Portugal: la crisis de vivienda en Lisboa golpea a los más jóvenes, que no pueden comprar casa
Los Millenials son uno de los grupos más golpeados por la crisis de vivienda en Lisboa, Portugal.
Lisboa en crisis de vivienda: los Millenials entre los más golpeados
La ciudad de Lisboa, capital de Portugal, se encuentra en medio de una grave crisis de vivienda que ha afectado a miles de jóvenes portugueses que buscan trabajo y vivienda. La situación ha sido agravada por la llegada de extranjeros ricos atraídos por incentivos fiscales que el propio gobierno portugués ha ofrecido.
El aumento de la competencia por la escasa oferta de viviendas ha generado una inflación que ha perjudicado particularmente a los trabajadores locales de nivel básico, los jóvenes en particular. Muchos de ellos tienen que vivir en habitaciones compartidas con varias personas, pagando elevadas sumas de dinero por espacios extremadamente reducidos.
Aumento del costo de la vida en Portugal
El aumento de los costos de la vida en Lisboa es preocupante, y es que esta ciudad se encuentra entre las menos viables financieramente en el mundo debido a la combinación de bajos salarios y altos precios de alquiler. Desde el año 2015, el mercado inmobiliario ha experimentado un crecimiento sin control. El resultado ha sido un aumento del 65% en el precio de los alquileres y del 137% en el de las ventas desde entonces.
El número de desalojos ha ido en aumento, llegando a incrementarse en un 13% en Lisboa en 2021 en comparación con los niveles previos a la pandemia en 2019. Para la mayoría de los jóvenes, resulta difícil encontrar un lugar donde vivir en un mercado donde sólo el 2% de las viviendas son de propiedad pública.
La crisis de vivienda en Lisboa ha generado una ola de protestas y manifestaciones lideradas por jóvenes, quienes han demostrado su descontento y preocupación por la situación que están enfrentando. Si bien el gobierno portugués ha anunciado medidas para atender la crisis, estas no serán suficientes para resolver el problema a corto plazo.
Aunque la eliminación de los programas de visas doradas para inversores y la prohibición de nuevas licencias de alquiler a corto plazo, como Airbnb, son medidas positivas, estas no serán suficientes para solucionar la crisis de vivienda en Lisboa. Es necesario que se tomen medidas más efectivas que permitan a los jóvenes portugueses tener acceso a viviendas asequibles y dignas para poder vivir y trabajar en la ciudad de manera adecuada.
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