Frente Amplio condena las políticas opresivas del gobierno de Ortega en Nicaragua

El Frente Amplio de Uruguay ha emitido un comunicado en el que manifiesta su enérgico rechazo a las medidas adoptadas por el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua. La crisis política e institucional que atraviesa Nicaragua es un caso particular en la región, ya que la mayoría de fuerzas de izquierda se han desligado. Por lo tanto, el FA hace un llamado a prestar atención y seguimiento a esta problemática.

En primer lugar, el Frente Amplio expresa su contundente rechazo a las medidas represivas de Ortega, por el hecho de que vulneran los derechos y libertades establecidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de las cuales Nicaragua y Uruguay son signatarios y Estados parte.

Asimismo, el FA considera que la condición de apátridas impuesta a los ciudadanos nicaragüenses afectados por dichas medidas, los coloca en una situación de vulnerabilidad e indefensión inaceptable. Agrega que no existen excusas para coartar las libertades de expresión, asociación y manifestación pacífica, y cualquier limitación a las mismas debe contar con las garantías del derecho interno y no ir en contra del derecho internacional.

El Frente Amplio manifiesta su honda preocupación y pesar ante la prolongada crisis institucional y política que afecta a Nicaragua. Esta crisis ha sido agravada por las injerencias externas y sanciones unilaterales promovidas y/o impuestas por sucesivos gobiernos de los Estados Unidos de América. Como resultado, la población más vulnerable y desprotegida de Nicaragua es la que sufre las consecuencias sociales y económicas más graves.

El FA señala que la superación de esta compleja situación exige instancias y mecanismos de diálogo inclusivo, responsable y productivo, en los que se respeten los derechos inalienables de las personas. Solo de esta forma se podrán lograr los acuerdos necesarios para superar esta crisis.

Por último, la Mesa Política del Frente Amplio destaca que corresponde a la comunidad internacional, así como a Uruguay como miembro de ella, auspiciar y acompañar dichas instancias y mecanismos de diálogo y acuerdos, respetando estrictamente el principio de no intervención en los asuntos internos de los países consagrado en las Cartas de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, respectivamente.