Un kamikaze murió ante las oficinas palestino - israelíes

Aumenta la tensión; mueren cinco palestinos

En Ramalá (Cisjordania), el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Yasser Arafat, anunció la anulación de las celebraciones de Navidad en Belén, donde según la tradición cristiana nació Jesucristo, ya que el ejército israelí declaró la localidad «zona militar cerrada» hasta finales de diciembre.

La tradicional misa del gallo de la Nochebuena, el 24 de diciembre se mantendrá, según el vicegobernador de la ciudad, Munir Salameh.

Justamente en esta ciudad, un palestino de 33 años falleció en un tiroteo con soldados israelíes, según fuentes médicas locales.

Por otra parte, Jihad Anatur, de 24 años, murió a manos de los soldados israelíes en el campo de refugiados de Askar, cerca de Naplusa (norte de Cisjordania) cuando iba puerta por puerta invitando a sus conciudadanos a participar en las oraciones de Ramadán, el mes de ayuno y oración musulmán.

Al norte de la franja de Gaza, un kamikaze murió cuando el taxi que conducía explotó ante la oficina de relaciones israelo-palestinas, cerrada hace dos meses por Israel.

El brazo armado del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), formación radical laica, reivindicó este ataque, explicando que fue realizado por Mohannad Mahdi, de 22 años.

Además, el martes por la noche, Alaa Sabagh, de 25 años, líder en la región de Jenin (norte de Cisjordania) de las brigadas de mártires Al Aqsa, grupo armado vinculado al Fatah, movimiento al que pertenece Arafat, e Imad Nacharti, de 23 años, líder local de las brigadas Ezzedin al-Qassam, brazo armado del movimiento islámico de resistencia, Hamas, murieron en Jenin en circunstancias que no fueron todavía aclaradas.

Su muerte eleva el número de víctimas desde el inicio de la Intifada a finales de setiembre de 2000 a 2.721 personas, entre ellas 1.999 palestinos y 672 israelíes.

Según fuentes de los servicios palestinos de seguridad, las dos víctimas de Jenin murieron cuando un helicóptero militar israelí modelo Apache lanzó un misil contra el edificio en el que se encontraban.

Pero el ejército desmintió su participación y la radio pública del Estado hebreo habló de «un accidente de trabajo», expresión usada por los israelíes cuando militantes palestinos mueren accidentalmente cuando manipulan una de sus propias bombas.

«A partir de ahora no habrá más acuerdos para poner fin a los atentados suicidas contra civiles israelíes», declaró a la AFP un responsable del Fatah tras la muerte de estos dos activistas.

Por su parte, el ministro palestino de Información, Yasser Abed Rabbo, acusó a Sharon de querer «sabotear» los esfuerzos palestinos para «llegar a un alto el fuego que favorecería una vuelta a la mesa de negociaciones».

Hamas y el Fatah llevan a cabo desde principios de noviembre conversaciones para conseguir poner fin a los atentados suicidas en Israel, según fuentes cercanas a estos movimientos.

En Jerusalén, la policía israelí sigue en estado de alerta máxima por miedo a nuevos atentados.

Este aumento general de la tensión ocurre la víspera de que más de 300.000 miembros del Likud, partido de derecha nacionalista, elijan un nuevo líder, que será también su candidato en las elecciones legislativas anticipadas del 28 de enero.

Según cuatro sondeos publicados el miércoles, Sharon será el gran vencedor de las elecciones con 20 puntos de ventaja sobre su rival, el ministro de Relaciones Exteriores, Benjamin Netanyahu. *

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