bolivia

Piden 15 años de prisión para Jeanine Añez por el golpe de Estado contra Evo Morales

Entre otras cosas, a Añez se le acusa por dar órdenes a las Fuerzas Armadas y la Policía cuando renunció Evo Morales, a pesar de estar solo investida con su estatus de senadora.

Foto: Twiter / OscarOrtizA
Foto: Twiter / OscarOrtizA

La expresidenta de facto de Bolivia, Jeanine Añez, quien tomó el poder luego del golpe de Estado a Evo Morales, podría terminar en prisión por un plazo de al menos 15 años si se le encuentra culpable por la causa “Golpe de Estado II”, ya que todas las partes acusadoras estuvieron de acuerdo en la petición mientras que su defensa insistió en la absolución.

En el Tribunal de Sentencia Anticorrupción Primero de La Paz se escucharon alegatos de la Procuraduría General del Estado y del titular del Senado, Andrónico Rodríguez –denunciante del caso-, todos con el mismo pedido.

“Por las muertes, por la lucha, por la exigencia, por el luto, por las lágrimas, por las heridas, sus autoridades deben sentenciar a la señora Jeanine Áñez y a los miembros del Alto Mando Militar para establecer una sentencia ejemplificadora. (Pedimos) que sus autoridades emitan una sentencia condenatoria de 15 años”, dijo el abogado Juan Kalleb Clemor, representante de la Procuraduría General boliviana.

Clemor cuestionó que Añez, durante los grandes conflictos después de que Evo Morales renunciara por presión del Ejército y la Policía, emitiera precisamente órdenes a estas fuerzas de seguridad a pesar de no estar investida con más que su estatus de senadora. También contó sobre un viaje que ella hizo desde la ciudad de Trinidad hasta la capital La Paz para asumir la presidencia de facto con la protección de la Armada y de efectivos policiales.

En el proceso también están acusados el exjefe del Estado Mayor Flavio Gustavo Arce; el excomandante del Ejército Pastor Mendieta; el excomandante de la Policía Yuri Calderón y el excomandante de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman; estos dos últimos se encuentran prófugos.

Añez enfrenta además otros dos juicios en simultáneo, siendo el otro más grande el “Golpe de Estado I”, por sus actos como presidenta interina y por muertes ocurridas en las masacres de Sacaba y Senkata, en donde fallecieron personas por represión policial.

 

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