De cómo Netanyahu saboteará el acuerdo nuclear entre Irán y EEUU

Atónito se han quedado aquellos que se creyeron los gritos de “¡Que viene el lobo!” de Benjamín Netanyahu, -advirtiendo del lanzamiento inminente de las inexistentes armas de destrucción masiva iraníes-, al ver su oposición al histórico acuerdo de Viena del 14 de julio del 2015 entre Irán y las potencias mundiales que paraliza el desarrollo de la industria nuclear iraní. ¿No era eso lo que quería?.

netanyahuJunto con la extrema derecha israelí, hay otras tres fuerzas que impugnan este contrato:

Los republicanos de EEUU, que son como un martillo con clavos, buscan enemigos para dispararles, y con el dinero del lobby pro israelí hacen de chico de los recados de Israel. Están en campaña electoral para la presidencia del país y son tentados con millones de dólares para sus campañas.

El rey Salmán de Arabia Saudí, que ve por todas partes el fantasma de los “persas-chiitas” y lo traduce como una pérdida para los “árabes-sunnitas”.

Los “del-vapasan”, iraníes “preocupados” que se dividen en dos sectores: la élite, liderada por los Guardianes Islámicos (el ejército) que, además de desconfiar de EEUU, considera que la “distensión“ con Occidente perjudica a su intereses políticos y económicos. El general Mohamad Yafari dice no reconocer este acuerdo por incluir limitaciones a las activavdes militares de Iran durante ocho años. También está la base social-ideológica de la República Islámica (RI) que acusa al jefe del Estado, el ayatolá Jamenei y al presidente Hasan Rohani de capitulación ante el Gran Satán y de firmar un acuerdo peor que del Tukamanchai enl 1828 con la Rusia zarista, por el que Irán tras perder la guerra le cedió el Cáucaso sur (hoy las repúblicas de Armenia y de Azerbaiyán), a cambio de que el Zar dejara en el poder al rey de Irán Abbas Mirza Qayar. Las fuerzas progresistas iraníes (que están en el exilio), y que se oponían a este proyecto, aplauden el acuerdo de Viena que evita un mayor sufrimiento de un pueblo que ni es antisemita, ni quiere guerra.

Otra historia es la postura de Turquía, quien con 700 bombas nucleares de EEUU almacenadas en su territorio, nunca se sintió amenazada por Irán. Además, ahora podrá convertirse en la gran ruta de tránsito de gas y petróleo de Irán a Europa.

 Los pretextos de Netanyahu

Que Irán hará trampas y seguirá con su programa. Eso es acusar de ser estúpidas a las potencias mundiales y presentarse como el único chico listo de la quinta. Los exhaustivos mecanismos de control redactados en 154 folios, vigentes hasta el año 2040, según Obama y los “Del-vapasán”, servirán como una afilada espada sobre el cuello de Irán.

Que desbloquear la fortuna iraní le permitirá aumentar su respaldo a grupos y gobiernos afines en la región. Aumentar no, pero mantener sí, al menos que Israel piense que una potencia milenaria como Irán podrá dejar de serlo. Aun así, hoy la prioridad de Teherán es mantener la paz social. El objetivo de la designación de Hasan Rohani como presidente por parte del jefe del Estado en 2013 fue justamente negociar “el expediente nuclear” con Occidente para que se levantasen las sanciones evitando un estallido social.

Que Irán patrocina el terrorismo: se referirá a Hamas y Hizbolá, dos pequeños partidos, que a veces se defienden con cohetes de papel de las agresiones de uno de los ejércitos con mayor arsenal de armas mortíferas del planeta. La mayoría de los países del mundo no les consideran terroristas y tampoco entienden la actitud relajada de Israel hacia el grupo megaterrorista llamado Estado Islámico. Es más, EEUU mantendrá las sanciones contra Irán por “ser patrocinador del terrorismo y los abusos de los derechos humanos”. Y respecto a los palestinos,  puede estar tranquilo: ninguno de los 52 países “musulmanes” han podido (ni, en realidad, han querido) hacer algo efectivo por este pueblo si no miren como el mapa de su territorio se va achicando año tras año. Todo indica que Obama ha entregado la suerte de Palestina a Israel, a cambio de ganar una pieza como Irán, alejando a Teherán  de la tentativa de integrarse en el Tratado de Shangaie o en el BRICS.

Que el acuerdo no desarma a Irán. ¡Falso! Impide a éste país la compra-venta de armas para los próximos ocho años. De forma paralela, Washington, añadirá más F-35 y más baterías para su Cúpula de Hierro a los 3.000 millones de dólares de ayuda militar anual a Israel, que ha pedido una subida salarial de 4200 millones. La contrapartida es que Israel avise antes de lanzar un ataque sobre Irán. El Pentágono, para ”contrarrestar el peligro de Irán”, en palabras del secretario de Defensa de EE.UU. Ashton Carter, venderá 600 misiles Patriot Advanced Capability (PAC-3) a Arabia Saudí, por valor de 5.400 millones de dólares. De modo que, el problema israilí con Irán es político y económico, que no militar.

Que Irán, como Corea del Norte, puede romper el pacto. Ni el gobierno ni el pueblo iraní quieren estar aislados. Las autoridades de Irán necesitan ser legitimadas por la sociedad y la “comunidad internacional” para mantenerse en el poder. Se enfrentan a una sociedad dinámica (que no cerrada ni pasiva), que exige, sin parar, la democratización económica y política del país. Irán gestiona una economía neoliberal y ha solicitado la adhesión a la Organización del Comercio Mundial. Para Tel-Aviv el peor escenario es justamente aquel en el que Irán respete el contrato.

 Las verdaderas razones

Israel es el primer beneficiario del acuerdo y Benjamín Netanyahu es su principal perjudicado. La letra pequeña de su oposición decía lo siguiente:

* Que el acercamiento entre Occidente e Irán representa un cambio en el equilibrio de fuerzas en la zona reduciendo el peso de las fuerzas bélicas.

* Que le cuesta asimilar que Irán, presentado hasta ayer como el responsable de todos los conflcitos de la region, se convierta en parte de su solución.

*Que ahora el mundo verá el papel de Israel en los infiernos creados en la región.

*Irán es el mayor mercado sin explotar del mundo. La primera reserva de gas y la cuarta de petróleo y se presenta como el rival económico más poderoso de Israel en la zona, mientras el gobierno judío se enfrenta al boicot de sus productos (a pesar de no poner “Made in Israel”) en los mercados mundiales por la masacre sistemática de palestinos.

*El acuerdo sólo aborda el tema nuclear aceptando, de forma implícita, los intereses geopoliticos (y por lo tanto la intervención) de Irán en el Líbano, Siria e Irak.

* Y aquí la guinda: Mientras no hay ni una sola mención a Israel en el acuerdo, ¡sorpresa! EEUU sí que garantiza la seguridad de las instalaciones nucleares iraníes de la tentativa del ataque israelí.

Y ahora ¿Qué hará?

El líder israelí no quiere que nadie tenga un acuerdo con Irán por lo que le quedan pocas opciones para cambiar el actual proceso de distensión con Teherán:

Consolidar el frente unido creado con los árabes, y mantener la presión sobre Irán:  “Si yo no puedo dormir, no dejaré que tú duermas”.

Intentar convencer a una veintena de demócratas en el Congreso de EEUU para conseguir el voto necesario y sabotear el acuerdo. Sin embargo, el 20 de julio, el Consejo de Seguridad de la ONU selló el documento. Pro lo que un ataque israelí a Irán será considerado un desafío al mundo.

Provocar a Irán con una nueva ronda de incursiones en Gaza.

Ejecutar actos de bandera falsa culpando a Irán. En esto ya tiene experiencia tiene. En el 2005 reconoció ser el autor de los atentados terroristas de 1954 cometidos en el Egipto de Jamal Abdel Nasser bajo la clave de Operación Susanna,y la bandera falsa de los Hermanos Musulmanes. Entre los objetivos, la biblioteca del consulado de EEUU y los intereses de Gran Bretaña en El Cairo. Pretendía, no solo provocar una guerra civil en el país, sino también otra entre Egipto  Occidente. ¿Fue de bandera falsa la última agresión israelí a Gaza del 2014?

Proyectar nuevos “ciber-misiles” contra las instalaciones militares y económicas iraníes. En 2011, la CIA y el Mossad enviaron el virus Stuxnet a la central nuclear de Busher, inaugurando la nueva categoría en las guerras mundiales.

El dirigente israelí puede corregir su postura si es sabio. El destino de las relaciones trilaterales entre Teherán-Washington-Tel Aviv no está grabado sobre una piedra. Existe la fórmula de “coexistencia pacífica”. Pero,  lo más probable es que en su batalla, Netanyahu vaya hasta el final y como un elefante en una cacharrería con cualquier movimiento haciendo daño a su país, a sí mismo y a millones de personas.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje