Discurso de Sergio Massa tras su derrota ante Javier Milei

La reciente contienda electoral marcó un giro significativo en el panorama político y económico de Argentina. La decisión de Sergio Massa de tomar licencia en el Palacio de Hacienda después de perder ante Javier Milei no es simplemente un acto protocolar. Se presenta como un movimiento estratégico para facilitar la transición con el presidente electo, pero también refleja el reconocimiento de una derrota contundente.

Massa, al reconocer su derrota, traslada la responsabilidad de la estabilidad económica a Javier Milei. En un giro de acontecimientos, Milei se encuentra ahora ante el desafío de ofrecer certezas sobre el funcionamiento económico a partir de este lunes. Sin embargo, el presidente electo insiste en que, hasta el 10 de diciembre, cuando él asuma, todo sigue siendo responsabilidad del actual gobierno de Alberto Fernández.

Massa deja el Ministerio de Economía para facilitar la transición

La transición económica estará bajo la supervisión de Raúl Rigo, secretario de Hacienda, y Miguel Pesce, presidente del Banco Central de la República Argentina. Rigo se encargará del traspaso de las cuentas públicas, mientras que Pesce, en medio de la propuesta de cierre del Banco Central, tiene la tarea de gestionar una entidad que podría cambiar radicalmente.

Massa, al hablar con Milei para felicitarlo, establece el tono para los “mecanismos de enlace y transición de recambio democrático.”

Javier Milei, en su respuesta, solicita “responsabilidad” al Gobierno actual hasta el final de su mandato. Este llamado destaca la importancia de mantener la estabilidad en el país durante esta transición política y económica.

El entorno de Sergio Massa señala que la lógica detrás de la decisión se basa en la competencia reciente entre los dos candidatos, especialmente en el área económica, la más sensible en estos días. Este factor añade una capa adicional de complejidad a la transición, destacando la necesidad de una gestión cuidadosa en un momento crucial.

 

Con la afirmación de que “no hay lugar para el gradualismo,” Milei adelanta un enfoque duro, en forma de shock, y rápido para implementar medidas “estructurales.”