salir un intendente blanco, sea Julita o sea Yamandú». Dijo que ambos son «mercadería vendible», y se preguntó: «?quién no conoce a Julita haciendo su campana o quién no me conoce a mí siendo jefe de Policía?».

«Ahora sí le vamos a ir a golpear la puerta a aquellos blancos que se fueron del partido para decirles que aquí tienen a los candidatos, porque esta elección es diferente a las demás (…), la vamos a correr entre cinco postulantes y no vamos a precisar padrinos», manifestó. Al cierre de la convención, un grupo de música brasilena entonó distintos ritmos del país norteno. Los integrantes de la banda estaban vestidos con remeras que tenían impreso el rostro de Castro y el logotipo de su anterior lista de Manos a la Obra en la elección interna de abril, la 46. Confirmando el carácter nacional de su agrupación, Pou llevará como primer suplente al ex ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, el ingeniero agrónomo Gonzalo Cibils, quien veranea en La Floresta. Su segundo suplente es Luis Alberto Herrera, un dirigente de la zona costera y «pariente lejano» de Lacalle. La tercera suplencia corresponde al ex mano derecha del ex intendente José Andújar, Carlos Bentancor. Cierra la plancha de Julita el dirigente de Tala Oscar Perdomo. En tanto, la Lista 71 debió conformar su plancha con integrantes de las listas 903, 2 y 33, con las cuales realizaron un acuerdo. El edil santorista José Rosas es el primer suplente de Castro; en el segundo puesto aparece el escribano ramirista Pedro Fernández. La 33 está representada por Ramón Leiva, y por la 71 está Wilson Rainieri.