Excónsul uruguayo en Moscú, Stefano Di Conza, fue imputado por Fossati
Fue cónsul durante parte del gobierno de Mujica y el segundo de Vázquez. Entró por concurso, o sea que no fue designado directamente por los gobiernos mencionados.
El excónsul uruguayo en Moscú, Stefano Di Conza, está siendo investigado por al menos 14 delitos de fraude reiterado, en concurrencia fuera de la reiteración real, por suposición de estado civil, y la fiscal Grabiela Fossati, que lleva la causa de Alejandro Astesiano, estaría convencida de que integraría esta organización delictiva.
Adicionalmente, Fossati pidió prisión preventiva para el diplomático hasta el 6 de enero de 2023, la cual le fue concedida por la Justicia. De acuerdo a informaciones vertidas por El País, también fue indagada en las últimas horas la exsecretaria de José Mujica, María Minacapilli, por remitir al Ministerio del Interior una nota que incluía una carta de Alexey S., quien está imputado como supuesto gestor de documentos de Astesiano.
Di Conza fue cónsul de Uruguay en Moscú desde 2013 hasta 2018, o sea, de la mitad del gobierno de Mujica hasta el segundo gobierno de Tabaré Vázquez. Posteriormente, había fungido en la Dirección de Asuntos Consulares.
A inicios de noviembre, el funcionario fue reubicado en el Instituto Artigas del Servicio Exterior.
Astesiano y las capas de su caso
Alejandro Astesiano, excustodio personal del presidente Luis Lacalle Pou, y excustodio también de su padre, Luis Alberto Lacalle Herrera, está imputado como supuesto cabecilla de una gran organización que falsificaba documentos de para otorgar pasaportes irregulares a ciudadanos rusos. Con él está imputado el tramitador antes mencionado y un escribano de nombre Álvaro F.
Astesiano recibía a sus secuaces y “clientes” en el cuarto piso de la Torre Ejecutiva, donde funciona el Poder Ejecutivo, y se reunió allí a un número de personas que las autoridades aún no tiene. Para nublar aún más las indagatorias, Presidencia de la República no tiene una lista de los individuos que se reunieron con Astesiano.
En chats de WhatsApp extraídos del teléfono del excustodio, este ofrecía a sus clientes acceder a espionaje por medio del software de Inteligencia El Guardián, del cual el Ministerio del Interior tiene licenciad de uso.
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