Amira Hass: “Bombas israelíes están acabando con familias palestinas enteras. No es un accidente”
“Israel tiene toda la información sobre cada familia palestina, ya sea en Cisjordania, Jerusalén o Gaza, y mucho menos sobre los palestinos en Israel”, dijo Hass. “Cuando el ejército israelí decide bombardear una casa de este tipo sin molestarse en decirle a la gente que la abandone, significa que tienen en la cabeza un cálculo de que su objetivo militar es más importante” que la vida de las personas, asegura.
Quince familias palestinas nucleares o extendidas perdieron al menos tres o más de sus miembros tras bombardeos del gobierno de Israel en Franja de Gaza durante la semana de 10 al 17 de mayo.
Padres e hijos, bebés, abuelos, hermanos y sobrinos y sobrinas murieron juntos cuando Israel bombardeó sus hogares, que se derrumbaron sobre ellos. Por lo que se sabe, no se dio ninguna advertencia previa para que pudieran evacuar las casas atacadas, denuncia Amira Hass, corresponsal de la agencia Haaretz para los Territorios Palestinos Ocupados.
El sábado, un representante del Ministerio de Salud de Palestina presentó ante la prensa un listado de 12 familias que fueron asesinadas, cada una en su propio domicilio privado, y cada una de ellas en un evento distinto.
“Desde entonces, en un ataque aéreo antes del amanecer del domingo, que duró 70 minutos y fue dirigido a tres casas en la calle Al Wehda en el barrio Rimal de Gaza, murieron tres familias que sumaban 38 personas en total. Algunos de los cuerpos fueron encontrados el domingo por la mañana. Las fuerzas de rescate palestinas solo lograron encontrar los restos de los cuerpos y sacarlos de los escombros el domingo por la noche”, relató Hass.
La periodista recordó que “la aniquilación de familias enteras en los bombardeos israelíes fue una de las características de la guerra de 2014”. En los casi 50 días que duró ese conflicto la Organización de las Naciones Unidas cifró en 142 la cantidad de familias que fueron totalmente asesinadas, sumando 742 personas en total.
“Los numerosos incidentes de entonces y de hoy atestiguan que no fueron errores: y que el bombardeo de una casa mientras todos sus residentes se encuentran en ella obedece a una decisión de más alto nivel, respaldada por el examen y la aprobación de juristas militares”, agrega la comunicadora.
Una investigación de aquellos hechos de 2014 de la ONG Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados – B’Tselem, concluyó que el ejército israelí no advirtió a las familias con anticipación para que pudieran evacuar sus viviendas. A algunas se les avisó pero con poco tiempo o de forma imprecisa.
Según se informa, los propietarios o encargados de edificios residenciales fueron advertidos con menos de una hora para poder evacuar, generalmente mediante una llamada telefónica del ejército o del servicio de seguridad Shin Bet, y luego «misiles de advertencia» disparados por drones. Se supone que estos propietarios o conserjes advertirían a los demás residentes en el poco tiempo que quedaba.
Khaled Shurabji, un residente de la localidad de Khan Yunis, denunció a la agencia de noticias que su tío Omar fue notificado 20 minutos antes de un ataque del ejército israelí, de acuerdo a un informe del Centro Palestino de Derechos Humanos. En este caso, los residentes pudieron salir y no hubo fallecidos, pero esa no es la suerte de cientos de palestinos víctimas de estos ataques.
Israel lo sabe todo
El registro de la población palestina, incluido el de la Franja de Gaza, está en manos del Ministerio del Interior israelí. Incluye detalles como nombres, edades, familiares y direcciones particulares.
Tal como lo exigen los Acuerdos de Oslo, el ministerio debe transfer esta información al gobierno israelí periódicamente, especialmente la data de los nacimientos: los datos del registro deben recibir la aprobación israelí, porque sin eso, los palestinos no pueden recibir una tarjeta de identidad. cuando llegue el momento, o en el caso de los menores, no podrán viajar solos o con sus padres a través de los pasos fronterizos controlados por Israel.
“Está claro, entonces, que el ejército conoce el número y los nombres de los niños, mujeres y ancianos que viven en cada edificio residencial que bombardea por cualquier motivo”, alerta Amira Hass.
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