"La presión fue indecente"

Urruzola: «Los oficios lo dicen»

«La pregunta para mí era por qué habían destituido a Rivero», dijo la periodista de Brecha María Urruzola. En referencia a Rivero, destacó que «a ese hombre se lo nombra, a los tres meses se lo destituye y nadie dice nada. Creo que la elemental curiosidad periodística, que fue con lo que yo empecé, necesariamente tenía que hacer que uno se preguntara: ¿a este hombre lo destituyen y nadie dice nada?»

«La historia completa de por qué destituyeron a Rivero sí la tuve. A Rivero lo habían destituido porque había un asunto con Danilo Arbilla que tenía que ver con una investigación en el Juzgado de Maldonado en el que se habían presentado oficios impugnados, conversaciones reservadas con altas esferas del gobierno en las que participó el vicepresidente de la República», afirmó.

Según Urruzola, «en sólo una semana la historia se ha transformado en diez o veinte historias». «Yo tuve todos los pedazos que en ese puzzle inicial hacían falta». La periodista sostuvo que los oficios publicados el jueves en Búsqueda confirman que Arbilla es sindicado como representante del Cártel de Juárez. «Eso es verdad, los oficios lo dicen». Al referirse a los cuestionamientos que le efectuaran desde ese semanario, indicó que «en este país hay libertad de opinión, así que tienen derecho a decir lo que quieran». «Yo no estoy en el centro de los acontecimientos, en todo caso los acontecimientos han generado un debate paralelo que es un debate entre periodistas y que deberíamos darlo de cara a la ciudadanía, manifestó. Según señaló, «todos los medios escritos de este país sabían por qué habían destituido a Rivero desde mucho antes. Yo no lo sabía. Si hay un complot contra Arbilla que él sabía desde hacía meses y que no escribió, y si hay otros periodistas que sabían desde hacía meses y no escribieron, ese es otro debate».

«Si los colegas de Búsqueda quieren debatir sobre ética periodística, armemos un debate de frente a la ciudadanía», subrayó.

Fasano: «Batalla ética»

El director de LA REPUBLICA, Federico Fasano Mertens, explicó que «la anticipción de la noticia –que el diario venía trabajando– por parte de María Urruzolla en Brecha, nos obligó a acelerar el proceso de la publicación. Brecha informó primero pero contaba con pocos elementos». «Nosotros pusimos a dos periodistas a investigar el hecho, a tratar de verificar y aportar más elementos, y nuestra idea era publicar todo, incluida la versión de Arbilla y del escribano», señaló. Fasano comentó que si bien todo lo publicado por Urruzola era cierto, «no era toda la información». «A raíz de su publicación nos vimos en la obligación de acelerar los elementos que teníamos, y a partir de ese momento se nos bloquearon todas las fuentes informativas. Rivero, que era un punto central de la información, se negó a hablar», indicó. Al ser consultado por Araújo sobre si creía que Arbilla participó en el lavado de narcodólares a través de operaciones inmobiliarias, Fasano respondió: «Yo soy periodista, no magistrado. Por lo tanto, no voy a dictar sentencia sobre el punto, pero como dije en varias oportunidades parto de la inocencia del colega».

«Acá lo único comprobado es que la operación Casablanca descubre cinco transacciones inmobiliarias que superan el millón de dólares». «Usted no encontrará un solo título ni una sola leyenda en las seis ediciones de LA REPUBLICA en la que nosotros acusemos a Arbilla. En ocho títulos dijimos que creíamos en la inocencia de Arbilla», resaltó.

Refiriéndose al supuesto complot denunciado por Arbilla afirmó que «a María Urruzolla hacía años que no la veía y la encontré hoy aquí, al inspector Rivero no lo conozco, nunca lo vi».

A su entender, «el único complot que existe es el de los que complotaron para que se enterrara una investigación policial. Si acá hubo un complot, fue de ellos». «Nosotros complotamos para que se reabra la investigación y el ciudadano Arbilla pueda comprobar su inocencia, pero no enterrando las investigaciones y sancionando a los policías honestos», dijo. Calificó a Rivero como un «policía ejemplar, cuya ética es intachable», y apuntó que «el verdadero complot es el cese del policía, la liquidación de la Brigada y el entierro de la investigación».

«Nunca LA REPUBLICA ni este periodista acusó a Arbilla de integrar el Cártel de Juárez, ni siquiera de que él sabía a quién le estaba vendiendo la casa», remarcó. Expresó que «nos encontramos ante una situación en que el periodismo tiene la obligación de practicar la pedagogía de la transparencia».

Asimismo, consideró que «en nuestra profesión no podemos ser amigos del poder». «No estamos de acuerdo con la lógica perversa de la impunidad de quienes se sienten apoyados por el poder. Golpear las puertas del poder para impedir una investigación es un acto indecente», enfatizó. «Para mí la autoridad no viene del poder, la autoridad viene del resplandor de la conducta ética de cada uno».

«Lo que nunca haría es golpear los despachos del poder», sostuvo Fasano, pues éste «es capaz de retirar una investigación, destituir al denunciante y presionarlo». «¿No cree que es un acto de presión que el vicepresidente de la República llame a un funcionario policial que vive de ese salario y que ha enfrentado al narcotráfico a muerte?», preguntó, destacando que «la presión fue indecente». «Los porfiados hechos exhiben que acá hubo una concupiscencia del poder. Es sentirse ciudadano de primera y al mismo tiempo súbdito del poder y creerse que nadie puede investigar en ese nivel. Los resultados de las gestiones de Arbilla también me parecen indecentes», añadió.

«El tema aquí no es si Arbilla es culpable o inocente –yo parto de la base de su inocencia– eso lo determinará la Justicia, el tema es otro: la sociedad no puede admitir que un periodista recorra los cenáculos del poder, se ponga por encima de todos los ciudadanos y obtenga que no se lo investigue y que se sancione a los investigadores».

Flores Silva: «Policía honesto»

En tanto, el director de la Revista Posdata, Manuel Flores Silva, dijo que la última edición de ese medio escrito fue elaborada «sin agravios para nadie». Interrogado acerca del «complot» y sus relaciones con sus supuestos «socios», Flores Silva dijo que no conocía a Fernández Huidobro y que con Fasano «tenemos una relación de colegas». Dijo además que era el «último complotado» que Arbilla incorporó a su lista. «¿Por qué se inventa una amenaza que no existió?, preguntó, señalando que «acá no hay complot, ni amenazas ni escuchas clandestinas». Flores Silva señaló que «por Rivero no fueron pinchados los teléfonos», aunque advirtió que «mi teléfono, el suyo y el de Arbilla lamentablemente están intervenidos». A su criterio, en Uruguay «está colapsando la política antidrogas», señalando que en este caso «se dio una señal rarísima a la Policía: que no se investigue». Recordando los comentarios que el ministro del Interior realizó sobre Rivero, resaltó que «Stirling dice que es un gran policía y luego que es un terrorista». Para el director de Posdata, en este caso «están linchando a un policía honesto». Subrayó además que era «amigo personal» de Rivero a quien definió como «milico milico».

Arbilla: «Conspiración»

Danilo Arbilla, director del semanario Búsqueda, insistió anoche en la existencia de una «conspiración para deteriorar mi imagen, en la que participan medios como LA REPUBLICA, Posdata y Mate Amargo –cuando estaba, ahora habla Fernández Huidobro–«. Dijo que «MarÃ
­a Urruzola fue utilizada, levantó el centro con dos elementos claves», al tiempo que aseguró que hubo una «participación protagónica por parte del inspector Rivero, que es quien les da la solución para exponerme al escarnio público». «He hecho mucho más contra el narcotráfico que Rivero», señaló Arbilla, quien consideró: «puede ser que los uruguayos no perdonen que a la gente le vaya bien». «Yo no integro ninguna banda de chantajistas, estafadores, asesinos ni narcotraficantes», expresó.

«Rivero me amenazó en términos prepotentes», indicó, enfatizando que «era el Director Nacional de Policía el que me hablaba en esos términos». «Notoriamente algo tenía ese hombre en ese momento. Estaba medicado o algo, porque la voz no era normal», aseguró. «No sé cómo la izquierda no se da cuenta que este hombre responde a empresas extranjeras», alertó, calificándolo como «un policía para que Fasano y Flores Silva hicieran prensa».

Citando una edición de este matutino de días atrás, Arbilla manifestó que «LA REPUBLICA ha dicho que Arbilla vendió su casa a los narcos», pero adentro dice en chiquitito: los narcotraficantes escondidos en sociedad anónima salieron a comprar casas y campos». «El asunto era Arbilla», comentó. Explicó que su ex casa en Punta del Este «la compré en 515 mil dólares y la vendí en 550 mil dólares». Sin embargo, dijo Arbilla, «Si leemos a Fasano –uno de los que quiere destrozar mi imagen– dice que el negocio de los narcodólares es comprar caro y vender barato».

Arbilla citó «artículos de Flores Silva en noviembre y diciembre, que antes están en LA REPUBLICA y en los archivos de Fasano (sic). Yo ya pedí a las autoridades que investiguen la relación». Arbilla recordó sus gestiones ante los servicios de inteligencia del Ejército y de la Armada y la SIP» donde pidió que lo investigaran. «Precisaría que Rivero hablara y dijera por qué ensució mi nombre», señaló, aunque sembró dudas al respecto: «Rivero opera en las sombras». En otro tramo de la entrevista, Arbilla afirmó que «LA REPUBLICA y Mate Amargo son proyectos lesivos para la libertad de prensa». «Yo la voy a seguir peleando, no me asustan los titulares».

Al finalizar Mirando la cámara reclamó: «Pero piensen, estamos en manos de Fasano y Flores Silva».