La ‘Risoterapia’: ¿Una terapia comprobada o mera pseudociencia?
La risoterapia ofrece una serie de esperanzas y presuntos potenciales cuasi mesiánicos: ¿está realmente sustentada en evidencia científica?
En las últimas décadas, la práctica conocida como ‘risoterapia’ ha ganado popularidad y se ha implementado en diversos contextos, desde hospitales hasta consultas de psicología. Sin embargo, su validez como terapia efectiva sigue siendo un tema de debate.
Aunque el propio creador de la ‘terapia de la risa’, el médico estadounidense y activista social Patch Adams, niega que se trate de una verdadera intervención terapéutica, la risoterapia sigue capturando la atención de muchas personas.
Patch Adams y su Visión sobre la Risoterapia
Patch Adams, inmortalizado en la película de 1998 protagonizada por Robin Williams, ha sido un firme defensor del humor como parte esencial de la condición humana. En una entrevista concedida al diario El Mundo en 2014, Adams afirmó: «La risa no es una terapia, como tampoco lo es la música. Terapia suena a cirugía, a homeopatía o a tratamiento. La risa y la música son mucho más. Yo diría que son la vida misma, una parte esencial de nuestra condición humana. Lo que no es de humanos es la seriedad. No conozco una sola enfermedad que se cure con la seriedad. Lo que más cura es el amor, el humor y la creatividad» .
Pese a estas declaraciones, la risoterapia ha encontrado un nicho en la industria de la autoayuda, generando ingresos significativos a través de cursos, talleres y capacitaciones. Incluso se ha incluido en programas de formación sanitaria de posgrado, respaldados por universidades e instituciones de salud, basándose en la idea del poder curativo del amor, el humor y la creatividad.
La Popularidad y Críticas a la Risoterapia
La risoterapia se ha implementado en hospitales y consultas de psicología, así como en librerías, conferencias y programas de capacitación. Sin embargo, su popularidad no siempre coincide con su soporte empírico. Estudios sobre su efectividad han mostrado resultados mixtos. Mientras algunas investigaciones sugieren que puede reducir el estrés pre y postoperatorio y mejorar la adherencia al tratamiento en niños con cáncer, otras no encuentran evidencia concluyente sobre su efectividad en el tratamiento de problemas psicológicos como la ansiedad y la depresión .
La REDETS (Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud) está actualmente evaluando la risoterapia junto a otras 66 prácticas de dudosa fundamentación empírica. Esta evaluación busca proporcionar información veraz y contrastada para prevenir a la ciudadanía sobre tratamientos cuya eficacia no ha sido probada científicamente .
La Risoterapia como Pseudoterapia Psicológica
El Grupo de Investigación en Comunicación Científica (GRECC), compuesto por científicos de varias universidades españolas, ha incluido la risoterapia en su base de datos ‘infoPseudociencia’. Según GRECC, la risoterapia se define como una estrategia o técnica psicoterapéutica destinada a producir beneficios mentales y emocionales mediante la risa. Sin embargo, destacan que la risa por sí sola no puede considerarse una acción curativa y, por tanto, no debería llamarse terapia .
En contraste, la risoterapia también se ha descrito como una ‘terapia complementaria’ dentro de la medicina alternativa o natural. Este enfoque es comúnmente adoptado por prácticas pseudoterapéuticas que carecen de validación científica. A pesar de la falta de consenso en la comunidad científica, la risoterapia sigue siendo promovida y utilizada ampliamente .
Implementación y Metodología de la Risoterapia
Definir con precisión en qué consiste la risoterapia es un desafío, ya que no se trata de una actividad estructurada o regulada formalmente. Según algunas publicaciones, se describe como una ‘terapia grupal de humor’ que utiliza ejercicios y dinámicas para inducir la risa, buscando lograr beneficios físicos, psíquicos, emocionales y espirituales .
Las sesiones de risoterapia suelen dividirse en una parte teórica y otra práctica. La parte teórica aborda aspectos relacionados con la risa, mientras que la práctica incluye estiramientos y ejercicios de comunicación para promover la desinhibición y la complicidad entre los participantes. El objetivo final es alcanzar una risa auténtica y liberadora, aunque la metodología específica puede variar considerablemente dependiendo del ‘risoterapeuta’ y el contexto .
Conclusiones y Reflexiones Finales
La risoterapia, a pesar de ser popular y ampliamente utilizada, sigue siendo objeto de debate en la comunidad científica. Mientras que algunos la ven como una técnica complementaria útil en contextos específicos, otros la consideran una pseudoterapia sin base empírica sólida. La falta de consenso y la diversidad en la metodología de implementación complican aún más su evaluación objetiva.
En última instancia, es crucial que las prácticas terapéuticas se basen en evidencia científica rigurosa para garantizar su eficacia y seguridad. La risa, sin duda, tiene un valor innegable como parte de la condición humana y puede contribuir al bienestar general, pero atribuirle propiedades curativas sin el respaldo adecuado puede ser engañoso y potencialmente perjudicial.
Es fundamental que los profesionales de la salud y los consumidores sean críticos y busquen información verificada y basada en evidencia antes de adoptar cualquier intervención terapéutica. La risa, aunque valiosa, no debe ser vista como una panacea ni como una sustituta de tratamientos probados y validados científicamente.
La «risoterapia» en debate: ¿Es realmente sustentable científicamente?
Lo primero que hay que preguntarse es: ¿qué se entiende por «terapia»?
Derivada del griego therapeia (curación), la terapia es una intervención destinada a prevenir, tratar, manejar o curar enfermedades o afecciones relacionadas con la salud. Existen dos tipos principales de terapias: farmacológicas, que implican el uso de medicamentos, y no farmacológicas, como las quirúrgicas, físicas, dietéticas o psicológicas. Según la Clínica Universidad de Navarra (2023), las terapias tienen como objetivo mejorar la salud y el bienestar mediante el tratamiento de enfermedades o la erradicación de estas.
Para la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), una terapia efectiva debe demostrar su eficacia por encima del efecto placebo. Las terapias de primera opción son aquellas con mayor respaldo científico, basado en estudios de coste-beneficio (APETP, 2016). La Asociación Médica Mundial (2020) añade que todos los métodos diagnósticos, preventivos o terapéuticos deben probarse científicamente para garantizar su seguridad y efectividad.
La psicoterapia es una intervención psicológica basada en el diálogo y la acción, cuyo objetivo es resolver problemas psicológicos a través de un trabajo colaborativo entre el psicólogo y el paciente. Este proceso incluye la identificación y modificación de patrones de comportamiento problemáticos y la creación de hábitos saludables (APA, 2012). Corsini (1989) define la psicoterapia como una interacción formal entre dos personas para reducir el malestar emocional o conductual de una de ellas, con la asistencia de un terapeuta capacitado.
Las pseudoterapias son intervenciones que prometen curas sin respaldo científico. La Asociación Española Contra el Cáncer (2021) advierte que estas prácticas no cuentan con evidencia científica y, a menudo, se basan en resultados aislados o imprecisos. La Organización Médica Colegial de España (2020) subraya que las pseudoterapias utilizan un lenguaje sofisticado para parecer científicas, engañando así a la opinión pública.
Aunque algunas pseudoterapias parecen inofensivas, presentan diversos riesgos significativos. Según la APETP (2016) y la Asociación Médica Mundial (2020), recurrir a estas prácticas puede retrasar diagnósticos y tratamientos efectivos, empeorando la salud del paciente. Además, las pseudoterapias pueden causar daños directos a la salud debido a intervenciones inapropiadas y negligentes.
La risoterapia es una práctica que promete beneficios para la salud mediante la risa, pero carece de evidencia científica sólida. Los risoterapeutas atribuyen a esta técnica propiedades curativas sin estudios rigurosos que las respalden (González et al., 2020). Muchas publicaciones sobre risoterapia incurren en errores conceptuales y metodológicos, utilizando referencias incorrectas o irrelevantes.
Por ejemplo, Infosalus (2010) publicó un artículo afirmando que «reírse aumenta la calidad de vida y ayuda a curar enfermedades» sin aportar fuentes verificables. MedsBla (2016) también hizo afirmaciones controversiales sobre los beneficios de la risoterapia, citando fuentes no verificables.
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